Alice
Hoy se hacía oficial mi entrada al conglomerado y estoy sumamente nerviosa, busco en mi ropero algo que esté acorde a la situación, lo que veo con jeans, camisetas y converse, no tengo nada más.
Voy en busca de madre para que me ayude, fuimos a su ropero y colapse, todo es viejísimo con hombreras y cosas así. Optamos por la opción B, fuimos al centro comercial y entramos a una tienda de ropa, tomamos ropa de mi estilo un poco más elegante, termine con enterizo negro cuello en V, mi querida madre me rogó que por ese día me colocara unos zapatos altos, ahí estaba yo con todo en una bolsa directo para la casa a alistarme.
Cuando me termine de arreglar me vi en el espejo, me gusto lo que vi; opte por ponerme un poco de maquillaje, algo tenue, la hermana de Valerie la amiga de Brina me prestó un saco de rayas, así que ahí iba yo, elegante.
Julia me espera en la entrada del conglomerado, desde lejos logro verla con su panza y el pelo alborotado, cuando llegó se asombra al verme arreglado, pero el día lo amerita. Estando en la sala de juntas me siento bien hasta que mi vista se enfoca con Franco Damiani, se sonríe de forma maliciosa y se me acerca a molestar
- Ves ... no era difícil, no todo en la vida son jeans y camisetas – bufo –
- A ti que te importa – me observo –
- Quizás unos zapatos más altos te verías mejor y el cabello ... – lo interrumpo –
- Quizás nada ... déjame en paz, has tu vida
Salgo de la sala, no soporto su intensidad ni su voz, antes tal vez me gustaba, pero él destruyó todo eso, cuando estoy esperando el ascensor siento a Julia al lado mío, bajamos y nos quedamos en el parque al frente del conglomerado.
Encuentro una banqueta y ahí me quedo, el parque esta solo a esas horas, me desató en hablar mal de Franco, todo lo que no dije en su momento lo estoy haciendo ahora, volteo a ver a Julia y esta pensando
- ¿En qué piensas? – le pregunto -
- ¿ya se te pasó el enojo? – bufo al escuchar su pregunta-
- Yo pregunte primero - sonrió-
- Pues ... en todo, en como llegue hasta este punto – se señala la barriga –
- Te resumo mujer – me levanto de la banqueta y muevo los ojos con malicia –
- Alice ... no me refiero a eso ... más bien que sí, Karina no me culpa del robo jamás te hubiera conocido a ti ni a Fabricio, me entiendes, en cierta forma ella incidió en todo lo que pasó
- A veces los caminos están trazados, tú lo tenías desde antes de venir aquí; has sufrido mucho Julia ... esto es simplemente la recompensa – esta que llora –
- Creo que si ... sabes loquilla te adoro – la abrazó con fuerza –
- Yo también, pero me quiero quitar esta ropa ... no me siento yo y tengo hambre
Nos devolvemos para el conglomerado, pero la reunión volvió a iniciar, pero ya no necesitan nuestra presencia, como diría Brina "nos largamos"; mi madre está a cargo del catering, así que de paso nos llevamos el almuerzo, me voy con Julia para la casa nueva
- Mujer me encanta los jardines – asiente mientras entramos a la casa –
- A mí también, en el patio trasero quiero sembrar un gran jardín - me señala hacia el patio -
- Cuenta con mi ayuda, ¿van a vender el apartamento? - preguntó mientras pongo la mesa para las dos –
- No, lo va a ceder – frunzo el ceño –
- ¿Y eso a quién?
- ¿Te acuerdas del chico que me fue a visitar a el hospital? – asiento – bueno a él
Ese chico es importante en la familia, ya que a cualquiera no se le cede un apartamento en el centro de Milán.
Pasamos el resto del día entre risas, su amado Fabricio llegó ya entrada la noche y en ese momento me retiro para mi casa no sin antes pedirle prestados a Julia unas alpargatas, porque los zapatos que tenía no los soportaba. Antes de salir Fabricio nos dice que teníamos una reunión con el próximo gerente, miró a Julia y se le había olvidado decirme, que alguien del conglomerado hará el tránsito de Mulata Design y Fundación Enrejados, mirara los estados financieros y todo eso. Le ruego al cielo que no sea Franco porque renuncio, no quiero tratos con el patán ese.
Le estaba pagando a un compañero para que me explicara calculo, pero no le entendía nada, a él le iba regular así que dedujé que por eso me iba tan mal, se acercaban los exámenes finales y yo más perdía que el hijo de limbert.
La reunión con el famoso gerente es el fin de semana, Julia va a organizar una comida para ser más amena dicha reunión, estoy elevando plegarias al cielo para que no sea Franco. La universidad me tiene acabada, he dormido poco, por estar estudiando y trabajando al tiempo pensándolo bien la ayuda del gerente nos vendría de maravillas.
El día había llegado y ya mis plegarias pasaron a ser ruegos, no eran caprichos míos no querer a Franco en Mulata Design, simplemente en la reunión se comportó de forma infantil, intenso y yo siento que pase la página con él, no me interesa su cercanía; al entrar a gerenciar la empresa sería un caos porque nuestra relación será distante hasta nula diría yo.
Me recibe Julia con una enorme sonrisa, Fabricio esta muy contento haciendo una barbacoa, ella y yo nos sentamos a hablar ya que el señor de la casa se encargará de todo; me decanto por ayudar un poco a cortar los vegetales, escucho que suena la puerta y Julia va hacia allá, es mi última plegaria, prometo ayudar a un refugio de animales por una semana completa, pero que no sea Franco.
Escucho risas entre Julia y su acompañante, me apresuro a llevarle los vegetales a Fabricio al patio, al verme un tanto azorada se burla de mí, así que le hecho agua que esta en vaso que está lado mío, me volteo y le lanzo un beso imaginario a el cielo, me había escuchado, ante mi estaba el chico de nombre feo con una enorme sonrisa la cual también correspondí.
Había visto la interacción de Julia con él, pero con Fabricio no; el saludo fue un abrazo y sonrisas de lado y lado, yo estaba como mal tercio, así andaba, camine hacia Julia y me quede a su lado, el chico se me acerca y me da un beso en la mejilla a modo de saludo, me tenso porque no pensé que lo hiciera, le sonrió como por cortesía