"El Elemento Perdido #1: Fuego"

"Se acabó la diversión"

-¿Asesinato? Tiene que haber algo mal con esto.

Nathan al igual que yo, tampoco podía creerlo. Y no era sorpresa alguna. Era un insípido pueblo donde nada fantástico pasaba. Las novedades aqui eran gente nueva, películas y todo lo que pasaba en las grandes ciudades.

-Pues no, fue por eso que no me pareció bueno que invitaras a esos chicos.

-Alex no seas paranoica además...

-¡Paranoica!- grité- ¡Sólo me preocupo!, podrian ser unos maniáticos o algo peor.

Nathan soltó una carcajada. Se reía de mi obviamente. Me abrazó de nuevo. Claro, queria que me callara. Y surtió efecto. El sólo inhalar su aroma me calmaba al instante.

-Tú debes dejar de ver películas de terror. Te estás traumando muchísimo.

-De acuerdo.

Tenía que olvidarlo, al menos sólo por esta noche. Mis planes involucraban emborracharme y bailar y muchas cosas. Ya me fijaría en esto luego. Tal vez Daniel nos contaría algo, después de todo el pueblo estaba involucrado.

-Ahora si, cambiate y volvamos a la fiesta.

 

...

 

Sin darme cuenta la noche había caído encima de nosotros. La fiesta era una maravilla. Había pasado todo el rato bailando, tomando, mucho, pero aún no se nublaba mi vista. Estaba bien por el momento. 

Y Vanessa, bueno ella estaba extasiada, incluso más de lo que yo habría querido y eso me daba mala espina.

La perdí de vista durante un buen rato y honestamente no presté atención a lo que estuvo haciendo ni con quién estuvo toda la tarde.

Lo que me tenía con curiosidad era Lena. Desde que había hablado con ella, desapareció y el chico que la llamó también. Era imposible que ya se hubieran enredado, aunque conociendo a Lena y el hecho de que ellos dos ya se conocían desde hace tiempo al parecer, tal vez lo haría posible.

En cuanto a los otros chicos, sólo estaban sentados tomando una o dos cervezas. Me ponían nerviosa y a la vez de mal humor.

Los dos no dejaban de mirarme. Aunque lo hacían de forma completamente distinta; Peter me veía con curiosidad tal vez, algo normal, pasable. Pero el otro, bueno en pocas palabras me estaba dando un buen repaso. Tenía la mirada del típico idiota conquistador. Pervertido.

Vaya que les estaba quedando el papel.

Nathan lo notó, pues no se había despegado de mi. Les lanzó miradas asesinas a ambos. Funcionó sólo por un momento.

Eran ya casi las 11 de la noche y nadie parecía cansado. Yo por mi parte estaba demasiado ebria.

Me senté por un momento. Si seguía bailando un poco más, vomitaría en proporciones descomunales.

-¿Te das por vencida tan rápido mujer?

Anthony se sentó a mi lado con una sonrisa estúpida en el rostro. Al menos no era la única en este estado.

-Creo que si pero quién sabe, puede que me quede un poco de energía.

Lo golpeé en el hombro sin ninguna fuerza y él me dió otra cerveza. Mmm qué más daba.

-¡Alex!- lancé la cerveza contra el árbol.

Rayos, Dëni iba a matarme. Me levanté tambaleandome un poco y por supuesto al verme su cara se tornó molesta.

-¿Qué pasa?- no reconocía ni mi propia voz.

Por favor, no vomites.

-Vanessa está super pérdida, el idiota de Steve le dió algo más que cerveza.

Maldita sea. Steve era el vendedor oficial de hierba y cualquier droga posible en la escuela. Era malo, muy malo que Vanessa hay estado con él. Era por eso que actuaba asi.

-Diablos

-Si, diablos- Dëni estaba que se la llevaba el diablo- Si Carlos la ve en ese estado nos matará. ¡Nos matará!

¿Qué rayos ibamos a hacer? Dëni tenía razón, Carlos nos mataría. En primera por dejar que Vane se pusiera asi, en segunda porque fuimos las responsables de esta estúpida fiesta y había más razones, pero no quería ni saberlas.

-Escucha ve a buscar a Lena y a Nath, tendremos que llevarla a casa ahora.

Dëni se perdió entre la multitud y yo fui cuidadosamente a buscar a Vanessa y a Steve. Lo mataría.

Cuando por fin la encontré, ésta estaba apunto de tomarse otra cerveza. Se veía extraña. Estaba pérdida. Y nosotras también.

-¡Alexia, hola!- sus ojos se veian vidriosos y la voz estaba apenas entendible.

-Te mataré.

Tomé su cerveza y la arrojé al suelo. Steve me miraba divertido.

Estaba dopado hasta el trasero. ¿Cómo podía hacerlo?...Tú lo sabes.

-Vamos Alex, ya tiene 18, ella sabe lo que hace.

Lo tomé de la camisa y lo levanté del suelo.

-Si, idiota, ella sabe lo que hace ¡cuando esta sobria! Por si no lo recuerdas, su padre es el jefe de la policía, si la ve nos irá muy mal, en especial a ti.

-¿Qué ocurre?

Lena y Nath llegaron con compañía. Ahi estaban esos chicos de nuevo. Esto era un asunto privado.

-Alexia arruinando todo, eso pasa- Vanessa me miró enojada.

Pero qué rayos. Sólo ebria le daba el valor de decirme las cosas o qué.



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En el texto hay: reinos, elementos naturales, poderes

Editado: 26.06.2018

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