Ian
Los meses pasaban y a kailam se le notaba con más las ganas de irse a Londres, era normal ese sentimiento de madre, además estaba el papá de los niños, el sentimiento que albergaba por él se estaba volviendo tan grande que ni ella misma se daba cuenta.
Hemos tenido varias reuniones con los nuevos dueños de la cafetería; tan pronto se cumpla el tiempo nos tenemos que ir; kailam tenía una casa en Londres, por techo no nos preocuparíamos, pero yo ya estaba viendo posibilidades de empleo allá, lo último que quiero es ser una carga.
Su expresión después que habla con los niños es dolorosa cada día, hoy esta especialmente preocupada
- ¿Qué pasó? Tienes cara de preocupación – me siento al frente de ella –
- Ivana y Rafael no saben que yo soy mamá y me preocupa su reacción – me levanto y abrazo-
- No pienses negativamente kailam; habla con Octavio y expone tus miedos y preocupaciones, te va a entender y juntos sabrán cómo sortear la situación
- Eso haré ¿y tú qué? – vuelvo a mi posición inicial al frente de ella -
- Hmm ... he estado mirando ofertas de empleos en Londres y no es fácil, ya que no tengo experiencia en mi campo y kai ... no quiero ser una carga – se sonríe con ternura –
- Te contestaré igual "no pienses negativamente"
- Tienes razón – me examina más a fondo-
- ¿Te preocupa algo Ian? – me rasco la cabeza –
- Si ... quiero ir donde mis padres
- Ves; ellos deben saber que te vas para Londres – niego –
- Ellos me sacaron de su vida, no les hago falta kailam
- Tienes razón, pero independientemente de todo son tus padres, te dieron la vida y eso se agradece, no te vuelvas igual a ellos, tu eres mejor
- Gracias kai, eso haré – se me acerca y me da un beso en la cabeza –
Pase el resto de la tarde pensando en las palabras de kailam, ella tenía razón, esa parte de mi vida debía cerrarse antes de irme para Londres, mañana mismo viajaría a Denver hablar con ellos.
Conseguí boleto de avión super temprano, llegaría antes del desayuno. Pisar Denver me devuelve en el tiempo y los recuerdos no son gratos, llegó a una cafetería y desayuno, hago la caminata de usualmente hacía cuando estaba aquí, al llegar a calle donde encuentra la casa de mis padres me tenso
- ¿Ian, eres tú? – la voz de mi hermana –
- Hola Laura, si soy yo – me observa con el ceño fruncido –
- Se cumplió lo que dijo papá
- ¿Que se cumplió? – se sonríe –
- Que volverías derrotado; que tu sueño universitario eran una bobada – aprieto mis puños con tanta fuerza y la escucho burlarse –
- Eso dijo, que bueno – mi sarcasmo es evidente y ella detalla mi ropa y aspecto-
- Que has estado haciendo, mira la ropa que traes es carísima
- Trabajar y estudiar Laura – escucho su risita de desdén –
- Según tu
- ¿Quién está en la casa?
- Los de siempre Ian
La dejo ahí parada y me apresuro para hacer lo que vine hacer e irme de aquí, pensé que habían cambiado, pero tengo la leve sospecha que están peor; me detengo en la puerta y quiero devolverme y dejar las cosas así, pero a mi mente vuelven las palabras de kailam "no soy igual a ellos"
No toco, entro y efectivamente están desayunando; la cara de era de sorpresa de todos
- ¿Qué haces aquí? – mi padre se levanta –
- Necesito hablar con ustedes, pero tranquilos terminen su desayuno, yo espero afuera – en ese momento me doy cuenta de que no pertenezco aquí –
- Hijo... - mi madre esta confusa, le hago señas que termine –
Me siento en las escalinatas de la casa, rememoro mi niñez, soy el mayor, tengo dos hermanas menores y la verdad fui el que le tocó la parte difícil; dicen que los padres quieren a sus hijos por igual en mi caso no es así; me sacaron tan pronto termine la secundaria y en cierta forma se los agradezco, siento una mano en mi hombro
- Entra – me dice mi padre en un tono molesto, están todos esperando que tengo que decir-
- Me voy del país – solté así no más, esperando alguna reacción –
- Para eso viniste Ian – mi padre bufo –
- Si, creo debían saberlo, ya que hace algunos meses me fuiste a buscar a Provo - su cara era un manojo de molestia y nervios-
- ¿Fuiste a buscar Ian? -mi madre le pregunta, pero ella no hace ningún atisbo de acercarse a mi –
- Si mujer
- Me dijiste que él estaba haciendo su vida, y que estaba en malos pasos que no debía volver porque era un mal ejemplo para sus hermanas – no creía lo que estaba escuchando e intervengo de forma no apropiada-
- Bueno ... para empezar no estoy en malos pasos, estudio y trabajo al tiempo en Provo Utah; me gané una beca del estado y soy graduado en ciencias económicas, y si estoy haciendo mi vida madre, solamente vine para informarles que me voy del país, ya que la ultima vez mi padre fue a pedirme dinero a Provo – tomo aire y los observó fijamente- no quiero saber de ustedes ya tengo una familia que me apoyo en mis momentos más tétricos, ah y si soy un mal hijo, pero ¿ustedes que son?
Salí de ahí, no volvería jamás a ellos, mi familia es Kailam Sallow. Quería llorar, gritar y así lo hice, me fui para un parque cercano al aeropuerto, y me desahogue no volvería a llorar por ellos, no se lo merecían.
Llegue a provo en la noche, estaba una kailam esperándome en la puerta de la cafetería
- Estaba preocupada Ian ¿Cómo te fue?
- Hmm... mal muy mal – me tiene abrazado –
- Entremos hace frío acá afuera, hablamos ahora -asiento-
Le conté todo a kailam, y lo mal que me sentía, mi corazón está hecho trizas, nunca pedí ni exigí nada, quería un poquito de amor de mis padres y no fui digno de ese sentimiento de parte de ellos, en algún momento tendré mi familia e hijos y los valorare como ha oro y piedras preciosas.
Kailam me dice que hablo con su amado Octavio de su preocupación y que vienen el fin de semana, aunque ella no cree nada, igual tiene que viajar a Salt Lake City ese fin de semana por los suministros para la cafetería.