El Final Del Cuento De Hadas

33

Deja que el viento apacigüe el caos de tu mente

Dos años después

SARAH

Faltaban sólo tres meses para salir de aquí. Estaba ansiosa y feliz.

Feliz por qué al fin podría ver a mi hija, estar con ella, pasar tiempo con ella, ver de nuevo a mi Fran y que solo ella sea capaz de llenar completamente mi corazón de felicidad.

Aunque debo de admitir que voy a extrañar a Verónica.

Gracias a ella creo que no la pase tan mal aquí adentro. Con ella aprendí a ser más fuerte. Se había convertido en una buena amiga a lo largo de este tiempo.

Dicen que a nuestra vida, siempre llegarán personas temporales a las cuales nunca olvidarás, porque siempre se llevan parte de nuestro corazón como también ellos dejan parte de su corazón en nosotros. Son personas que tienen magia, que al recordarlos no te dan tristeza, rabia o melancolía, al contrario, te dan alegría. Y ella, era una de esas personas. Verónica fue totalmente mi luz en toda esta oscuridad. Y estoy eternamente agradecida con ella por eso, por no dejarme caer, por entenderme, por ser mi amiga.

Hablando del pasado, ya había superado el tema de Caleb, bueno eso creo. No se si del todo, pero la mayoría si. El tiempo metida aquí, me había echo recapacitar, pensar bien.

Ahora mismo estábamos en el patio, porque era nuestro "receso" por decirlo de alguna forma.

Estaba totalmente consumida en mis pensamientos. Hasta que vi a Verónica fumando un cigarro y acercándose a mi

—¿En qué piensas?—me dijo mientras se sentaba al lado mio

—En todo. En ti, en mi, en los meses que me quedan, en mi familia, en Caleb. Todo—dije viéndola de reojo

Hace dos semanas me habían dado la "noticia" de que en tres meses me iría. Que me habían bajado la condena.

—¿Sigues resentida con él?—preguntó Verónica calando un poco de su cigarro

—No, bueno, no sé—me reí

—¿A la final?—se rió Vero

—A ver, como explicarte—me senté mejor para poder verla—no estoy como cuando llegue aquí, así en plan lo odio, y tal, pero aún como que hay una pizca, un granito de arroz de rencor. ¿Entiendes?—pregunté viéndola

—Creo que sí. O sea, ahora es como que toleras más el tema. De todas formas, obviamente que siempre te quedará algo, eso no se perdona ni se olvida así como así—dijo Vero mientras se encogía de hombros y expulsaba el humo

—Claro, eso es. Por ejemplo, ahora estamos hablando del tema y estoy tranquila, te hablo neutro, mientras que antes lo hacía con odio y tal—le sonreí

—Hablando de eso, ¿cómo está Fran?—dijo acomodándose mejor en la banca

—Bien, muy bien. Cada día está más hermosa, más inteligente, está... mejor—sonreí

—Eso es bueno. Al fin está mejorando, al fin ése trauma está yéndose poco a poco—dijo Vero viendo hacía el cielo

—Si. Además de eso, estoy muy feliz. Salgo en tres meses, y ella en tres meses cumple años. No sé si saldré antes de su cumpleaños, en el día de su cumpleaños o días después de el mismo. Aunque siendo sincera, me encantaría salir el día de su cumpleaños, ya que ella no sabe que saldré en tres meses—dije con una sonrisa gigantesca en mi rostro a más no poder

—¡Cierto! ¿Cumple dieciocho años, no?—dijo Vero viéndome

—Si, así es. Ya dieciocho años mi bebé—me reí

—Bueno, ya no tan bebé eh. Qué loco, entraste aquí cuando ella tenía dieciséis, y de ahí, me sé toda su vida—se rió Vero y yo me reí con ella—¿te imaginas si tu condena si se hubiera cumplido?—suspiramos las dos al mismo tiempo

—Ella tendría veintiún años. No puedo creer cómo pasa el tiempo—sonreí con nostalgia

—El tiempo mientras menos te des cuenta, más rápido pasa—sonrió ella, para luego suspirar—mi hijo, mi Ángel, tendría más o menos la misma edad que Fran—dijo con lágrimas en los ojos

Me acerqué a ella y la abracé. Quería transmitirle mi confianza, mi paz.

Ella tuvo un aborto espontáneo, por los golpes de su ex marido. Cuando ella se enteró que estaba embarazada, intentó no hacer enojar a su marido, hacía todo lo que él decía. Pero un día ella verdaderamente se sentía mal por los vómitos y todo el tema del embarazo, y le dijo que no quería tener relaciones con él, y a él no le importó su "no" y abusó sexualmente de ella, de una manera salvaje y horrible, mientras la golpeaba, y en eso... Ella perdió a su bebé. Ella perdió a Ángel, como pensaba nombrarlo. Y luego de eso, ella se armo de valor completamente, y lo mató

Verónica calo un poco de su cigarro y expulsó el humo. Quería hablar, quería decirle que el nombre verdaderamente le hubiera quedado, porque ahora él era un ángel, era SU ángel. Cuando la guardia Stiller vino hacía nosotras




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