El Final Del Cuento De Hadas

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Dicen que debes seguir sin mirar atrás y superar tus problemas. Pero si te pierdes a ti mismo, ¿qué significa realmente?

Era miércoles por la tarde y no sabía que hacer. Estaba demasiado aburrida, ya que Fran estaba en sus clases de canto. Hoy Patrick y Aurora cumplían dos años de estar casados, así que decidieron pasar todo el día juntos, Alex estaba "conociendo nuevamente" la ciudad y Caleb... Él me dijo que estaba ocupado.

Necesitaba más amigos definitivamente

Decidí ponerme ropa para hacer gimnasia, para así salir a correr un rato.

Estaba terminando de cambiarme, cuando tocaron el timbre de la entrada. Fui a ver de quien se trataba

—Hola amor—dijo Caleb una vez que abrí la puerta

—Hola—dije sorprendida y recibí su corto beso como saludo—¿Qué haces aquí?—pregunté haciéndome a un lado para que él pudiera entrar

Cerré la puerta, y me encamine hacía la sala, donde Caleb ya se encontraba 

—¿Esperabas a alguien más?—se rió

—No, pero pensé que estabas ocupado—dije viendo como él se sentaba en el sofá

—Lo estaba, si. Pero me desocupe rápido para poder venir a verte—estiró de mi brazo hasta hacerme sentar al lado suyo y darme un corto beso en los labios, sonreí—¿Qué ibas hacer algo, tenias planeado algo?—preguntó viéndome a los ojos

—Eh, iba a ir a correr. Pero ahora que estas aquí esa idea se descartó—me reí

—¿Tan aburrida estabas como para que tu quieras ir a correr?—me miró alzando una ceja

—Sinceramente.... Si—lo miré con una sonrisa falsa

Pase la tarde charlando, riendo y besándome con Caleb. Si bien no hicimos nada más, para mi eso fue suficiente. Era entretenido hablar con él, conocerlo.

Vi la hora en mi celular, y era momento de ir a buscar a Fran a sus clases

—Bueno amor, es momento de irme a buscar a Fran a sus clases de canto—dije antes de darle un corto beso y levantarme del sofá

—Vamos, yo te llevo

Él se levantó del sofá y ambos fuimos hasta la puerta de entrada. Nos colocamos nuestros sacos, y salimos de la casa directo a su auto

Llegamos al lugar dónde Fran tenía sus clases de canto y ella al vernos bajar del auto, se acercó corriendo a nosotros para abrazarnos. Amaba que sea una niña tan cariñosa, tan alegre, tan feliz. Juro que haría lo que fuera porque eso nunca se vaya

—Hola Caleb, ¿cómo estás?—preguntó ella mientras se subía en la parte de atrás del auto

—Hola pequeña, muy bien, ¿y tu? ¿Cómo te fue en tus clases?—la miro por el espejo retrovisor

—Bien, y de maravilla. Hoy tuve que cantar parte de una canción y la profe me dijo que voy mejorando muchísimo—dijo Fran con entusiasmo

—¿Y cuando piensas cantarme un poco eh? Aunque sea un poquitín—dijo Caleb con la mirada al frente

—No te hagas muchas ilusiones amor—me reí—ni siquiera nos ha cantando ni a Patrick, ni a mi. Le da vergüenza—me giré para verla, y le guiñe el ojo mientras le sonreía

—Bueno, pero algún día tienes que superar esa vergüenza. Si tienes un talento, tienes que aprovecharlo—dijo Caleb

—Algún día tal vez les cante. Algún día—dijo ella para luego mirar por la venta y tararear al ritmo de la música que sonaba en la radio

Caleb me sonrió y le devolví la sonrisa. Me gustaban estos momentos. Me gustaba como él trataba a Fran, la cuidaba, la quería, la trataba como una hija prácticamente

mes después 

Estábamos todos en casa de Patrick esperando que esté listo el almuerzo, y cuando decía todos, me refería a Alex, Caleb, Fran y yo. 

