Ian
Las manos me dolían, las tenía cortadas y ni qué decir de las uñas, vueltas nada; ya había pasado el mes del entrenamiento, según Julia ya tenía las bases de joyería. Me propuse hacer un colgante de alas, claro con la ayuda de Julia y ella misma me regaló una cadena para que lo luciera.
Estaba todo listo, los sistemas de seguridad funcionando a doble marcha y enviando la señal a la bodega que los Damiani tenían en centro de Milán, Fabio mandaba semanal informes de cualquier novedad, en unos días me incorporaba yo al plan.
Era una misión compleja porque nadie tenía claro que pasaba en ese lugar, así que decido viajar a Londres, el fin de semana que Julia y Fabricio fueron a la premiación en Francia. Llegar al aeropuerto de Londres y caminar hacia la salida un olor en particular me saca de mis pensamientos
- ¿Para donde va joven? - volteo y me encuentro con mi hermana con un notable embarazo –
- Oh ... kai – la abrazo y Sofia nos aturde con su voz chillona –
- Mucho abrazo kai, vas a desencajar al muchacho – también hace la misma acción que mi hermana- vámonos que Ian necesita comida, mira lo flaco que esta
- Me hiciste falta Sofia – le contesto y mi hermana se sonríe –
- Y tu a mi ... tus panecillos más que todo
Verlas me recargó de energía y aún faltaban los chicos, Octavio y Gael. La dramática de Sofía me obligó hacerle panecillos a esa hora, juegue con Rafa, Ivana y Andrew, obviamente con Alaska; ya entrada la noche me llama Octavio al despacho, al entrar lo veo leyendo unos documentos
- ¿No te han dejado descansar Ian? – nos sonreímos –
- La verdad ... no, desde Sofía queriendo panecillos hasta jugando con los chicos – deja los papeles y va hacia el bar, me entrega un vaso con un líquido ambarino –
- Eso note, quiero saber como te fue en Milán – vuelve a sentarse al frente mío –
- Me fue bien ... son personas muy buenas, asaltadas en ese aspecto de su vida, pues con las clases ... al principio dude seguir, pero con el entrenamiento de Julia puede avanzar - le muestro el colgante –
- ¿Lo hiciste tú? ... genial, nunca esta demás aprender un arte – se lo entregó y empieza detallar –
- Si ... Julia me ayudo con los detalles
- Esta espectacular – lo veo buscar algo en los cajones del escritorio - Ian ... le deje claro a Fabricio que, si algo se sale del plan, la primera persona en salir de Florencia ... serás tú; no te voy a exponer más allá de lo permitido, me entiendes
- Claro que entiendo Octavio, pero no va a pasar nada fuera del plan
- De todas maneras, mira – me muestra una caja pequeña – esto es un localizador, lo voy a colocar en las alas de tu colgante, esto me mostraría a mi tu ubicación, y si lo destruyes es porque estás en peligro
- Aja ... ¿cuántas películas de acción te has visto?
- Eres igual a Kailam con la seguridad, ten en cuenta algo – se queda serio mirándome fijamente - eres parte de mi familia y por tal tu seguridad me interesa y no hay discusión Ian
- ¿O sea no puedo decir, No? – se levanta de la silla y me toma por el hombro –
- No ... mañana te entrego el colgante y ves a descansar
Se va del despacho dejando ahí, mi familia jamás se hubiera preocupado por mi a este grado. Me encamino hacia mi habitación, rogando ahora si poder descansar, al pasar la puerta me encuentro con kailam arreglando mis cosas
- ¿Qué haces kai?
- Vas a durar pocos días acá con nosotros y quiero tenerte para mi un ratito así sea a estas horas – me tiro en la cama –
- Tu marido me envió a dormir – se carcajea –
- Esta practicando contigo cuando Ivana y rafa estén grandes, ¿estas muy cansado? – asiento –
- Umm ... si, mira mis manos – se las muestro –
- Mañana hacemos algo con ellas y hablamos bien; ahora ves a darte un baño y hazle caso a Octavio – me da un beso y se va dejándome casi dormido –
Después de un relajante baño, caigo rendido pensando en que lo bueno va a empezar, recuerdo el localizador que va a colocar en el colgante Octavio, me da cierta tranquilidad, pero no se lo voy a decir porque es capaz de colocarme otra cosa quién sabe dónde.
Despierto con aroma a comida, ese es el detonante para que el suelo y el cansancio se esfumen, me doy un baño rápido y al salir escucho que tratan abrir la puerta, cuando lo logran veo tres moustricos cada uno trae algo, Rafa trae café, Ivana trae fruta y Andrew los panecillos que hice ayer, kailam viene detrás de ellos, al verme empiezan a gritar,
- ¡Te trajimos el desayuno! – gritan al unísono, dejan todo en la mesita y salen corriendo otra vez –
- Es la mitad del desayuno, abajo hay más, ¿descansaste? – se sienta al borde la cama y empiezo a engullir el desayuno –
- Si... bastante bien; ¿Cómo vas con el embarazo? – se toca la barriga –
- Bien, aparentemente es tranquilo, por ahora – la veo sonreír – y cuéntame como te ha ido en Milán –
- Pues bien... aprender joyería me parece genial, no soy un máster, pero lo básico ya lo sé
- ¿y con lo demás? ¿recuerda que tienes que cuidarte? – asiento –
- Pues bien, el plan esta listo kai ... esta milimétricamente calculado; me cambiare el nombre y la cosa
- Entiendo ...
- Me gusta alguien – se sorprende –
- Aja ... ¿nivel de gustar? – me siento en piso de la habitación y la observó sonreír –
- Digamos ... nivel principiante, porque nada más la he visto, no he interactuado con ella
- ¿Por qué no te acercas? – me como el último panecillo y miró hacia el ventanal de mi habitación –
- Porque ... no puedo, ella es la mejor amiga de Julia y no debo exponerme ni exponerla – asiente y se levanta, empieza a caminar por la habitación, es como si los engranajes de su cabeza sonarán –
- ¿Alice?
- ¿Cómo sabes que se llama Alice?
- Julia me hablo de ella en estos días que conversamos por teléfono y ... - se queda callada de forma abrupta –