El Final Del Cuento De Hadas

04

Tenemos un poco de lo que podría haber sido un valioso amor

-Cualquier cosa llamame, ¿si Patrick?-dije mientras terminaba de ponerme labial

-Por septuagesima vez, si Sarah. Tranquila. También es mi hija. Además, no estaré solo, estará Aurora ahí también-me gire hacia él y le sonreí sarcásticamente

-Lo sé, justamente por eso acepte salir con Caleb. Porque sé que Aurora estará a cargo-me reí y me mire por última vez en el espejo

-Estas guapísima. Si no amara demasiado a Aurora, ni estuviera esperando un hijo con ella, y mucho menos fuéramos tan buenos amigos... Te pediría que volvieras a ser mi novia-me sonrió a través del reflejo del espejo, le devolví la sonrisa

-Lo sé, estoy radiante-ambos nos reímos

-Había olvidado tu humildad-me encogi de hombros y él se volvió a poner serio-pero ahora escuchame tu, si sientes que algo va mal, si te quieres ir, si sientes algo extraño, llamame. No lo dudes ni un segundo ¿esta bien?-asentí con la cabeza y me acerque a abrazarlo

Sucede que le había contado sobre como me sentí la primera vez que vi a Caleb, y me dijo lo mismo que Aurora, que deben ser cosas mías, más un "igual, ve con cuidado por las dudas". Sabía que siempre podía confiar en él

-Gracias por estar-dije sobre su pecho

-Ay Sarah, no agradezcas, es más, el que debería de agradecerte por todo soy yo-me separo de él y me miro a los ojos-gracias a ti tengo una hija hermosa, la cual no cambiaría por nada en el mundo-me guiño el ojo y me sonrió con ternura-pero bueno, ¿ya estás lista así vamos?

-Si, supongo. Tampoco quiero verme super radiante para tomar café-ambos nos reímos

-Esta bien. Ve subiendo al auto que yo iré a llamar a Fran-dijo Patrick mientras se dirigía hacía las escaleras

Me dirigí hacía la Jeep Renegade color blanco de Patrick y me subí en el asiento del acompañante. Tengo que aprovechar que se ofreció a llevarme, ya que su casa queda más o menos cerca de por ahí. Ellos llegaron y se subieron al auto

Estábamos cerca del café, cuando Fran me habló

-Suerte ma-me dio un beso en la mejilla

-Gracias mi amor, y portate bien en la casa de tu papá. No hagas enojar a Aurora-dije mientras me bajaba del auto

-¿Y a mi si me puede hacer enojar?-preguntó Patrick indignado

-A ti puede hacerte hasta llorar-me rei y luego mire seriamente a Fran-no era en serio, portate bien. Enseñales lo bien que te educó tu mamá-le sonreí y ella me devolvió la sonrisa. Me gire hacia Patrick-estaré en tu casa a más tardar una hora, ¿de acuerdo?-me sonrió

-Si mamá, no hay problema. Ahora vete-y se estiró para cerrarme la puerta en la cara y sacarme la lengua a través del vidrio. Yo solo vire los ojos y solté un suspiro. Y se supone que él es el adulto a cargo

Me di media vuelta y me encamine hacia la cafetería. No sabía si esperarlo afuera o adentro. Empezó a correr una ventisca fresca, aunque claro nos encontrábamos en otoño, así que decidí esperarlo mejor adentro.

Me adentre a la cafetería, y ésta tenía la típica campanita en la puerta que avisa a la gente que alguien nuevo entro. Empecé a buscar con la mirada algún lugar vacío, hasta que choque con unos ojos que me entregaban una mirada fría que me hizo estremecer, estaba por mirar hacia otra parte hasta que lo vi bien. Era él. Era Caleb. 
Me reí por lo tonta que fui hace unos segundos queriéndolo esperar afuera, cuando él ya se encontraba aquí. Él me devolvió la sonrisa. Tal vez creía que le estaba sonriendo a él. Se levantó de su asiento mientras me encaminaba hacia él

-Hola guapa-me dio un beso en la mejilla

-Hola Caleb-le sonreí y él me estendio el brazo para que me sentara en mi respectivo lugar

-Siéntate y yo iré a buscarte el café. ¿Qué te gustaría?-me pregunto con una sonrisa

-Un latte por favor-le dije amablemente

-Okay, esperame aquí y enseguida te lo traigo-se dio la media vuelta y vi como se iba hacer fila para hacer mi pedido

Estaba hablando con Aurora por WhatsApp, estaba preguntándole como iban las cosas, cuando vi a Caleb delante mío. Guarde el celular y le sonreí

-Aquí tienes-me sonrió entregandome el café

-Qué caballeroso. Muchas gracias-dije acomodandome mejor en mi asiento

-Si me conocieras, sabrías que es algo que me caracteriza. La caballerosidad-me reí y baje la mirada hacia mi latte-Así que Sarah Vancouver, cuéntame de ti-lo mire tomar su café

-¿Qué quisieras saber?-pregunté cautelosa

-No sé, lo que quieras contarme-solté un largo suspiro y él se rio-¿ya te aburriste de mi?-me reí

-No, claro que no. Solo que no soy de muchas palabras, no suelo hablar de mi-tome un sorbo de mi café

-Vale, ¿te parece si jugamos al juego de las preguntas?-no pude contenerlo más y solté una carcajada, él solo me miro confundido-¿dije algo malo?-preguntó tomando otro sorbo de su café 



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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