De a poco abro los ojos topándome con una espesa negrura sintiendo un fuerte dolor en el estómago y certeras punzadas en la cabeza- Hago una mueca al sentir que el dolor que ahí sentía se pasó a la espalda provocándome arcadas hasta vomitar un líquido amarillento, mis manos gélidas y sudorosas le hacen presión a mi abdomen, al cabo de unos minutos siento como mi cuerpo vuelve a la normalidad. Mi frente se llena de gotitas de sudor y mis parpados empiezan a pesar, pero una voz me pide casi a gritos que salga de ahí, por lo que con movimientos torpes e intentando ignorar que me duele hasta el alma pongo un pie fuera de la cama y tambaleo hasta encontrar estabilidad en un estante de madera. A tientas encuentro el pomo de la puerta y al girar la perilla y asomar mi cabeza, un olor a sangre provoca que mi estómago de un retorcijón y seguido de eso me doblo sobre mí misma mientras me sostengo de la pared para vomitar, pero sólo son arcadas ya que no tengo nada en mi estómago. Al terminar suelto un pesado jadeo mientras me paso la mano por la boca para eliminar restos de comida. Tapo mi nariz con la palma de mi mano y bajo las escaleras con un incesante temblor en mis piernas y lo que veo a continuación me deja atolondrada.
¿Qué carajos pasó aquí?
Digo quedando en cuclillas mientras veo un cuerpo, intento tocarlo para darle vuelta, pero mi mano se queda en el aire al ver el orificio en la parte trasera de su cabeza. Esto fue una masacre… Y no me quedaré a ver como termina.
Armándome de valor y con la cabeza dándome vueltas paso por encima de varios cuerpos hasta llegar a la puerta, al abrirla el caluroso sol de Green Hills me da de lleno en la cara provocando que en un rápido movimiento cubra mi cara con el dorso de mi brazo. Comienzo a caminar con pasos presurosos mientras intento mezclarme con la gran masa de personas que se amontonan en la vereda viendo a un chico tocar guitarra.
--And when you think that you can't be calmer, take my hand and let's walk to paradise where we can still be happy and if you get tired of waiting I promise you that my love is enough for both of us and even more resistant than yesterday, everything is for you…
Su voz fue como un susurro a mi alma, pero al cabo de unos minutos dejo de escucharla cuando un brazo tira de mi con vehemencia, casi arrastrándome a una camioneta. Las personas a mi alrededor sólo murmuran entre si mientras ven como yo trato de librarme de su agarre sin éxito alguno.- Suéltame carajo!- Grito una vez dentro de la camioneta, 2 tipos con capucha escrutan mi rostro y vuelven su vista al frente.
— ¿¡Que mierda está pasando!?- Pregunto con voz demandante. Silencio por parte de ellos - ¿¡Están sordos o qué carajos les pasa!?
—¿Alguien puede calmar a la fiera?- Dice con hastío y sorna una persona que está sentada al lado del chofer.
Un suspiro cargado de molestia escucho a mi lado seguido de un- Lo verás cuando llegues
— Pero, ¿por qué estoy aquí? ¿quiénes son? - Mi voz sale en un hilo y por breves segundos de ira olvido lo que pasó en el bar.
El de adelante alza la voz- Demonios, ¿siempre haces tantas preguntas?
—¡Y al parecer a ti no se te da la gana de contestarme ninguna!- Grito en dirección a la persona de en frente.
Se limita a mirarme de soslayo por cortos segundos y vuelve a mantener su postura recta.
Trato de calmar mi pulso y me permito observar dentro de la camioneta, los asientos son de cuero y asumo que las ventanas, blindadas, el techo descapotable y el olor a carro nuevo acaricia mi nariz
¡Concéntrate Rouseged!
— Llegamos- Escucho decir a un tipo a mi lado.
La puerta del costado se abre permitiéndome salir y toparme con nada de lo que tenía pensado- Un castillo embrujado, una casa de torturas o un bosque peligroso con un gran río para lanzar mi cuerpo.
Sin embargo, mis murallas de defensas caen cuando veo una casa en un llano verde.
Pueda que adentro tengan una sala de torturas. Una pequeña voz en mi cabeza lo repite una y otra vez.
—¿Qué es…?- Mi voz queda en el aire cuando todos se quitan la capucha
— Tus preguntas serán respondidas en su debido momento Rouseged. Por ahora entra, tenemos un trato para ti.
No me fio. Todos están armados hasta los dientes y las alarmas comienzan a encenderse en mi cabeza y hay una pequeña yo que intenta buscar algo entre la poca lucidez que le queda, pero al parecer esa mis neuronas se fueron de vacaciones. Me quedo como una tonta sin saber que decir.