El hombre lobo y la vampira

Capítulo 6: Reconocer

—El bosque estaba diseñado para mantenernos ocultos, para que nadie pudiera encontrarnos, a ningún descendiente de los Heimath. Pero, como era de esperar, eso también tiene sus desventajas. Yo soy su hermana, por parte de padre, obviamente. No tienes que preocuparte.. Las heridas de las garras sanarán con el tiempo. Además, no tienes que temer a Ulric; ya no es una amenaza. Puso fin a eso. Aunque era poderoso en la familia Ordermant, no se comparaba con la fuerza de Fenrir. Pronto todos los demás llegarán. Somos varios, y la casa suele estar llena.

Evangeline observó a Eldira con un cierto grado de perplejidad, mientras procesaba toda la información

. — Debería irme, no sé por qué sigo aquí — murmuró Evangeline¿Qué me sucede? ¿Por qué estoy aquí?

Eldira le dirigió una sonrisa comprensiva, como si fuera capaz de captar los pensamientos de Evangeline incluso antes de que los expresara.

— Eso tiene una respuesta.

En ese preciso momento, un hombre emergió de la habitación de Fenrir. Su presencia imponente llenó la estancia con una sensación de autoridad y valentía. Miró a Eldira con una expresión inquisitiva. — Pide que la vampira…

— Evangeline — corrigió Eldira con una sonrisa amable.

Evangeline sintió que sus piernas actuaban por su propia voluntad mientras entraba a la habitación, iluminada por la tenue luz de numerosas velas. — No debería sorprenderme que conozcas mi nombre. Tu hermana es telepática.

— No usé trucos, hermosa — dijo él mientras se reclinaba en la cama, adoptando una posición más erguida. — Mira esto. Sacó un collar dorado que tenía un dije en forma de hoja.

— ¿Qué haces con eso? — exclamó Evangeline, con una vacilante autoridad de pertenencia.

— Evangeline, ¿No lo recuerdas?

— Tengo muchos años como para recordar a un ladrón como tú. Deberías devolver eso.

— Oh, pero sabes, lo que se da como regalo, no se regresa. ¿Quién soy yo para romper con la tradición?

Evangeline reflexionó sobre los largos años que habían transcurrido desde entonces, su mirada perdida en el pasado mientras los recuerdos remotos comenzaban a resurgir en su mente. Una noche, el miedo, un chico.

— Eras un niño llorón.

— Sí que lloré, pero nunca olvidaré quién me salvó, quién me ocultó en fango y árboles muertos y me entregó esto.

— Entonces nuestra deuda está vencida — dijo ella sin expresión. — Yo te salvé y tú me salvaste.

— ¿Lo hice? Salvé a la vampira orgullosa. Ella no respondió, mantenía una mirada impecable con aquel vestido plisado y ondeante, hermoso sobre su cuerpo. — Pudiste irte pero te quedaste.

— No tengo fuerzas…

— Sí que las tienes.

— Ahora Evangeline, ¿por qué me ayudaste por segunda vez? Yo sé por qué en tu corazón hay nobleza, contigo nuestra batalla será más fuerte.

— Eso era, ¿solo querías reclutarme? A base de sentimentalismo.

— ¡No! — dijo él — Ofrezco una perspectiva más plausible al…

— Pues pareces recuperado — dijo ella atajándolo, sentada en la cama.

— Solo quería apreciar tu belleza de cerca — dijo él con una mirada de picardía.

— Válgame por los dioses — dijo ella levantándose con apremio.

Él hizo lo mismo, dejando al descubierto su abdomen, mostrando su musculatura y su piel bronceada. Su cuerpo era abrumador ante los ojos de Evangeline, quien no podía evitar sentir una atracción hacia él. Sin embargo, ella giró la cabeza con indiferencia, tratando de resistir esos sentimientos. Pero él no se detuvo y se acercó a ella con determinación.

— ¡Fingiste!

— ¿Crees que estás en el bando correcto?

— Eso no importa, mi familia rige mis pasos.

Él lanzó una socarrona carcajada.

— No te burles — dijo ella impaciente.

— Lo hago porque sé lo que crees, crees que tengo razón, sé que en tu mente se pregunta si hago lo correcto, los híbridos tienen una causa más noble.

— Tu hermana no... — No siguió, ya que eso sería como admitirlo. Ella lo esquivó y se colocó cerca de la ventana, contemplando de reojo la luna. Con una determinación palpable, él avanzó y rodeó su cintura con un agarre firme pero suave.

— Si no quieres hacerlo por la causa, entonces hazlo por mí — dijo él con un tono suave e íntimo, sus manos la capturaron.

— Suéltame.

— Podrías hacerlo, tienes la fuerza recuperada, pero yo te atraigo. Oído los latidos de ese corazón.

Ella intentó golpearlo, pero él la besó con una pasión desenfrenada, sin previo aviso. Fue como un torbellino que la arrastró hacia un abismo de sensaciones, un abrazo de fuego que encendió su piel y avivó la llama de su deseo. Evangeline, a pesar de su determinación inicial, se dejó llevar por el ardor que despertaba el contacto de Fenrir. Dejándose absorber por esa oleada que dirigía la lengua de Fenrir. Sus manos recorrían su cintura. Las manos impacientes de Fenrir la asomaban más a él.

Ella lo apartó, limpiándose los labios.

— Al principio solo pensé en salvarte, pero me atrajiste, no sé si es amor o solo atracción, no puedo aún saberlo.

— Me iré y no me detendrás.

— Puedes marcharte, no usaré artimañas — murmuró mientras observaba la vela. — Aunque también puedes quedarte y explorar lo que sentimos, o unirte a la causa de los híbridos.

— ¿Renunciar a mi familia? — ¿A quién debo lealtad, a mi familia o a mi corazón? — Las palabras se le atascaron en la garganta y murieron en los labios.

— Si aún estás aquí mañana, sabré tu decisión — dijo Fenrir. — Tu ropa está en el cuarto donde despertaste por primera vez.

Los pasos de Evangeline la llevaron hacia la salida. En el cuarto encontró su chaqueta negra y los pantalones, junto con su daga que brillaba bajo la luz de las velas. Luego apartó las cortinas del cuarto y esperó a que saliera el sol para cercar las cortinas.

Fin de laprimera parte

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Si has llegado hasta aqui dejame decirte que esta historia participa en un concurso : "Los cuentos olvidados: Concurso de Fantasía", al principio crei que era autoconclusiva pero me a gustado y asi me quedo . Esta es la primera parte en donde se concluye y se afirma ,o se pretende, los sentimiento de Evangeline, asi que este relato gira enorno a aquella inquietud de evangeline en donde esta harta de ser sanguinaria mejor dicho obligarse a serlo por deseos de otros, pero ella sabe que no es asi , es un ser de compasion pero sin ningun camino. Aqui termina aquel pirmer relato.




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