Capítulo 29 : El hermano de mi hermano

Irina

—Oíste eso.

—Amor, olvídate del mundo, debe de ser el viento—Henry siguió besando mi cuello.

Oí el sonido de un plato rompiéndose.

“No me importa”

Ese es Terry.

 —Amor, es Terry.

“No”

Me levanté de la cama y me puse una bata, Henry hizo lo mismo y bajamos las escaleras.

Terry estaba en la entrada de la cocina, discutiendo con Jessica y Joshuad.

—Niños, ¿Qué pasa?

— ¡Hasta que por fin bajan!—dijo Terry

—Mamá no pasa nada, vuelvan a dormir—dijo Joshuad

—Ah, no pasa nada, NO PASA NADA.

En el piso de las cocinan habían vidrios rotos y Terry estaba demasiado alterado.

—Hijo, ¿Cómo que no pasa nada?, mira como está tu hermano.

— ¿Qué le pasó a la cocina? —preguntó Henry—Terry ¿Qué te pasa?

—Lo que pasa queridos padres es que encontré a SUS HIJOS besándose en la maldita cocina.

— ¿Qué?

—Lo que oyeron, nos han estado mintiendo, ¡todo este tiempo!

Aún seguía sin creer lo que Terry decía.

—Terry tranquilo hijo, todo esto debe de tener una explicación.

— ¡Los vi besándose! , SON UNOS MENTIROSOS, ME NEGARON TODO EN MI PROPIA CARA.

—Terry sube a tu habitación—dijo Henry

—No, quiero quedarme a oír las mentiras, la explicación ilógica que van a dar.

—Terry sube a tu habitación.

—Me dan asco.

—TERRENCE SUBE A TU HABITACIÓN AHORA MISMO—era la primera vez que Henry le había alzado la voz a Terry—Ahora.

Terry se secó con cólera las lágrimas, subió las escaleras y le dio un portazo a la puerta de su habitación.

—Ahora, ¿pueden explicar lo que pasa?

—Díganme por favor que no es cierto—agregué.

Joshuad y Jessica se miraron, luego Joshuad volvió la vista nosotros.

—Mamá, Jessica y yo…

—No—apreté los ojos—No, Joshuad, por favor no.

—Jessica y yo somos novios.

— ¡No! —saqué una silla del comedor y me senté.

—Sé que es duro de escuchar y que somos hermanastros, pero no pudimos evitarlo.

—Joshuad, te puedes callar—la presión de pronto se me había bajado, miré a Henry que aun seguía analizando lo que dijo Joshuad.

—Jessica sube a tu cuarto—dijo Henry mirando al suelo.

—Papá no.

—Jessica sube.

—No.

—JESSICA.

— ¡No lo voy a hacer! , he pasado mi vida entera haciendo todo lo que dices, aceptando cada cosa, siendo la hija que tu quieres que sea y por una única que vez quiero que escuches lo que YO quiero—Jessica entrelazó sus dedos con los de Joshuad—Lo nuestro comenzó mucho antes de que ustedes se casaran, tratamos de olvidarnos y no se pudo, no me importa que no estés de acuerdo con que yo tenga novio o que sea el hijo de tu esposa, yo me enamoré y el amor no se controla, no quiero que culpen a Joshuad o hagas algo en su contra, si estoy con él, porque SÍ, estoy con él, es porque lo quiero más que a nada en este mundo y lo siento, pero no pude evitar enamorarme del hermano de mi hermano.

— ¿Acaso estas escuchando lo que estás diciendo?

Me puse de pie— Yo les tengo una pregunta, ¿pensaron en su hermano? ¿Pensaron en todo el daño que le están causando?

—Mami, no estamos haciéndole nada, ¿En qué le afecta a él lo nuestro? —preguntó Joshuad

— ¡En todo! —No podía verlos sujetados de la mano, simplemente no podía —me podrían hacer el grandísimo favor de alejarse, separarse, soltarse.

—No—dijeron los dos al unísono.  

Yo no estoy para aguantar este juego de niños.

Me acerqué a ellos y le di una cachetada a Joshuad.

— ¡Acaso te estás volviendo loco! —exclamé

—Irina—dijo Jessica sorprendida, se habían soltado de la mano y Henry aprovechó para sacar a Jessica de la cocina— ¡Papá suéltame! —la cargó a cuestas y subieron las escaleras—¡Joshuad!

—Jessica—Me puse en frente de Joshuad

—Tú no vas a ninguna parte.

—Mamá permiso, mi novia me necesita.

— ¡Que novia ni novia! ¡Es tu hermana!

— ¡No es mi hermana!

— ¡No importa!, es la hermana de tu hermano que es peor… Lo único que te pedí que no hicieras, lo hiciste Joshuad, Te dije No te enamores de Jessica y que hiciste, ¡todo lo contrario!

— ¡No puedes decirme de quien enamorarme! —le di otra bofetada.

— ¡No me respondas!, todo está en tu contra, son hermanastros, es menor de edad, viven en la misma casa, es mi hijastra de por DIOS. Joshuad, ¡¿En qué mierda pensabas?!

No podía contener todo el enojo que tenia contra mi hijo en este momento, la decepción, las ganas de no haberme levantado de esa cama.