Raven
Una chica desaparecida.
Mas específicamente Luciana Lewis, la hija del alcalde del pueblo y la chica que ahora buscaban por cielo, mar y tierra.
La noticia de su desaparición se dio esta mañana causando revuelo por todo el pueblo, y ahora parecía no haber otro tema de conversación que no fuera ese.
Mi relación con Luciana ya era casi nula, pero aquello no evitaba que la noticia me pesara al igual que a Isla.
Nunca, a pesar de su traición, le deseamos el mal, después de todo ella había sido nuestra mejor amiga y algo así no se podía olvidar por completo.
En un principio quería creer que era mentira o una falsa alarma, pero cuando vi que su foto estaba pegada por cada rincón del pueblo con letras en rojo que decían “Desaparecida” caí en cuenta que no era más que la pura y cruel verdad.
Salgo de mis pensamientos y alzo la mirada del cuaderno con la hoja en blanco, la cual se supone debe llevar un resumen de química. Golpeo levemente el lápiz sobre la hoja intentando recordar algo de lo que leí hace unos minutos, pero simplemente gruño de frustración al no recordar.
He leído sobre este tema mas de seis veces, y no logro grabarme nada gracias a mi desconcentración y falta de interés.
Estoy por volver a releer cuando Isla deja caer su mochila sobre la mesa y segundos después toma asiento.
—¿Te puedes creer lo que ahora están diciendo de Luciana? —pregunta con desagrado.
Niego con la cabeza.
Dejo el lápiz sobre el cuaderno para luego poner mis codos sobre el mismo queriendo distraerme con otra cosa. Dejo mis manos bajo mi barbilla.
—Están diciendo que seguramente anda de… ¡Joder! ¡Es que de solo pensarlo me causa asco!
—No me lo digas entonces. —hablo. —Estoy segura que también me lo causara.
—Esto es una mierda. —exclama. —No me quiero ni imaginar lo fatal que deben pasarla sus padres.
Muerdo el interior de mi mejilla.
—¿Crees que se encuentre bien? —pregunta.
—Quiero creer que… —dejo mis palabras a medias al ver que Isaar pasa frente a nuestra mesa.
Su cabello lo lleva despeinado, viste con un gabán gris y una camisa negra al igual que sus pantalones y botas, de su hombro derecho cuelga una mochila del mismo color a excepción de algunos detalles.
Mientras camina su mirada se cruza con la mía y no puedo evitar ponerme nerviosa ante ella. Baja la mirada y no mucho después aparece una sonrisa torcida.
—… no le ha ocurrido nada. —finalizo.
Él gira la cabeza y sigue caminando hasta tomar asiento en una de las mesas al fondo de la cafetería.
Quito las manos de mi barbilla y miro mi muñeca, en la cual adorna la pulsera de cuero que me dio en la cafetería.
—¿Qué mirabas? —pregunta Isla.
—¿Qué?
—¿Qué mirabas? ¿Por qué de repente tu mirada se quedo detrás de mí?
—Es que… me pareció ver una rata por el bote de basura.
—Que asco. —exclama.
Miro de reojo a la mesa en la que está Isaar encontrándome con que esta acompañado por un chico que no logro reconocer.
Isaar no parece estar contento con su presencia ya que su expresión lo demuestra, él se levanta a la par que el castaño y lo veo empujarlo haciendo que retroceda dos pasos.
—Solo me diver…
Quedo paralizada al ver como Isaar estrella su puño en la nariz del castaño pará luego propinarle un golpe en el abdomen.
—¡Largo! —demanda.
El chico se da la vuelta antes de que la gente comience a aglomerarse en la escena.
—¿Ese es tu vecino? —pregunta Isla.
Yo asiento.
Isaar se relame los labios y vuelve a sentarse ignorando las miradas que se ganó debido a la escena.
—Llámame loca, pero eso fue sexy.
La ignoro.
El sonido del timbre anunciando cambio de clases me hace tomar mis cosas antes de levantarme y dirigirme a mi próxima clase.
—Te veo luego. —asiento mientras me cuelgo la mochila.
Echo una última mirada a la mesa de Isaar solo encontrándolo con la atención fija en un libro.
×|×|×|×|×
Deslizo el pantalón de algodón por mis piernas ajustándolo en mi cintura, un momento después me pongo la blusa de pijama lila sin sostén. Con una goma de cabello lo ato antes de dirigirme al escritorio de mi habitación y comenzar deberes.
Abro el ordenador y me dirijo a mi reproductor de música tecleando sobre Nightmare de Halsey. Tarareo la canción al mismo tiempo que saco mis cuadernos y bolígrafos, miro mis apuntes comenzando mi tarea y terminando trabajos no concluidos.
Me gusta tener mis apuntes decorados.
Media hora después escucho el sonido de algo golpeando mi ventana lo cual me sobresalta. Con el ceño fruncido me dirijo a la ventana corriendo las cortinas, mi vista se fija en la figura de Isaar al otro lado de su propia ventana con una camisa negra que se adhiere a su torso.
Relamo mis labios antes de abrir la ventana.
—¿Sucede algo? —cuestiono.
Él sonríe con su típica sonrisa torcida.
—¿Has perdido algo hoy? —me pregunta.
Hago una mueca y niego.
—¿Estás segura Raven? —su tono de voz me causa escalofríos.
—Si.
—¿Estás sola?
¿A qué mierda se debe el repentino cambio de tema?
—¿Por qué quieres saberlo?
—¿Si o no?
Su mirada me pone nerviosa, lo cual odio.
—Si.
—Te veré frente a tu puerta en un momento.
—¿Qué?
—Ya me escuchaste. —cierra la ventana y también las cortinas.
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Editado: 17.01.2022