El Final Del Cuento De Hadas

23

Dicen que todo llega por algo. Y tienen razón. Pero ése "algo", fue mi peor pesadilla

1 semana después

Ya había pasado una semana. Una semana en la que Caleb había aceptado la relación entre Fran y Max. Una semana dónde Fran y Caleb casi no discutían. Una semana donde todo casi casi volvía a la normalidad

Estaba mezclando mi café, pensando en todo lo ocurrido en la semana, cuando Lauren entró a la cocina

—Sarah, ven a la oficina— dijo Lauren

Acto seguido salió de la cocina del edificio y se encaminó a donde supongo su oficina

Me pareció extraño. Deje la cuchara con la que estaba mezclado el café en la mesada y me encaminé hacía la oficina, pensando en qué habrá ocurrido para que Lauren esté tan seria

Entre a la oficina, y Lauren ya se encontraba sentada atrás de su escritorio. Me acerque a mi escritorio y deje mi taza de café en ella, luego me encamine hasta el escritorio de Lauren. Ella me hizo un ademán con la mano, para que tomará asiento delante de ella, así lo hice

—Dime Lauren, ¿qué ocurre?—pregunté mientras me acomodaba en mi asiento 

—Estas despedida—me quedé quieta sin saber muy bien que hacer. Levanté la cabeza y la miré 

—¿Qué?—pregunté sorprendida 

—Estás despedida Sarah—dijo Lauren fría 

—¿Hice algo mal? ¿Por qué?—dije sin salir de mi trance 

—Pregúntale a tu esposo. Mientras, no quiero saber nada de tu familia. Y si quiero lograrlo, tienes que irte—dijo neutral

—¿Pero qué pasó? Dime, para entender mejor— dije 

—Caleb, golpeó y amenazó a Max para que dejara a Fran. ¿Acaso te das cuenta de qué clase de esposo tienes? ¿De con qué clase de bestia vives, y ves todos los días?—dijo Lauren con furia 

—¿Qué él hizo qué? No, eso es imposible—dije sin creerme-lo

Caleb podrá enojarse y hacer escenas de celo. Pero jamás golpearía a Max. 

—Cree lo que quieras Sarah. Pero por respeto a que alguna vez fuimos muy buenas amigas es que no denuncio a la bestia de tu marido. Ahora, retírate— dijo antes de concentrarse en su computadora

—Gracias por todas las oportunidades que me has dado— dije antes de levantarme de mi asiento

Recogí todas mis cosas. Acomodé mi ex lugar de trabajo, agarré mi bolso y salí de la oficina agradeciendo todo por última vez.

Al salir del edificio, llame a Patrick

*Llamada telefónica a Patrick*
 

Hola mami, ¿cómo estás?

Hola, no tan bien. ¿Estás ocupado?pregunté mientras dejaba la caja con mis pertenencias en el suelo, en el borde de la escalera y yo me senté a la par 

Estoy en el hospital ahora, pero puedo salir un momento. ¿Necesitas que te pase a buscar?

Por favor. Estoy afuera del edificio dónde trabajo 
 

Dame cinco minutos y estoy ahí

Graciassuspire

No agradezcas 
 

Y colgó

No sabía a quién más llamar a parte de él. A Caleb no quería verlo, no ahora. Y el primero que se me ocurrió, fue Patrick

Estaba por mandarle un mensaje, cuando su camioneta se estacionó frente a mi.

Me levanté del suelo, levante la caja y me acerque a la camioneta. Patrick me abrió la puerta desde adentro. Me entré, me acomodé y cerré la puerta tras de mi

—¿Y esa caja?—dijo Patrick viéndome curioso

—Lauren me despidió— lo mire, me encogí de hombros y le di una sonrisa ladeada

—¿Cómo?— dijo Patrick desconcertado

—Vamos algún lugar, o al hospital y hablamos en tu consultorio

Patrick solo asintió con la cabeza y encendió el motor de la camioneta, para luego ponerlo en marcha

Llegamos al parque que estaba cerca de su casa y cerca de mi casa, y estacionó la camioneta. Lo miré curiosa 

—¿Y tú trabajo?-pregunté 

—Le pedí a un compañero que me cubriera por un momento—me sonrió— ¿Quieres un café? 

