Crystal
La princesa Daelyn es muy dramatica, amable y aveces un poco terca, fisicamente es hermosa; su cabello es castaño claro, sus ojos son de color dorados y no es tan alta, diría que es una belleza rara en el buen sentido. Sin embargo, en este momento hay cosas mas importantes por la que debe preocuparse.
Su matrimonio, por ejemplo.
Quiere que la llame hermana, pero no puedo y tampoco quiero, no la considero mi hermana, solo Onnie es mi unica hermana.
Mi hermana al igual que yo, eramos casi gemelas cuando eramos niñas, pero no lo eramos porque era su mayor por un año. Ambas somos rubias y tenemos los ojos de color marron.
Cuando los reyes adoptaron a Daelyn, un año despues, Onnie desaparecio junto con su dama de compañia y su caballero, lo unico que se supo de ella fue que tenía que ir a la mansion de Luna, hija de la condesa Rose, pero nunca llego. Nunca lograron encontrarla. La extraño mucho.
En el camino me encuentro con Hadrianus, se detiene a hacerme una reverencia y me sonrié:
-Lady Crystal, me alegro encontrarla - me mira de pies a cabeza, enarco una ceja - ¿Por qué no esta usando su atuendo para el entrenamiento?
Hadrianus, es un hombre muy alto y por ser un caballero tiene el cuerpo muy bien formado sin exagerar con tantos musculos, eso lo sé porque cuando me enseña a usar la espada él se quita su armadura. Fisícamente debo admitir que no es feo, sus ojos son verdes como las hojas de la estacion de la primavera y su cebello es tan negro que ni siquiera el sol lo puede aclarar.
Pasando un dia, Hadrianus me entrena a practicar esgrima y tiro al arco. Él es muy habil casi diría que nació con ese talento ya que no necesitó que lo enseñen, por eso le pedi a mi padre que él sea mi cabellero. Pero creo que a sido mala idea porque tengo la sospecha de que le gusto y eso seria mal visto.
Sin embargo, el rey ya escogió a un esposo para mi y es el principe Pedro, sus padres son los emperadores de Lira
-Se me olvido, pero tendre que posponerlo para mañana, tenemos que ir a un lugar.
-¿A dónde, mi lady?
-Al valle sagrado- contesto.
-¡¿Dónde viven los animales salvajes?!- se excandalisa mi dama de compañia. Me habia olvidado que estaba a mi lado.
Ultimamente me estoy olvidando algunas cosas.
-Como desee, mi lady, ire a preparar el carruaje.
-Tambien prepara mi arco -mando, Hadrianus asiente y se va.
-¿Por qué quiere ir alla, princesa Crystal? -pregunta mi temerosa dama de compañia.
-Me llego un mensaje sin remitente diciendo que unos cazadores estan matanto a los animales en el Valle Sagrado, tengo que comprobar si eso es verdad.
***
El carruaje se detiene cuando llegamos, cuando bajo del carruaje, me tapo la boca para no gritar cuando veo a los animales muertos en todas partes. Mi corazón se parte de dolor, despues de muchos años no sentia este sentimiento de tristeza y rabia al mismo tiempo. Me niego aceptar que estan muertos asi que me acerco para comprobar si de verdad estan muertos.
-¡Mi lady, no se acerce es peligroso!
Lo ignoro y les digo lo siguiente:
-¡REVISEN SI ALGUNOS SIGUEN CON VIDA!
-Pero, princesa...
-¡HAGANLO YA! ¡ES UNA ORDEN!
Ambos obedecen, yo tambien hago lo mismo. De repente siento una sensacion inexplicable, un sonido lento, mi cuerpo se dirige a un pequeño leorpardo respirando despacio.
Esta vivo. Y tambien sé. no sé cómo, que es él unico sobreviviente.
-Todos estan muertos, mi lady.
-Él no, me llevare para que lo curen en el palacio, vamos.- cargo al bebe leorpardo en mis brazos.
-¿Que haremos con los demás animales?- pregunta mi dama de compañia.
Pienso que seria mejor irme yo sola con el bebe leopardo y dejar a los dos aqui para que entierre a los animales muertos, pero de pronto, una flecha se clava en el hombro de Hadrianus pero su armadura hace que la flecha solo rebote.
Hadrianus se pone delante de mi, cubriendome.
-Hay que escondernos en ese arbol- señala el arbol que esta a unos vientes pasos a la derecha- aprovechemos mientras todavia no disparan, vayan primero yo las cubro -dice mientras saca una flecha, listo para disparar.
Asiento y las dos corremos hasta el árbol. Cuando llegamos los tres una idea improvisada se me viene a la mete.
Toma -le entrego el leopardo a Leela - ve al carruaje al palacio y pide al lider de los caballeros que vengan a aydarnos y de paso entrega el leopardo a Claudius. Hadrianus acompaña a Leela hasta el carruaje, protegela. Yo me quedaré aqui.
-My lady, es mejor que los tres vayamos al carruaje- sugiere.
Niego con la cabeza.
-Tengo que quedarme aqui, quiero saber si él o la que nos atacó es quien mato a estos animales.
-Su mejesta, sobre eso asunto lo puedo investigar mañana -Hadrianus otra vez.
-No, siento que esta es la unica oportunidad que tengo. Leela ve rapido o ese Leopardo morirá y si muere te juro que tú y tú- señalo a Hadrianus -moriran.
Sin pensarlo dos veces hacen lo que ordeno mientras yo me alisto para sacar un cuchillo que lo tenia escondido dentro en mis medias. De haber sabido que esto iba a pasar hubiera traido mi arco.No es la primera vez que paso esta situación en la que alguien me ataca, la primera vez fue cuando tenia quince años alguien me había atacado con un cuchillo en mi estomago cuando daba un paseo con Leela por el mercado.
Atras de mi escucho la voz de alguien.
-Mire a quien tenemos aca. Princesa Crystal, me presento mi nombres es Orión soy un cazafortunas.
En un movimiento rapido tengo el cuchillo apuntando su cuello.
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Editado: 04.11.2024