El esclavismo del arbol

Raiz de naturaleza

EL ESCLAVISMO DEL ARBOL

POR: NADIE

Paso a paso el avance era feraz, en su diminuto cuerpo infantil yacían astillas de madera vieja símbolo a su longevidad, era aquel y el único Filve, muñeco amante de la muerte, esposo de la vida, un muñeco, maldecido con la mente, nada más que eso, sus pequeños pies de madera se movían sin parar por los tirones de cuerda del titiritero Frederick, un hombre algo viejo dedicado al entretenimiento, el hombre jalaba de las cuerdas con sus manos cubiertas con guantes blancos, vistiendo un traje negro con un corbatín morado, por cada paso que daba la cabeza del muñeco se movía de lado a lado de una manera hipnotizante, especialmente por sus ojos tallados y negros.

_Hijo mío, ahora que haré, solo me queda…este maldito escuálido, como si estuviera vivo los cambios humorísticos del hombre, aunque repentinos eran desesperanzadores pues era marca de su locura, locura humana, locura viva, vivió con ella desde el día que por quien sepa que tallo ese muñeco.

Filve solo calló ante el ataque de ira de su presunto creador, el inigualable Frederick, un amigo dedicado a la comedia, un buen hombre, pero todo buen hombre posee alguna desdicha, tenía una gran dependencia a su marioneta y esclavo atado de vida a su mano, siendo jalado por cuerdas finas, cada movimiento estaba planificado, movido para entretener, baila Filve, baila, que la gente te observa y no tienes otra más que escapar con la muerte, pero eres de madera, fino roble bendito.

Ese día Frederick había fracasado, la gente muerta pero viva se burlaba de su marioneta, ya a nadie le interesaba su espectáculo, ya nadie le pagaba, todo era tragedia para el pobre titiritero alemán, ahora que aria, su mente estaba atormentado por la idea de perder a lo único a lo que se dedica y lo único que le daba sentido a esa maldita marioneta viviente, pero y ella que.

Él vivía como todos, atado a las cuerdas del titiritero que maneja nuestras acciones y del cual no podremos escapar sino es con la muerte, bella muerte a la cual le dedicamos poemas para que llegue y nos salve de la esclavitud de esta carne, de esta carne de madera y engranajes sujetos a cuerdas.

En la mente de Filve solo cambia la idea de satisfacción, solo anhelaba libertad, pero aun así no puedo escapar de las necesidades de un ser viviente de las cuales somos Filve a manos de un titiritero, nosotros mismos, como la marioneta solo quería probar un buen plato de comida caliente, agua, y experimentar el sexo como todo ser vivo debe por deber natural.

A pesar de todo Frederick no podía salir de personaje, saludo a todo maldito que se cruzó con la mejor sonrisa posible, mientras Filve se preguntaba _ «¿Cómo escapo de esto?, ¿Acaso el mítico ser Dios vendrá a salvarme?, el padre de la iglesia siempre menciona un paraíso, una vida después de la muerte en la que eres libre, entonces… ¿Tengo que morir para ser libre?» _ Él ya había aceptado su estado de impotencia, desde ese día ese pensamiento no abandono la cabeza descerebrada de Filve.

Los dos llegaron a una vieja casa que parecía un almacén de tantas cosas que cubrían el único cuarto, mesas, madera, martillos, un a caja de clavos sobre una de las mesas, carretillas por el piso, cigarrillos viejos, botellas de licor fuerte, más herramientas por la mesa, bolsas de basura, una cocina en un rincón, troncos utilizados como sillas y un estuche viejo. No sé distinguía nada más entre tantas cosas, Frederick dejo a Filve en una mesa sentándose en un tronco.

_Ahora que, estoy desamparado, lo único que me quedaría es cortar estás cuerdas en mis dedos por la cuales estamos atados uno del otro, pero si lo hago te perderé y sin ti Filve, ni mi economía estaría perdida ni mis necesidades serian saciadas, dependiendo de ti, los demás también, si no ríen recordaran la vida y se deprimirán, ¿está en mis manos acaso las bases de una sociedad? _ Frederick se sentía impotente e inútil ante la importancia de un vil esclavo.

El muñeco poseía unos ojos melancólicos, en ellos se encontraban los años en los que este solo seguía lo que las cuerdas le ordenaran, una pérdida de liberta absoluta, las preguntas era lo que acompañaba a Filve hasta en su ultimo respirar, pero como podría liberarse de tales ataduras y ser libres, ¿con disciplina?, ¿con amor?, ¿muriendo?, la respuesta no era clara era sombría como el frio manto de muerte, cálido y otras veces aliviador, él llego a la conclusión de que sin importar que el nunca seria libre, esa visión pesimista lo acompaño hasta el ocaso día en el que vio la muerte, pero no le dolió, vio la vida, pero no la amo, y por fin se sintió libre, se sintió así al ver a un perro desnutrido recostarse en la calle con la lengua entre los dientes, y se ilumino, pero la felicidad le duro poco pues sabía que a pesar de que Frederick muriera algún día si las cuerdas que los unían no se desatarían él seguiría siendo preso, pero de la muerte.

Las opciones eran serradas, aquellos que fueron en contra de todo para ser libres enloquecieron y aquellos que solo se fueron sin disciplina murieron como animales de los más primitivos, pero…y si existía un cielo, entonces tenia que esperar hasta morir para ascender hasta esa tierra prometida, pero…y si la tierra prometida no es más que el mejor libro de ficción del mundo, ¡y si todo no importara!, ¡Y si morir solo es un fin e si mismo!, entonces habría desperdiciado su vida esperando ser libre después de la muerte, esperando la cúspide a la que no llegara pues cargara con esa roca por el resto de sus días.

FIlve se miró a si mismo y vio la mañana, la tarde, el sol, la luna, la muerte, el nacimiento, las tumbas, las vidas en un frasco, judíos en campos de concentración, vio un linaje entero al verse pues ¿que era?, era un simple muñeco, una expresión de Dios, era vida, era una expresión de Satanás obligado a guiar a los desterrados hijos de Lilith que mataban y violaban para luego acercarse a la iglesia y decir arrepentirse para después seguir viviendo con normalidad, ¿es ese el plan divino de Dios? O -solo un gran chiste y él era su bufón.



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En el texto hay: esclavitud, filosifia, dilema de dios

Editado: 20.08.2024

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