Me reí recordando que ni siquiera pude tomar mi café en la oficina

—Claro— le sonreí 

Llegamos a una cafetería, a la misma donde había tenido mi primera cita con Caleb, y entramos. La misma campanita de siempre sonó, y Patrick me dijo que fuera a sentarme mientras él iba a pedir los café 

Me senté en un lugar cerca de la ventana. Vi como Patrick estaba cerca de ser atendido, así que gire mi cabeza al gran ventanal y fije mi mirada en la calle, en los niños, en los jóvenes, en el paisaje, en todo lo bello que había y que no solía apreciar

Volví a la realidad, cuando Patrick dejó mi café latte en la mesa y él tomó asiento frente mío. 
Junto sus manos sobre la mesa, me miro atentamente y suspiro 

—Anda, cuéntame 

Solté un gran suspiro y me preparé para contar lo que Lauren me había dicho. Aunque, a decir verdad, no debe ser cierto, ¿o si? 

—Lauren me despidió, porque... Porque Caleb amenazó a Max para que dejara a Fran— Patrick me miró con los ojos como plato— y no solo eso, sino que al parecer, también lo golpeó 

—¿Qué él hizo qué?— dijo Patrick 

—Yo... Yo no sé, ¿lo crees?—lo miré dolida 

—No sé Sarah, Caleb siempre me pareció un buen tipo. Me cae bien, y todo, como también sé que tiene su carácter bastante pesado, pero a ver, ¿golpear a un menor? No, no lo creo 

—Patrick— me mordí el labio inferior con nerviosismo— ¿Y si sí fue así? O sea, digo, ¿y si sí lo golpeó? 

—Pues no entendería el por qué. Ni que hubiera una razón lógica—me miró preocupado para luego tomar de su café 

Acopie su acción, mientras pensaba en un por qué razonable. ¿Por qué Caleb haría tal barbaridad? 

—Sarah, tranquila— dijo Patrick mientras me agarraba la mano por encima de la mesa

—No tengo trabajo Patrick. ¿Cómo quieres que esté tranquila?—lo mire a los ojos

—Ya encontrarás algo. Te ayudaré. No estás sola, ¿sí? —asentí con la cabeza—y respecto a Caleb... Mi mejor consejo, es que lo hables con él, que le preguntes que ocurrió. Tal vez las cosas no fueron así, o tal vez si. Todo se verá si hablas con él— volví asentir con la cabeza

—Tienes razón. Pero, ¿qué hago si fue así?— lo miré a los ojos

—Saber bien a fondo el por qué, y si no te parece verdadero o, no sé, una respuesta cuerda, aléjate, aléjalo un tiempo para que se de cuenta de sus acciones

—Vale, tienes razón. Gracias Patrick. Mejor ya no te quito más tiempo y me voy a mi casa— me levanté de mi asiento

—Vamos, te llevo— dijo él levantándose de su asiento
-No, está bien. Caminare y pensaré en todo lo que me dijiste— le sonreí

—Vale Sarah. Cuídate, cualquier cosa me llamas, ¿si?— dijo mientras abría la puerta del local para que saliera

—Claro. Saco mi caja de tu camioneta y me voy— le sonreí

Me devolvió la sonrisa, y me abrió la puerta del copiloto, para que sacara la caja. Una vez que la saque, él cerró la puerta

—Adiós Patrick, te adoro— lo abracé y el me correspondió el abrazo

—También te adoro— me dio un beso en la coronilla

Me separe de él y lo salude con la mano, me di media vuelta y empecé a caminar



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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