Capítulo 4

1 semana después

Flashback

Corro todo lo que puedo, pero a mi cuerpo al encontrarse tan débil tengo que detenerme a tomar un respiro el cual ellos aprovechan para atraparme y llevarme a un callejón oscuro y solitario.

Me acorralan en la pared y tratan de tocarme pero forcejeo todo lo que puedo para soltarme de sus agarres ya que uno me tiene agarrada del brazo derecho y el otro en el izquierdo.

Podrían estar pensando ¿Porque no te defendiste?, pues simplemente tenía un día sin ingerir algo o tomar algún líquido, solo lloraba e iba a golpear los sacos de boxeo.

Tanto forcejeo y tanto manoseo ya me estaban dando arcadas, trataba de soltarme pero me abofeteó el que trataba de levantarme el abrigo. Logran tumbarme en el piso y le pegó un rodillazo en los huevos al que tenía encima y logró hacer que se aparte pero los otros dos arremeten contra mí, lanzándome patadas hasta que el otro que estaba en el suelo se levanta y se acerca a mí rompiendo el botón junto con el cierre de mi pantalón y quitándome dicha prenda.

-Rudas, es que me gustan y tu estas para chuparse los dedos hermosa Diosa- me dice el engendro del diablo que tengo encima quitándome la ropa interior.

-Preciosa Diosa, disfrutaras esto tanto como yo, pareces una ninfa con tanta belleza-me dice él acariciando mi rostro tratando de darme un beso pero apartó la cara y le escupo su rostro asqueroso.

-Creeme cuando te digo que eres la aberración del mundo que pronto dejará de existir junto con los dos hijos de perra que me están sosteniendo- le sonrió diabólicamente y desconecte todos mis sentidos y apague mi mente cuando siento cómo se destroza mi interior.

Cuando terminaron salieron del callejón muy tranquilos y yo me quede sola gritando de impotencia e ira por lo que acaba de suceder.

Fin del flashback

-NOOOO!!!!!!- me levanto sobresaltada, con los puños apretados y empapada de sudor me fijo en la hora y son las 4 de la mañana. Me levanto, me ducho y me alisto para luego dirigirme a la habitación de los gemelos. Los despierto, los ducho y los cambio, Tomó el bulto de los pequeños al bajar me encuentro a nana con su maleta esperando y coge en brazos a Adrián y yo acomodo mejor a Alessandro en mis brazos.

Cuando salimos le indico al taxista que ya nos está esperando que pase a coger las maletas que están adentro, al tener todo dentro del maletero cierro la puerta con seguridad y partimos con dirección al aeropuerto central de Italia.

Cuando llegamos me dirijo a la sección donde se encuentra el jet privado de la familia y veo a papá que está llegando donde nosotros nos encontramos.

-Pensé que no ibas a llegar a tiempo- le digo después de darle dos besos en la mejilla.

-Creías que no vendría a tiempo, teniendo conocimiento de que me mudaría también en Estados Unidos mocosa- me contesta con un tono medio burlón.

Cuando iba a responderle escuche como llamaban a nuestro vuelo y fuimos a abordar para partir a USA. Los gemelos se levantaron varias veces en las horas que estuvimos en el aire, también jugaron un poco con su abuelo.

Los niños están durmiendo cuando anuncian que el avión va a aterrizar, acomodo los niños y les coloco los cinturones después me los coloco yo.

El avión aterrizó y fui directamente con Max y nana a buscar las maletas para luego dirigirnos hacia las personas que tenían nuestros autos, el vehículo de Max es un BMW y el mio un Audi Q5.

Nos estamos dirigiendo a casa luego de despedirnos de Max. Cuando llegó acuesto los niños en sus nuevas cunas ya que mande a equipar toda la casa, luego me dirijo a mi habitación a desempacar la ropa que tenía en la maleta y después hago lo mismo con la de los gemelos.

Cuando mis ángeles despiertan les doy de comer y luego los ducho para que jueguen y vean muñequitos tranquilos y aprovechó para comunicarme con el director de la universidad para informarle mis situación, luego investigó una guardería donde mis niños puedan fortalecer un 'poco más su inglés donde los inscribi y comenzarán el mismo dia que yo en la universidad. Al terminar de verificar y organizar los papeles de los gemelos para la guardería, voy al supermercado y compró todo lo que se necesita en casa.

Me fijo en la hora y me doy cuenta que son las 10 de la noche, al llegar a casa junto con nana les preparamos la cena a los gemelos, les doy de cenar luego los ducho y ellos duermen conmigo en mi habitación.

En el sueño

-Ahhhh!!!!- grito cuando siento algo líquido entre mis piernas y veo en dirección a lo húmedo, pero todo se paraliza cuando siento la primera contracción y gritó por el dolor infernal que siento, vuelvo a gritar y mis abuelos y Max se acercan corriendo a mi. Papá me cargó y me llevó al auto y nos dirigimos rápidamente al hospital.

Preparan una habitación en donde me revisan la dilatación, me hacen una serie de preguntas, me chequean los signos y el pulso. Cuando llega una contracción y me dan ganas de pujar.

La dra.Rizzi me lleva a la sala de partos pero, mientras pasan los minutos, los segundos y las horas mis bebes aun no salian. Me comienzo a sentir más débil de lo normal , mi presión arterial se disparó y mis bebes entraron en peligro junto conmigo, rápidamente programaron una cesárea de emergencia.

Casi perdía a mis bebés pero un milagro de Dios les dio la fuerza para sobrevivir junto a su madre. Cuando despierto me encuentro en una habitación con mis abuelos y papá.

-¿Cómo te sientes principessa?- me preguntan mis abuelos y Max.

-Sin mentir, me siento hecha mierda- les respondo y ellos se echan a reír -¿Dónde están mis bebés?-pregunto -Están en revisión, casi pierdes los niños y tu mueres también. Artemisa tuvieron que reanimarte dos veces regina- me contestan y yo me asusto inmediatamente, pero mis ojos captaron dos enfermeras cruzando la puerta de la habitación junto con dos incubadoras y me calmé.