El estilo de Amy

Capítulo 6

Me pasé toda la noche pensando en cómo de incómodo será encontrarme con Taehyung luego de lo que pasó, pero vamos, no es como si nos hayamos besado pero ahí estaba yo, a solas con ese pensamiento rondando como una mosca molestosa.

Y de ese pensamiento partió otro.

El cómo sería besarlo. ¿Sería rudo? ¿Juguetón? ¿Apasionado? ¿Lento?

No dormí muy bien pero ¡oye! soy estilista y las ojeras que debería llevar, no están.  Llegué al edificio tan somnolienta que tropecé con el portero y casi se resbala mi café. Ahora con el tercer café de mi día estoy en una mini reunión con los del equipo. BTS tendrá una gran presentación en un canal prestigioso de Estados Unidos por lo que tenemos que hacer pruebas de maquillaje.

Muchas.

Dan ideas sobre que estilo deberían adoptar todos. Hay una pizarra de cada uno de los integrantes sacadas del mismo videoclip. Como toda buena estilista me pasé un buen rato viendo los videos, observándolos a detalle. Se presentarán con su éxito ON. En el videoclip tienen el estilo de un badboy en toda regla, en especial Taehyung porque llevaba un tatuaje falso de letras en su rostro. 

Me permití derretirme ante esa imagen, solo un poco.

No soy ciega Taehyung está como quiere.

—Como será fuera del país solo iremos unos cuantos, los mejores obviamente porque tenemos que liderar a los estilistas de apoyo que tendremos allá.—habla Mandy y todos guardamos silencio, como si fuéramos niños pequeños y ella nuestra profesora.— Solo siete de treinta irán a los Estados Unidos por unos cuantos días, no son vacaciones así que dejen de imaginarse paseando por las calles de Nueva York.— mira a Min Hoo y él espabila en segundos poniéndose recto. Me río, solo falta que haga un saludo militar.—Acá tengo la lista de los que irán conmigo.— muestra la lista rápidamente.—No quiero quejas de nada porque lo que yo digo se cumple ¿Estamos claros?

Todos se miran entre si y tomo un sorbito más de café pero lo escupo por el grito de Mandy. Le doy una mirada apenada a Min Hoo. Ups. —¿¡Qué si estamos claro!?

—Si, señora.—  decimos todos.

Mandy nos da una sonrisa de suficiencia. Quien diría que una mujer tan pequeña como yo podía  imponer tanto poder. Sus ojos negros son ligeramente rasgados, me contó que su padre era coreano y su madre era canadiense, tiene unos treinta años pero parece de menos y es muy atractiva y talentosa, porque cuando vi su folio donde guarda todas sus creaciones me dije que algún día quería hacer todas esas maravillas.

Pega la hoja que decidirá nuestro salario, porque ¡Aumento! me vendría bien uno, quiero comprar muchas cositas kawaii que he visto cuando vengo al trabajo aunque dudo que me hayan escogido, sería muy pronto. 

Una vez que Mandy sale de la puerta todos nos abalanzamos como si fueran los juegos del hambre.  Min Hoo llega primero y nos para a todos con su mano.—Contrólense.

Habló intrigada al igual que mis compañeros.—Ya dinos.

Pero Min Ho esta con su boca abierta y le quitó el papel de las manos.—Gracias Min Ho por quedarte petrificado.—me aclaro la garganta y empiezo a decir los nombres.—Doyun.— escucho un grito de alegría.—SeoJoon, Haneul, Charlotte, Jasir.—Volteó a ver a mi compañero petrificado.—Min Hoo, felicidades.— le doy una palmadita en la espalda y agita sus puños en el aire en señal de victoria.

—¿Quién es el último?—pregunta alguien del equipo. Reviso la hoja y  se me dibuja una sonrisa en el rostro.

—Soy yo.

Escucho aplausos de mis compañeros, me alegro que todos en este equipo sean tan unidos, miro a mis compañeros seleccionado y nos abrazamos riendo. Min Hoo se voltea y me carga en un fuerte abrazo. 

—No importa que me hayas manchado mi camisa con café con baba, te perdono porque iremos a New York.— Me gira lo suficientemente rápido para que me maree. Pongo mis manos en sus hombros.

—¡Yo también estoy emocionada tanto que podría vomitar si no dejas de girarme, Min Hoo!— le habló pero me sigue dando vueltas.

—Bájala de una vez.— demanda una voz potente.

Yo sé de quien es esa voz.

Min Hoo mira tras de mi y me suelta como si fuera un bicho. Me recompongo y volteo hacia Taehyung, todos están en completo silencio pero prestando atención al chico en el marco de la puerta. Lo detallo un poco,  botas militares negras junto a un jean negro, una camisa azul oscuro y su gabardina negra, la cual  arremangado hasta los codos, hace que toda su piel pálida expuesta resalte.

—Tenemos cosas pendientes, Amy y te encuentro con éste jugando a los abrazos.

—Yo no estaba...

—Las excusas para otro día, vamos necesito de ti.

Se da la vuelta no sin antes darle una mirada mortal a Min Hoo que siento como se encoge a mi lado, tengo una furia creciente en mi. Lo sigo en silencio y el camino a través de mis compañeros que miran todo con curiosidad. 

Que vergüenza.

Paso por los tantos pasillos que hay y veo a Jungkook pasar, me da una sonrisa tímida y cuando se la devuelvo se pone rojo. Una parte de mi sigue consternada que me haya visto en una situación tan poco favorable para mi trabajo.

Entramos a su camerino y se sienta en un sillón más grande que mi cama.—Brillos.

—Hace un rato era Amy.— respondo seca. 

Ríe y se toca la barbilla.—Si sabes que estás prohibida de tener relaciones sentimentales con tus compañeros ¿no?

Me voy hacia el tocador y pongo en orden todo. No necesito verle la cara para hablar.—Siempre son las reglas de siempre.

—¿Y te gusta romperlas?— ronronea. Levanto mi rostro para verlo en el espejo. Sus brazos están estirado y tiene esa pose de los hombres de poner su tobillo sobre la otra rodilla.

—Soy muy profesional y este es mi trabajo soñado y no dejaré que nada ni nadie lo arruinen.— aseguro.

—Me alegra escuchar eso.

—¿Qué pendientes tenemos?

—Ninguno.



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En el texto hay: bts, fanficbts, enemies to lovers

Editado: 09.07.2022

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