El Dragón en la roca, Capítulo Primero. En el lejano principio. Primer verso.

LIBRO PRIMERO DEL DRAGÓN

1 En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.

2 Y la tierra esta desordenada y vacía, y las tinieblas, aquella gran fuerza eterna jamás creada y existente desde siempre, estaba sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas…

“Recuerdo aquellos eones lejanos, como si de un triste sueño se tratase, mi querido amigo… (dijo el Dragón), cuando los ejércitos celestes, vieron maravillados la creación de la materia en su orden más puro, química, universo, tierra y vida -en ese orden-, y el universo mismo saliendo de sus labios en una maqueta perfecta, coronando su obra con esta muy especial Joya de vibrante existencia... llamada Tierra”

Pero, también habla de tinieblas. ¿De dónde salían?

“¿Salir?, esa palabra implica un origen y así no funciona con las tinieblas, no salían de ningún lado, siempre estuvieron ahí, y el abismo… parecía tan solo un inmenso vacío, pero tan apacible, silencioso… ¿sabes que fui el primero en descubrirlo y explorarlo?, es tan inmenso como para albergar otro universo y ser al mismo tiempo un universo en sí.”

No hasta que lo mencionas (es obvio que no voy a saber nada de eso). ¿Cómo define mi lenguaje al abismo?, mi comprensión por el uso de esa palabra lo convierte es un gran hoyo en algo, una depresión, como un cráter o algo así. Recuerda que mi base es el Griego αβυσσος, y por ende no voy más allá de ese significado que se simplifica en “sumamente profundo” o “sin fondo”, limitándome a un sentido físico, y no metafísico, aunque si podría usar un argumento filosófico al hacerlo “insondable” o “ilimitado”.

“¿Y por qué no sumar todos los resultados?, ¡Mi querido amigo!, me sorprende tu inocencia en algunos conceptos, el abismo es un lugar insondable, ilimitado, inacabable, infinito, y al mismo tiempo es un hoyo de gusano a otra realidad o universo. No te culpo por querer reducir tan inconmensurable idea con palabras tan, y perdona la expresión, humanas. (rio el Dragón con sincera ternura ante mi ignorancia y mi franca, aunque infantil pregunta) “Pero por favor, continúa leyendo, es aún más divertido después”

3 Y dijo Dios; Sea la luz; y fue la luz.

4 Y vio Dios que la luz era buena, separó Dios la luz de las tinieblas.

5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana, pero solo uno creyó ver agradable la noche, y se enseñoreó de esta, fincándose un humilde trono en el seno del abismo. Así, fue un día.

“Ese fui Yo, no podía creer cuan amplio era mí, llamémosle así, departamento de soltero… Era grandioso poder hacer mi voluntad sin que nadie viera. Aunque con el paso de los tiempos, comencé a invitar a otros ángeles a conocer mi morada, la mayoría se sentía increíblemente a gusto en ese sitio, tanto, que algunos me pidieron un lugar para quedarse y se los di”

Ángeles caídos supongo

“No, la caída fue después”

¿Cuánto duró aquel primer día?

“Algunos cientos de millones de años como los conoces ahora… No había un sol para medir los días en base a las vueltas que da el mundo, ese es un concepto netamente humano, o para el concepto de años, a nadie se la había ocurrido valerse de los ciclos de la tierra alrededor del sol.”

¿Cuántos ángeles se mudaron con Usted?

“Al principio solo unos pocos, luego fueron más… en total fuimos siete millones, cuatrocientos cinco mil, novecientos veintiséis y un total de 72 príncipes.”

Son pocos para ser una “tercera parte” -señalo con comillas de mis dedos- como dice la Biblia.

“No, esa cifra es posterior, con la caída, ahí gané muchísimos adeptos, esto que te platico es de antes de la primera rebelión, para cuando vino la guerra las cifras eran astronómicas, muchos estaban cansados de una eternidad tras otra de servidumbre.”

¿Servidumbre?

“Sí, servidumbre… servir al Señor siempre fue cansado, tedioso, y muy poco original. Yo dirigía la música para la alabanza, y siempre pensé que lo hacía por gratitud, pero me cansé de vivir atado a un cargo tan cotidiano y aburrido, deseaba subir de posición a como diera lugar, pero me topé con una gran oposición… el escalafón del cielo es ciego, y las posibilidades de ascender son completamente nulas, inexistentes. Muchos creímos que, si había una guerra, podríamos cambiar todo… Simplemente cometí un error, eso es todo”

¿Qué fue lo más difícil de la rebelión?

“Entrenar para cada batalla y para la gran guerra, antes, los ángeles eran seres de luz y belleza, una gran belleza, pero ninguno sabía pelear. Una parte de nuestros instintos parecían indicarnos el método y el modo de hacerlo, y estar conscientes de lo que dicho concepto encierra… pero lo difícil fue eso, aprender a pelear.”

¿Instintos?, ¿Me estás diciendo que tenían INSTINTOS?