El Final Del Cuento De Hadas

23

Odio la forma en la que te recuerdo

ALEX

Aria y yo nos encontrábamos en su casa, investigando, haciendo llamadas y esperando respuestas.

Estaba concentrado leyendo algo que me habían mandado a mi email, cuando escucho como Aria suelta un bufido y un pequeño grito de frustración

—Hey, tranquila. Lo encontraremos—dije levantándome de mi asiento para acercarme a ella

—Eso espero. Porque también empiezo a sospechar que esto tiene que ver con James, y eso me preocupa—dijo mirándome fijamente

—Ya sé. Te invito a cenar. Sé que sueno como que no me interesara Noah y todo esto que está pasando, porque sé que sabes que no es así, que sí me importa. Pero también me importa tu salud, y no esta bien que estés así de estresada y preocupada. Así que, ¿qué me dices? Aunque sea un trago—le sonreí para alentarla a que me dijera que si

Aria se quedo callada unos minutos, para luego pasarse las manos por la cara con frustración y luego volver a mirarme para soltar un suspiro y asentir lentamente con la cabeza

—Esta bien. Deja que me vaya a cambiar y vamos—me sonrió

Sonreí mostrándole todos mis dientes y le hice una seña para que vaya tranquila. Una vez que la vi irse, solté un suspiro, para luego volver a ver mi email que me tenia preocupado.

Había pasado una hora y Aria todavía no regresaba. Estaba apunto de ir a buscarla, cuando de repente, ella apareció por el pasillo. Lucía hermosa. Ella es hermosa, pero hoy.. Wow

—Estás...—tosí para recuperar el habla—estas muy hermosa

Vi como Aria se sonrojaba un poco y me sonrió

—Gracias

—Bien, ahora vamos. ¿Tienes hambre o quieres beber algo?

—¿Pueden ser ambas?—preguntó

—Claro que sí, bella dama—sonreí

Ambos salimos de la casa y nos dirigimos a mi auto. Le abrí la puerta y ella me sonrió en agradecimiento y se subió al auto, cerré la puerta y me dirigí a mi lugar, para luego subirme y arrancar para acto seguido partir a algún lugar

Mientras manejaba son rumbo alguno, íbamos hablando de cosas tribales. Hasta que recordé que un viejo amigo tiene un restaurante y nos dirigí hacia allí

Una vez que llegamos, le hice una seña a Aria para que me esperara. Me baje y me dirigí hacia la puerta de ella y la abrí mientras extendía una mano para ayudarla a bajarse. Ella sonrió y acepto mi mano, para luego bajarse. Cerré la puerta tras de ella y, no sé por qué, pero no le solté la mano y nos dirigimos hacia la puerta del restaurante. Lo bueno, es que ya todos me conocían ahí y no tengo que sacar turno o esperar. Agarrado aún de la mano de Aria, me dirigí hacia Fabián, quien era quién atendía a las personas para saber si tenían turno o no. Escuchamos como la gente se quejaba atrás nuestro, como también sentí el apretón en mi mano de Aria, pero decidí ignorar todo

—Hermano—dijo Fabián cuando me vio y sonrió

—¿Cómo estás?—sonreí feliz

Solté la mano de Aria para abrazar a Fabián, y para ser sincero, me sentí raro, así que cuando me separé del abrazo, volví a agarrar su mano y entrelace nuestros dedos. Agradecía que ella no dijera nada

—Hola, mucho gusto—dijo Fabián extendiéndole una mano a Aria

Ella le sonrió y le tendió la mano libre, Fabián le dio un beso en esta, cosa que no sé por qué, pero no me gustó, pero decidí ignorar ese malestar que me generó eso

—¿Tienes mesas?—pregunté un poco frío para mi gusto, pero todo fue para que ambos se alejaran

Fabián me miro con burla y volvió su mirada hacia la lista, y antes de que pudiera hablar, una persona atrás mío nos interrumpió

—Amigo, ve hacer fila. Todos estamos aquí hace mucho tiempo esperando para poder entrar—dijo un hombre

Me gire para verlo, y estaba por responderle, cuando Aria lo hizo

—Perdón por meterme, pero creo que no deberías de hablarle así a él—dijo segura de sí misma, haciendo que la mire fijamente, me gire hacia Fabián que también miraba a Aria para luego mirarme a mi y encogerse de hombros

—¿Por qué no dulzura?—dijo el hombre con un tono que no me gustó para nada y, al parecer, a su acompañante tampoco

—Iugh, asco amigo. Tienes a tu novia al lado tuyo—dijo Aria, haciendo que casi se me escape una risa, pero la reprimí

—Si me dices que si, la dejo a ella y nos vamos por ahí a... Ya sabes, divertirnos—le sonrió con coquetería

La chica que estaba a su lado, se sacó de su brazo y le pego una bofetada y se fue de la fila, haciendo que él vaya atrás de ella

Me gire hacia Aria y le sonreí impresionado

—Una duda, ¿por qué no debía de hablarme así?—pregunté curioso, recordando lo primero que ella dijo

—Le iba a decir que eras el dueño, pero bueno, solo se fue—se encogió de hombros, haciendo que soltara una carcajada junto con Fabián



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En el texto hay: romance, misterio y drama, dolor y odio

Editado: 15.02.2020

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