El Final Del Cuento De Hadas

18

Necesito que aguantes toda la tristeza, que yo no puedo dejar vivir dentro de mi

ALEX

Estaba llegando a la casa de Patrick, para ayudar a organizar la bienvenida de Fran ya que hoy iba a salir del hospital.

Al tocar la puerta, me abrió Aria, la persona que menos quiero ver en estos momento.

—Hola—dice ella con una sonrisa, lo cuál me pareció algo extraño por que ella nunca me sonreía. No a mi.

—Hola—le digo de manera fría.

—¿Te pasa algo?— me pregunta ella con un poco de preocupación y pude notar cierta tristeza y aflicción en sus ojos. Mierda.

—Para nada, estoy perfecto—le digo pasando por su lado.

Sé que ese comportamiento mio, no fue para nada lindo y mucho menos educado, pero realmente estaba enojado con ella.

Al llegar a la sala, no me gustó tanto la cercanía de Devon hacia Sarah, definitivamente al chico maravilla le gustaba mi novia, o bien, algo le pasaba con ella. Pero ése no era el problema realmente, si no, el verdadero problema era la sonrisa de Sarah. Su sonrisa hacía que me dieran punzadas en el estómago, no porque fuera algo malo, sino que yo amaba verla feliz y en serio empezaba a dudar si yo era el indicado para darle la felicidad que tanto se merece. Y al verla, ahí, sonriendo felizmente con él... Empezaba a dudarlo

—Hola amor—dijo ella haciéndome señas con la mano, sacándome por completo de mis pensamientos—¿en qué mundo estás?—me pregunta de manera divertida

Al parecer había estado tan metido en mis pensamientos, que no me había percatado de que Sarah me llamaba y que el resto de las personas presentes me miraban.

—Te dije que él no era muy inteligente Sarah—dice Aurora burlándose de mí, cosa que me hizo mirarla mal, pero, para ser sincero, estoy aguantándome las ganas de sonreír. De verdad que quería demasiado a esta pelirroja

—Ya quisieras gordita—le digo retándola con la mirada y dándole una sonrisa socarrona. Aurora solo me sacó el dedo de en medio, haciéndome reír

Di los tres pasos que me alejaban de Sarah, y la abracé por la cintura. Estaba dispuesto a volver a ser el Alex de antes o por lo menos en este momento, lo haría

—Hola amor—le digo dándole un beso, corto, pero lindo y tierno, en los labios

—Hola Alex—me dice Devon estirando su mano e interrumpiendo mi momento con Sarah.

—Hola—le digo estrechando su mano, sin soltar mi agarre de Sarah y giré mi cara para volver a verla—¿Y los niños?—pregunto ya que no los vi por ningún lado en la sala

—Están en el comedor—dijo Aurora mientras intentaba colgar un globo

Le di un corto beso a Sarah en los labios, para después dirigirme hacia dónde la pelirroja me había dicho

—¡Tío Alex!—grita Brad corriendo hacia mí, apenas me ve entrar por el umbral del comedor

—Hola hombrecito— le digo tocándole esa pequeña cabeza de color zanahoria con unas de mis manos mientras con la otra alzaba al más pequeño de la familia, yo amaba a estos niños—¡Aurora ayer yo estaba seguro que teníamos solo dos niños y una está en el hospital, ¿quién es el otro niño sentado aquí en el comedor?!—digo gritando, mientras el niño me miraba curioso y yo, por supuesto, lo miraba de igual forma

Deje de mirarlo, para así dejar a Aiden en su silla, para que siguiera dibujando, junto con Brad

—¿Sabía usted que cuándo se ingresa a una casa, se dice hola? y por si le interesa saber, no me llamo niño, me llamo Dallas—me dice el niño de ojos azules retándome con su mirada, cosa que me hizo acordar a Aria, ya que los dos tenían una mirada muy profunda, como si cualquiera se pudiera perder en ella.

—Es mi sobrino—dice Aria con la voz un poco apagada, cosa que molestaba, ya que ella no era así—Patrick fue a retirar a Fran—continúa ella para cortar con el momento tenso.

—Ya sabía —le digo de una manera tosca y fría

—¿Oye, quién te crees que eres para hablarle así a mi tía?—me dice Dallas señalándome con el dedo índice y con una determinación que era de admirar, definitivamente era igual a Aria.

—Tienes razón pequeño renacuajo—le digo mientras frotó su cabello con mi mano para molestarlo y luego miro a Aria—gracias, y disculpa por mis malos modos de contestarte— esta solo asintió con la cabeza.

—Que me llamo Dallas, no pequeño renacuajo—se acomoda el cabello con ambas manos medio frustrado, cosa que me hizo reír—¡¿papá que le pasa a éste?!—dice Dallas gritando y pasando por mi lado para salir del comedor e ir hacía su papá. Definitivamente este niño había mejorado mi día.

—Disculpalo él es...— no la dejé continuar.

—No te preocupes, me agrada, y sobre todo por que se enoja con mucha facilidad, igual que tú—le digo, mientras me perdía en su mirada y veía como se sonrojaba, definitivamente tenía que salir de este momento, así que le pregunté lo primero que se me ocurrió— ¿y Noah?.



#9434 en Joven Adulto
#10120 en Thriller
#5783 en Misterio

En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.