Cap. 22 Un nuevo comienzo

“Las personas que aman a los gatos tienen algunos de los corazones más grandes que existen”

Susan Easterly

Brian estaba viendo el espacio en donde funcionaria sus negocios de inversiones Fritz & Rosenberg, así le puso en honor a su gato y mentor de todo su cambio, Roger miraba el lugar y le indicaba:

—Podemos poner las máquinas aquí, tu oficina puede estar allá al fondo.

—Tenemos que hacer valer la inversión y atender a los posibles clientes.

—Que de seguro vendrán.

Brian se asomó por la ventana y vio como el clima iba cambiando, se podía sentir el frío calando los huesos, no en vano entraban a diciembre y pensó en Fritz y dónde podía estar refugiado.

Tania llegó con chocolate caliente y donas y les dijo los dos caballeros:

—Calienten sus motores.

—Gracias, hermana.

—Cariño, me leíste el pensamiento, chocolate y donas—le dio un beso Roger.

Ella miró el lugar y los animó:

—Va a quedar increíble, tengo unas ideas para la decoración que mamá me dio para ustedes.

—¿Ya se le pasó el coraje?

—Un poco, mira tu video y vuelve a enojarse.

Brian les indicó entonces:

—Quiero que la imagen de Fritz esté aquí—Señaló una pared, quiero que cuando los clientes vengan vean al socio principal, Fritz.

—Es un lindo homenaje.

Esas palabras lo pusieron mal y les comentó:

—Fritz está vivo.

—Hermano…

—Yo les creo a esos gatos.

Ellos se miraron y él dijo sonriendo:

—No piensen que estoy loco, este ha sido un año complicado, es verdad, pero sigo vivo y ahora tengo mi propio negocio… Eso no me lo vi venir.

Abigail entró y miró todo con suma atención:

—Se ve grande.

—Esto es el inicio, luego seremos grandes.

—Así se habla...—le dio un beso y les anunció—y como tengo que estar a la altura del caballero aquí presente.

Señaló a Brian.

—Les anuncio que voy a poner mi propio lugar de embellecimiento animal.

Ellos se emocionaron mucho y Roger les dijo a los dos:

—Estoy con dos empresarios… Eso merece un brindis.

—Celebración completa—secundó Tania.

Ella sonrió y Brian le dijo a su novia:

—Tengo una persona muy capacitada para manejar su capital, si desea puedo contactarlo.

—¿Cobra caro?

—Solo con besos y caricias—sonrió él.

—Es una nueva forma de pago.

—Y por cuotas, hoy, mañana, pasado… Todo el año.

Ellos se besaron y Roger sonrió feliz por su amigo.

No me rendiré

Allí estaba Kelly con su amigote tomando un whisky y este le dijo con sorna:

—La cámara no te hizo justicia, eres diez veces más sexi de lo que mostró Rosenberg.

Ella enojada le increpó:

—Deja de decir bobadas, tuve que cerrar mi cuenta en todos los medios por causa de ese asunto.

—Lo siento… Ahora dime, ¿cómo sabes que el gato sigue vivo?

—El imbécil de mi exesposo me lo gritó en la cara, el gato se le escapó y cruzó la avenida y se fue corriendo, ¡VIVO!

—Entonces debe estar cerca… Los gatos no corren tan lejos de su casa.

—¡ESTA NO ERA SU CASA!

—Claro, lo robaste, debe estar perdido, deambulando por la calle…—sintió pena del animal—pobrecito.

Ella entonces histérica gritó:

—¡POBRECITO Y UN CUERNO!

—Calma mujer, relájate.

—Ese gato arruinó mi vida, mi reputación y ahora cuando salgo mi vecino le dice a su gato, ten cuidado y te desaparecen—hacía pataletas.

Grueso, así veía ese lío con la rubia y entonces le preguntó:

—¿Qué idea tienes ahora?

—Voy a buscar al maldito gato.

—¿Por qué?

—Lo quiero matar yo misma…—hacía ademán de estrangulamiento—retorcerle el pescuezo y que muera el desgraciado gato.

Patrick entonces pensó en una estrategia menos sádica que esa:

—Kelly, si encuentras al gato, puedes restablecer tu imagen frente a todos…

Ella lo miró desconcertada:

—Piensa, tú robaste al gato, todos te odian y te quieren ver muerta, pero si lo encuentras, dirás que lo buscaste incansablemente hasta hallarlo porque no podías dormir por las noches…