Estábamos haciendo un almuerzo de despedida a Alex, ya que mañana se volvía a Italia, por el hecho de que faltaban dos semanas para navidad y él quería pasarlo allá. Si bien me encantaría que la pase con nosotros, no podemos detenerlo y decirle dónde y con quién tiene que pasar los días festivos 

Estábamos todos riendo, cuando de repente Aurora soltó un quejido y a continuación un pequeño grito de dolor. Todos nos asustamos y giramos rápidamente a verla, y al hacerlo todos quedamos en shock. Incluyéndola

—Patrick...—fue lo único que dijo Aurora antes de mirar entre sus piernas 

—¡No sé queden ahí! Muevan sus piernas que la mujer acaba de romper bolsa—dije corriendo hacía la mesa de la entrada y cogiendo las llaves del auto—Patrick y Alex, ayuden a Aurora a llegar al auto—ellos automáticamente se acercaron a ella y empezaron ayudarla a caminar—Caleb, mi amor, ve enciendo el motor del auto

Le tire las llaves del auto de Patrick y él las agarró rápidamente para luego asentir con la cabeza y salir corriendo de la casa para hacer lo que le dije. 

Fran se acercó corriendo a mi con sus ojitos llorosos

—¿Qué le pasa a Aurora mami?—preguntó Fran 

—Si Dios y todos los santos quieren, hoy nace tu hermanito mi amor—le sonreí, y ella me sonrió feliz—tienes que quedarte con Alex, ¿si? Porque no te van a dejar estar ahí, te prometo que luego te llevo para que conozcas a tu hermanito. Pero ahora, te tienes que quedar con Alex, y prométeme que te portarás bien, ¿si mi amor?—dije mientras le daba un beso en la frente 

—Si mami. No te preocupes por mi, ve ayudar a Autora y a mi papá que se ve que está apunto de desmayarse—le di un último beso en la frente y me fui riendo hasta la salida 

Llegué hasta afuera, una vez vi que terminaron de ayudar a Aurora a subir al auto, me acerque a Alex, pero este no me dejó hablar 

—Ya sé, yo me quedo con Fran. Yo la cuido. No te preocupes. Ahora ve, ve, ve—dijo dándome empujones hacia el auto. 

Le di un beso en la mejilla y le sonreí agradecida antes de subirme al auto.
Patrick le sostenía la mano a Aurora y Caleb miraba por el espejo retrovisor

—¡AL HOSPITAL CALEB!—grito Aurora. 

Este asintió con la cabeza, y empezó a conducir hacía el hospital más cercano. 

—Vamos mi amor, respira. Inhala, exhala, inhala, exhala. Vamos que falta poco—decía Patrick. Pero yo sabía que lo mejor para ésta situación, era quedarse callada 

—¡Cállate, no quiero oír tu irritante voz! ¡Te odiAhh! ¡¿POR QUÉ ME METISTE EN ESTO?!—gritaba Aurora mientras se quejaba por el dolor 

Patrick me miro sin comprender, y le di una señal de que no pasaba nada, que era normal esa reacción 

—Y yo te amo—dijo éste mismo mientras le daba un beso en la frente 

Llegamos al hospital, y Caleb aparcó el auto, una vez que lo hizo me bajé y entre corriendo al hospital lo más rápido que pude y llegue hasta la recepción donde habían varias enfermeras 

—Ayúdenme, afuera está mi amiga y está en labor de parto—dije lo más rápido que pude 

Una enfermera entro aún más al hospital, supongo a buscar algún doctor, mientras que otra enfermera salió corriendo a una esquina y sacó una silla de ruedas y luego me siguió hasta afuera dónde se encontraban los chicos ayudando a Aurora 

Llegamos con la enfermera, y Patrick y Caleb ayudaron a Aurora a sentarse en la silla de rueda. 
Entramos al hospital, y la enfermera se la llevó a Aurora por uno de los pasillos, y Patrick los siguió por detrás. Mientras que Caleb y yo decidimos ir a tomar asiento en la sala de espera 

—Gracias por tu ayuda—le dije luego de un tiempo—Te quiero 

—No tienes por qué agradecer mi amor, sabes que ya los quiero a todos como si fueran una familia y es un placer y un honor ayudar en la llegada de ese pequeñín—me sonrió para luego darme un beso en la nariz—Te quiero más

Y me dio un beso. Uno de esos que dice más que mil palabras. Que demuestran el cariño, el amor, el aprecio, que demuestran todo lo que una persona siente hacia ti. 

