Miro al señor Lee que teclea frenéticamente algo en su computador. Cuando me mandó a llamar solo me puse un poco nerviosa.
Solo un poco.
El fin de semana fue perfecto para aclarar mis ideas o al menos intentarlo.
Taehyung estuvo con Suni que trabajaba para él y por las palabras de Suni sé que todo termino demasiado mal como para que la mandara a sacar. Ahora no estoy muy segura de que me haya dicho la verdad de qué trabaja ahí.
Taehyung me beso porque es un inmaduro.
Le devolví el beso por puro impulso y parte de mi se arrepiente por no contenerme y hacerle creer que aun sigo colada por él.
Le conté a Celeste todo lo qué pasó, me dijo que Taehyung era idiota y que le pondría pica pica en su vestuario, luego pusimos un clásico para el desamor: 500 días con Summer.
Llegó el momento en que uno está en su cama mirando el techo pensando en todo y a la vez sintiendo las mismas sensaciones de esas memorias. No fui la excepción, odiaba esos momentos donde mi mente volvía a años pasados cuando vivía a medias junto a ella.
Encerradas física y mentalmente.
Luego mis memorias me llevaban a uno de los momentos más triste de mi vida.
Y de un momento a otro pasaba a Taehyung. Puse tanto en riesgo y todavía pienso que tan cegada pude haber estado para arriesgar por lo que tanto soñé. Por mi trabajo que soñé desde que agarré mi primera brocha y aplique mi primera sombra. Podía darle vida a un rostro con tantos colores, no sería un lienzo vacío.
—Perdón Amy se suponía que los directores generales apoyarían este nuevo hit de los chicos.—me habla sin apartar la vida de la pantalla.—Y aquí estoy tratando de negociar una cita para hablar con ellos. ¡Increíble!
—¿Lanzaran otra canción? Si solo hace poco sacaron una en conjunto con Halsey.
—¡Exacto! Y fue todo un éxito.—se toca el puente de la nariz con la frustración que solo un manager puede tener.—Pero ellos quieren más y más porque saben que pueden y hasta que no puedan verlos en vivo no les darán luz verde para iniciar.—asiento con la cabeza porque no se que puedo decir. —Pero no te llamé para que seas como mi terapeuta, mi terapia es a las cinco.—bromea, o eso creo.—Como sabrás, Mandy está un poco indispuesta para venir a trabajar.
—¿Está muy grave?—pregunto preocupada.
—No, es solo un resfrío y que al parecer el clima de Hawaii le ayuda mucho.—entrecierra sus ojos y niega con la cabeza.
Ah bueno.
—Al ser jefa del área de maquillaje, los estilistas estarán perdidos sin un guía.—dios mío, será lo que creo que estoy pensando. Empiezo a hiperventilar.—Necesito un reemplazo y Mandy te ha sugerido como una.
—¿Yo?—mi voz suena muy aguda.—¿Está segura? Yo aun no tengo la experiencia que otros tienen aquí.
—En eso tienes razón pero sabes que cada trabajador es primero investigado antes de contratarlo.—me tenso y miro hacia el otro lado.—No indagamos en la vida privada, quizá solo en antecedentes penales pero después de eso solo su vida profesional, Amy.—aclara.
—Si, claro eso es lógico.—le doy la razón aunque esté pensando en todas las noticias de aquel año.
No necesito que otro jefe me vea con cara de pena
¿Y si por eso me están dando el puesto? ¿Por qué Mandy me tiene pena?
—Yo...Yo agradezco que se me considere como lo suficientemente buena como para ocupar el lugar de Mandy pero considero que hay compañeros que se merecen el puesto antes que yo y...
—Y nada. Mandy dice que puedes tener a Min Hoo como tu segundo al mando pero la que toma las decisiones eres tú.—usa el tono que estoy muy segura que ha hecho orinar a varios.—Tienes el cronograma de esta semana, los chicos no tendrán tiempo de nada, tu labor será organizar a los estilistas y en su distribución y en los productos que requieran. Confío en ti.
Pero yo no.
(...)
—¡El pedido se hizo con semanas de antelación!—grito ofuscada a la persona que tengo al otro lado de la línea. No ha pasado ni un día y ya quiero renunciar al cargo.—Por favor verifique otra vez. Está al nombre de Mandy Conelly, empresa Big Hit.—por dios escucho como la chica está mascando chicle del otro lado.
Yo me estoy mordiendo las uñas.
—No tenemos su pedido.—habla la chica aburrida.
—¡Pero si aquí tengo el comprobante!
—No tenemos su pedido.—cuelga.
¿Cuánto cuesta el boleto de avión Filipinas?
(...)
—¡Chicos, reunión en cinco!—hablo por el megáfono que Mandy dejó. Todos me miran extrañados. El área de estilismo cuenta con alrededor de veinte personas, actualmente. Todas son promesas jóvenes de diferentes partes del mundo. Todos traen nuevas técnicas, nuevos estilos y nuevas percepciones.
Son lo mejor de lo mejor y están a mi cargo.
Sufriré de la presión muy joven.
Recorro la vista por las diferentes caras de mis compañeros. Trago grueso, estoy muy nerviosa y Min Hoo ha huido, no lo he visto desde hace una hora desde que lo oí discutir con alguien, supongo que es otro proveedor impuntual.
—Hola chicos.—agarro con más fuerza mi ipad contra mi pecho. ¿Mi meta con esta reunión? no soltar una tontería y distribuir bien el trabajo.—Como sabrán Mandy esta un poquito indispuesta y no podrá volver hasta la próxima semana.—todos se quedan en silencio, mirándome a que continúe, para evitar esas miradas prendo mi ipad y me concentro en ello.—El señor Lee me ha escogido, junto a MinHoo, solo que no lo encuentro.—suelto una risita.—Para manejar el área en su ausencia. Tengo apuntado todas las tareas de cada...
—¿Por que tú?—levanto la mirada para encontrarme con Hana quien me mira entre molesta y confundida.—Puedo entender la elección de Min Hoo pero ¿Tú?
A su lado hay una chica que asiente dándole la razón.
—Mandy sugirió que podía hacerlo.
Una risa sarcástica y masculina se hace presente y no logro distinguir quien fue. Todos han empezado a mirarse y susurrarse entre si.