Kira y Lena llegan al descampado donde se va ha celebrar la carrera. Ya se ve mucha gente por los alrededores; bebiendo, bailando y apostando por los primeros corredores.
Kira y Maik corren los últimos ya que son los mejores, y los prefieren para el final para dar espectáculo y emoción.
Lena se separa de Kira para acercarse al círculo de las apuestas. Allí va para apostar por su amiga, porque sabe que es la mejor. De pronto, choca con una gran espalda y cae al suelo. El joven se da la vuelta y le pregunta a la chica que ha tirado al suelo.
Lena se sonroja, en esos momentos no sabe donde meterse; se siente tímida y eso es raro en ella porque siempre ha sido muy sociable con todo el mundo.
Ambos se alejan de la multitud y regresan con sus amigos. Kira está tranquila en su moto, observando a los corredores por si algún día corría contra ellos.
La pelirroja está con su cerveza en la mano; en la otra esquina se encuentra Maik morreandose (comiendose la boca) con una rubia oxigenada y silicona por su cuerpo. Lena ve la cara de Kira y le pregunta:
Maik al escuchar aquel apellido se le hizo algo conocido, pero no sabe de qué, entonces, decide dejarlo de lado por un tiempo hasta que terminará la carrera.
Kira se despide de la castaña, coge su casco y la moto y se dirige a la línea de salida junto a su rival. Maik se despide de Ray y va a la línea de salida; cuando llega no puede reconocer a su oponente ya que ella ya tiene el casco puesto y está preparada para empezar.
Maik se coloca su casco, preparan sus motos al punto de ponerla a rugir a todo volumen hasta que escuchan el pitido que da el inicio a la carrera.
La carrera está muy reñido, solo les falta una vuelta, Maik va en cabeza pero Kira le está pisando los talones.
En la recta final Kira toma la delantera y cruza la línea quedando así campeona.
Se quita el casco, entonces, Maik se queda estático al fijarse bien quien es ella, esos ojos, ese cabello; son inconfundibles para él porque cada noche se acuesta recordando esa mirada llena de tristeza y levantándose bañdo en sudar al ver el dolor y el cambio que ha tenido que dar por culpa de su padre.
Su amiga la castaña corre hacia ella para abrazarla. Maik se acerca ocultando que la conoce, oculto tras una sonrisa fingida pero algo vacío, culpable por la muerte de sus padres. Se acerca con su mejor amigo para darle la enhorabuena.
Ambas asienten con una gran sonrisa, la castaña no puede creerse que vaya a beber con el adonis que ha chocado.
Recogen el dinero mientras los chicos las esperan en un lado a que lleguen.
La castaña sonríe como una enamorada, se acerca a su lado y se enfrascan en una conversación mientras que la pelirroja y Maik se quedan detrás cruzando miradas, como si se conocieran de algo pero sin reconocerse, por lo menos por parte de la pequeña pelirroja.