Cael no estaba seguro de qué esperar.
Concretó una videollamada con Raina por internet, la chica con la que ha entablado amistad a distancia mediante mensajes luego de que Claudia lo obligara a sacarse una cuenta de Facebook, y ahora que lo pensaba más a fondo era como si quedaran para una cita. A distancia. Por videollamada, y se conocerían por primera vez, porque una cosa era por fotos y otra en video. Por supuesto que no le ha dicho nada a Claudia y Samuel o sin duda ellos estarían dándole consejos sobre cómo tratar a las chicas, consejos que él no solicitó.
—Ésta es una idea tonta —su voz alta sonó amortiguada luego que colocó la cabeza contra el escritorio.
Claudia y Samuel lo molestan sobre no tener una vida fuera de su arte; su padre y su hermano pequeño le dicen que busque intereses aparte de sus encargos, e incluso la mascota de su hermano menor, Gnaw, se queja de él como si fuera una causa perdida, lo sabe al sentir la mirada de aquel animal.
¿Básicamente? En resumen, todo el mundo quería atraparlo recordando que era un romántico solitario.
Encima de eso, estaba teniendo un bloqueo con su pieza de arte más reciente de todos modos, entonces, ¿qué importaba? ¡No tenía nada mejor que hacer más que pensar en cómo salir de aquel bloqueo! Pero quizás estaba en ese estado de ánimo porque rompería la burbuja que había creado en torno a Raina; quizás ella no era una persona real y solo era un hombre gordo detrás de una computadora pretendiendo ser una estudiante de universidad que robaba fotografías de alguna chica linda en internet. Sí, podía pasar, y no es que estuviera actuando como un loco paranoico, ¡esas cosas pasaban! Había visto suficientes programas de televisión donde advertían de los peligros de comunicarse y brindar información a extraños por internet, y luego estaban los estafadores de las aplicaciones de citas.
Se levantó de su lugar y fue hasta la cama, si iba a lamentarse por haber pedido una videollamada lo haría en la comodidad de una cama suave y no en la fría madera de su mesa de estudio, además aún tenía mucha tarea que hacer. En ese momento Cael estaba odiando no ser un entusiasta de la cultura pop, porque si Raina era una persona real —sabe que es una persona real, ya que al menos la chica de las fotos existe, aunque no puede estar completamente seguro de que sea con quien habla y... ¡Ah la paranoia! De lo que está seguro es que ella tiene algo que fue suyo.
Quizás solo estaba dándole demasiadas vueltas a algo sencillo, pero aún le quedaba un problema que resolver: ¿Cómo comenzaría la plática? ¿De qué hablarían? Es decir ¿De qué hablan las personas en ese tipo de reuniones? Podría preguntarle cómo era el clima en Arcken.
«¿En serio, el clima?», pensó y se golpeó la cara con la palma de su mano.
Bien, quizás podían hablar de música. A ella debía gustarle la música. Pero esa idea solo abrió otro abanico de posibilidades y ahí estaba nuevamente pensando en las cosas que estaban de moda, ¿qué música estaba de moda? ¿o sería mejor hablar de series? Sinceramente no tenía idea, y no es que viviera en una cueva, simplemente se había enfrascado demasiado en sus clases que apenas y tenía tiempo para dejarse absorber por las cosas cotidianas que disfrutaban las personas. O en todo caso, personas de su edad.
Un sonido extraño lo sacó de su miseria auto impuesta.
—Pero que… —Cael buscó de dónde venía aquel ruido y zumbido.
Entonces vio que en su nuevo celular aparecía una notificación. Porque sí, al fin había cambiado su celular por uno más moderno y no tenía idea de cómo usar la mitad de las aplicaciones. No porque fuera un negado de la tecnología, más bien Cael se considera alguien práctico ¿Para qué necesita Tinder? ¿O las cinco redes sociales que trae instaladas? Él solo quería usarlo para llamadas y mensajes, y bueno, quizás Facebook. Aunque al parecer Facebook solo era para las personas aburridas, lo de ahora era el pajarito azul. Red social que se negaba a usar por el simple hecho que no la encontraba práctica.
Finalmente desbloqueo el celular y presionó sobre la notificación. Una burbuja emergente apareció
Raina [13:39 PM]:
¿Entonces a las cinco de la tarde estaría bien tener esa videollamada?
Cael suspiró fuerte. No está seguro si sería buena idea cancelar las cosas de última hora, pero en vista que ella ha preguntado le parece de mala educación simplemente decirle que se ha arrepentido. Por otro lado, lo mejor sería simplemente salir de esa situación y duda. Total, si era un tipo gordo no pasaba del susto y volvería a confiar en su teléfono cacahuate.
Cael: [13:41]:
Claro, me parece bien, lo espero con ansias
Dejó el teléfono y se dejó caer en la cama de nuevo, ¿En verdad había escrito eso? Si no estaba nervioso antes, ahora se sentía completamente nervioso y quizás algo tonto. Bien, no iba a pensar más en el asunto, ella bien pudo tomar su comentario entusiasta como muestra de amistad, un mensaje no quería decir nada. Tampoco expresaba que estuviera desesperado por escuchar su voz.
Observó su reloj, tenía tiempo para acabar unas comisiones que le habían encargado. Si, mejor trabajaría en eso, y así despejaría su mente un poco.
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