Nos separamos por falta de aire y apoyé mi cabeza en su hombro, y quedamos así, abrazados, si es que se le podía llamar a eso un abrazo. 

Había pasado más de tres horas y ya había empezado a preocuparme que Patrick no apareciera a darnos noticia sobre Aurora o algo. 

Si era parto natural, y el bebé estaba completamente sano, ¿qué más podría pasar? 

—¿Qué te sucede?—dijo Caleb viendo mi rostro 

—¿No te preocupa que esté tardando tanto?—dije mirándolo con preocupación 

—Fuiste madre, ¿y no recuerdas que la dilatación tarda demasiado tiempo?—se rió Caleb. En ese momento, sentía como el alma volvía a mi cuerpo 

—Te juro que me había olvidado por completo. Es que ya no recuerdo el sufrimiento del parto—me reí—de mi parto, solo recuerdo haber roto bolsa, ohhh si, haber estado como ocho mil horas para dilatar y luego, tener a Fran en mis brazos. Es todo lo que recuerdo—Caleb se rió y me dio un beso en la sien 

—Ay mi amor, tú y tu cabecita. Mira, tengo entendido que las madres primerizas pueden llegar a tardar de seis a diez horas en terminar de dilatar—abrí los ojos como plato, ¿tanto? Wow—y pasaron ya—miro la hora en su celular—cuatro horas. ¿Qué hacemos? ¿Vamos a casa de Patrick y vemos cómo se encuentra Fran, o nos quedamos aquí las últimas dos horas o capaz y seis horas que quedan?—preguntó tomando mi mano y jugando con mis dedos 

—Aunque es tentadora la idea de ir a ver a Fran. Prefiero quedarme aquí. Total, son dos horas más. Si no empieza labor de parto ahí, vamos a darnos una vuelta, ¿si?—le di un beso en la mejilla—aunque no estoy preocupada por Fran, sé que está en buenas manos—le sonreí 

—Igual, sabes que así como se dice mucho no me agrada Alex, y dejarla a Fran sola con él no me gusta—entrelazo nuestros dedos y me miró a los ojos

—Me encanta que te preocupes por Fran, en serio—sonreí como una boba

—Es que Fran es... No se, ya la quiero y demasiado. Y hasta podría decir que la quiero como una hija—sonrió un poco 

—Por eso te quiero demasiado—le di un corto beso en los labios—siempre estas al pendiente, ya sea de mi o de ella. Gracias, en serio 

—Y por eso yo te quiero más, siempre eres tan.... Tan así. Agradeces todo, por más mínimo que sea el acto, tu lo agradeces

Agarro mi nuca para luego impulsarme hacía él y besarme. Si bien era un beso tranquilo, normal, rejalado. Recordé que estábamos en público, y estas muestras de amor no me gustaba dar en público, así que me separé de él y le sonreí 

Así pasaron las siguientes dos horas, charlando y alguna que otra risa con Caleb. 

—Voy a buscar algo para tomar, ¿tu quieres algo?—dijo él mientras se levantaba del asiento 

—No gracias, estoy bien

Él asintió con la cabeza, y se fue por uno de los pasillos 

Estaba terminando de responder un WhatsApp a Alex, diciendo que tal vez tardaríamos unas cuantas horitas más, que me perdone y que si quería, podía ir para ahí. En lo que apretaba enviar, vi a Patrick caminando hacia mi, me levante de un salto y me acerque a él 

—¿Y Caleb?—preguntó viendo hacia todos lados 

—Fue a buscar algo para tomar, ¿y cómo van?—pregunté nerviosa 

—Venía avisarte que Aurora ya tiene la dilatación correcta y enseguida la van hacer entrar en labor de parto—me sonrió feliz 

Pegue un pequeño chillido y lo abracé feliz 

—¡Qué emoción! Vas a ser padre de nuevo. Ay no me puedo creer que ya vaya a tener a ese bebito en mis brazos—dije separándome de él 

—Lo sé. Gracias por estar aquí dándonos tu apoyo. Bueno, tengo que volver allá. Salgo cuando haya nacido el bebé para avisarte, te amo—me dio un beso en la frente y se fue corriendo nuevamente por donde llegó 

En cuanto me senté en mi lugar correspondiente, me llegó un WhatsApp de Alex




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