A partir de ahora, soy Orutra.

En un mundo que se rige por los números desde su antigüedad, nadie es capaz de creer los rumores que se extienden por el Reino.
El Dragón Infernal, monstruo legendario de Nivel 80, aquel ser que bendijo a este mundo con el poder del Fuego, había sido completamente eliminado por su mayor enemigo: El agua. Agua en grandes cantidades. Cantidades que ni los más poderosos Hechiceros reunidos habrían conseguido.
Los Paladines cuentan la historia de que el bosque se vió envuelto por sombras, que se concentraban en un mismo punto, y que, antes de poder darse cuenta, vieron cómo el Dragón se evaporaba frente a ellos.

Durante la mañana siguiente, mientras la Guardia Real revisaba el equipaje, Orutra reflexiona a las afueras del reino, sin alejarse de sus puertas.

"No puedo creerlo... Oh por Santo Guil bendito, perdóname...".
Más bien, Orutra se encontraba lamentándose por sus acciones de las que, siendo el Rey Lancelot, nunca habría tomado.
"Con lo difícil que fue sellarlo para no matarlo... Dragón Infernal, creador del Fuego y de su magia... Esto va a provocar un invierno eterno... Estamos condenados. ¡Nos maté a todos!".
Aquellos pensamientos circulaban su mete debido a que, al morir el Dragón Infernal, la Bendición del Fuego que había dado al mundo, también moriría con el paso del tiempo.

«Orutra, querido, ¿estás bien?». Su esposa, Iris, va a buscarlo tras saber que ya pueden retomar su rumbo a la Región del Norte, pero, al verlo tan preocupado, ella también se preocupa.
"¿Cómo le explico que desintegré al Dragón Infernal y ahora todos moriremos por frío...?". Pensó Orutra, pero respondió con tranquilidad: «No es nada de lo que debas preocuparte, c-cariño... ¿Ya está todo listo?».

Iris asiente con la cabeza. "Al menos si he de morir así, que sea en mi pueblo natal. La Región del Norte, especialmente en Ciudad Bisoño".

La Región del Norte fue, hace ya décadas, la Región más pobre de todo el Reino, teniendo en cuenta que era, básicamente, la única Región que había en ese momento. La Región del Norte era todo el Reino Pendragon que había. 
Y la misma Familia Pendragon, siendo de las pocas que habitaban esta zona, se alzó con el poder gracias a su convicción y determinación, tomando las decisiones adecuadas y siendo perseverantes, hicieron que los Reinos que alguna vez habitaron el continente se retirasen poco a poco, o fuesen brutalmente aplastados ante su gran poder, y esto también incluía a las tropas del Rey Demonio que antes dominaba.
Hoy en día, la Región del Norte es conocida por ser habitada por gente de bajos recursos, o sea, campesinos y Aventureros de bajo nivel, teniendo entre ellos a los mercaderes y a los guardias. 
Gracias a esto, se ha convertido en una Región urbana donde hospedarse es una opción viable para mantenerse a salvo de los monstruos sin ser de una familia Noble, y tampoco siendo considerado un pordiosero.

Para Orutra, realmente el lugar no es nada impresionante, pues vivió ahí gran parte de su infancia y la Región Central es mucho más avanzada, pero, para Iris, era como ver un mundo completamente distinto, estaba muy emocionada por explorar el lugar que se extendía metros a la distancia. 
Las casas no son la gran cosa, no hay grandes terrenos, pero al menos la vista directa al mar y un ambiente refrescante le da un toque que hace de Ciudad Bisoño un lugar agradable, incluso más que el simple campo del Oeste.
"Aún hace calor. Me pregunto cuánto tardará en adelantarse el invierno". Aunque Orutra mantiene su mente ocupada en otras cosas. 
No hay muchos lugares donde parar. Siendo el carruaje empujado por los caballos, Orutra decide detenerse en el único lugar que acepta a cualquier persona en cualquier estado y en cualquier momento: El Gremio de Aventureros.

El Gremio de Aventureros es una institución formada por uno de los Reyes Pendragon, donde cualquier persona, de cualquier edad, y de cualquier raza, pudiera inscribirse para cumplir una gran variedad de tareas que el pueblo necesita que sean cumplidas. Desde cuidar cultivos, hasta las grandes cacerías de monstruos, los Aventureros han de estar dispuestos para cumplir sus tareas a las que llaman 'Misiones', que al ser completadas, se le entregan recompensas y Experiencia al Aventurero. También el Gremio cuenta con un sistema de hospedaje y servicio alimenticio para que los Aventureros puedan asentarse entre Misión y Misión. 
Aunque esto realmente llama la atención de Orutra, no puede evitar sólo pensar en respuestas para que Iris no lo convenza de inscribirse. 
"Pensándolo objetivamente, ser Aventurero es la mejor forma de conseguir dinero rápido, pero, teniendo en cuenta... todo lo que soy ahora mismo, es un suicidio. Ahora, pensando subjetivamente, ¿quiero hacer otro trabajo?". Es entonces cuando Orutra realmente se da cuenta de que, en su anterior vida, su mayor talento era el combate y la política, cosa que, en esta vida, no estaba a su alcance, y además, por ello, no desarrolló ningún otro talento o habilidad.

Orutra e Iris toman asiento dentro del gran Gremio, en una gran sala repleta de mesas y sillas, con altas paredes de madera y siendo iluminados por flamantes candelabros, parecía un lugar lujoso y todo, cerca de la puerta, sin esperar nada realmente, ya que no tienen dinero alguno. 
Orutra, ciertamente avergonzado, le pregunta a Iris qué piensa hacer para recaudar dinero.

«Tenía algo en mente,». Respondió. «pero estando embarazada, creo que es imposible». 
Orutra no parece sorprendido. «Eres muy buena en la Magia, así que supongo que querías ser Aventurera». 
Iris responde a ello asintiendo con la cabeza, casi logrando transmitir su alegríaa Orutra. 
"Sería realmente patético dejar que mi Esposa hiciera el trabajo por mí, pero tampoco tengo muchas opciones". «Podrías usar ese talento en aprender Magia Curativa, ¿no lo crees? A lo mejor podrías ser enfermera aquí en el Gremio». 
«¿Pero que hay de ti, amor?». Fue la pregunta de Iris. 
«Me las ingeniaré». Respondió Orutra con certeza.