El Gran Reinicio Parte I : Despertar

Capítulo 96 : Veintiún Senderos

Ese tornado ha desaparecido, Yudis Palfan es alguien a quien la palabra extravagante va de la mano, finalmente puedo dormir tranquilo.

Cuando ella se autoproclamó como mi sirvienta personal se produjo un silencio absoluto entre todos los presentes, la primera en reaccionar fue Bianca quien rápidamente tomo de la túnica a Yudis y la aparto de mí, es la primera ves que la veo reaccionar de esta manera.

– Aléjate de mi querido. – Esta visiblemente enfadada.

Yudis arregla su túnica y observa a Bianca con una sonrisa la cual no desaparece.

– Tranquila, tranquila, no apunto a ser una de sus amantes, no es como si me hubiera enamorado de él… aunque esa hermosura dentro de él si que me ha atrapado, aunque. – Con su dedo índice toca coquetamente su labio. – Si él quiere usar mi cuerpo no tendrá ninguna objeción de mi parte.

Bianca eleva su mana ante el comentario de Yudis.

– Maldita perra, tu no quieres a mi querido, solo deseas usarlo para tu propio beneficio, no permitiré que te acerques a él.

– Mi Señor es libre, además. – Yudis coloca su brazo bajo sus pechos para así abultarlos aun más. – Mi cuerpo es mas apetecible que el tuyo, niña.

Ante la acción osada de Yudis varios de mis compañeros no lograron ocultar esa reacción que ocurrió entre sus piernas, me decepcionan. Bianca estaba por responder pero se escucha el sonido de un golpe contundente y Yudis cae al suelo inconsciente.

– Por este motivo no quería que ayudaras a mis Alumnos, pierdes la cabeza cuando se trata de un Demonio, maldita desquiciada. – Desde el báculo de la Maestra caen algunas gotas de sangre, no se ha limitado con la fuerza. – Alumno Griffin lamento este espectáculo lamentable de mi colega, me aseguraré de que comprenda sus límites.

– Gracias Maestra Agatha. – Decimos al unísono Bianca y yo.

– ¡Todos a descansar que mañana continuamos con el examen, han logrado terminar solo la etapa de Invocación, lo más difícil es alcanzar el estado del Vinculo así que no se confíen, recuperen fuerzas para lograr su objetivo!

– ¡Si Maestra Irlaz! – Responden los demás.

La Maestra toma el pie derecho de Yudis y la arrastra hasta uno de los portales, los demás regresan a sus casas personales, algunos querían hablar conmigo pero deciden no hacerlo por respeto, por mi parte decido quedarme hasta el final, Bianca también me acompaña.

– Ahora que los demás se han marchado. – Observo a los enviados por el Consejo. – Respondan mi pregunta. ¿Qué sucederá con Andy y conmigo?

Tanto la mas baja como el mas alto voltean su cabeza en dirección de su Líder, luego de unos instantes finalmente decide hablar.

– Veo que comprendes su situación actual.

– Eso es obvio, tanto Andy como yo portamos un Demonio el cual puede poseernos, es peor que una Invocación la cual de por si es considerada como tabú. Ustedes han venido en representación del Consejo por algo más, eso pude notarlo por su nula reacción ante la posesión de Andy y la mía.

Bianca toma mi mano para demostrarme que sigue a mi lado. El sujeto mediano vuelve a quedarse en silencio por unos momentos, hasta que comienza a caminar hacia mi dirección y se detiene frente a mí.

– Creo que ha malentendido nuestras acciones Alumno Guillermo, solo cumplíamos con nuestro deber de observar, nada más, en cuanto a sus Invocaciones y todo lo relacionado es algo confidencial, la propia Universidad planteo este punto inquebrantable, así que puede permanecer tranquilo, nadie a excepción de ustedes conocen la existencia de… esas cosas.

Por su voz distorsionada y túnicas que cubren todo su cuerpo no puedo verificar si dice o no la verdad, en su cuerpo no hubo reacción alguna, esta acostumbrado a mantener la calma ante estas situaciones.

– Si de esa manera no volveré a dudar, gracias por responder.

Controlo mi cuerpo mediante impulsos eléctricos, quiero evitar cualquier señal de duda. Cuando escucha mi respuesta el hace una reverencia y regresa con los otros dos, a pocos pasos de ingresar al portal.

– ¡Espera! – Grito y los tres se voltean al mismo tiempo. – Vuelve a afirmar que todo lo que has dicho es cierto.

– Alumno Guillermo, vuelvo a afirmarlo, no revelaremos nada a nadie.

Aumento la electricidad de mi cuerpo y sonrío relajado, demostrando mi confianza ante sus palabras.

– Perdón, ahora definitivamente estoy tranquilo.

– … De acuerdo Alumno Guillermo.

Doy la media vuelta al igual que su grupo y regreso junto a Bianca a mi hogar personal.

– Esta mintiendo. – Susurro mientras camino.

– ¿Cómo te percataste querido, que fue lo que lo delato? – Pregunta Bianca.

– No fue él, si espere para volver a llamarlo fue por una razón en particular, ese sujeto es un experto en controlar su cuerpo, es por esa razón que debía usar una debilidad.

– ¿Debilidad?

– Si bien él es un experto en este arte… sus compañeros no, en especial el sujeto alto, los otros dos se mantuvieron inmutados ante mi pregunta, cosa contraria con el tercero, aun no se con exactitud que es lo que planean, pero presiento que tanto Andy como yo, estaremos en peligro en algún futuro.



#23490 en Fantasía
#5021 en Magia

En el texto hay: tragedia, gore sangre accion, romance

Editado: 04.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.