Treinta y siete

Franco
 

El apartamento, acciones en la empresa, el pago por su trabajo y para rematar mi madre lo mira con ojos de admiración y mi hermano igual. Mi incomodidad hacia él nunca la escondí, desde que supe a quien iban a infiltrar y la relación que tiene con Octavio Almoraz, sabía que no nos íbamos a llevar bien.

Yo había cometido muchos errores de los que me arrepentí cuando vi las consecuencias, mi madre me quito la dirección del conglomerado, me sacó de la casa y todo eso me llevó a una cúspide de desesperación, cuando reventó lo sucedido con mi padre, estuve para mi familia y para mi hermano que se vio bastante afectado, además de la muerte de mi padre, llegaron sus dos hijos extramaritales, pero con ellos llegó Ian, el famoso infiltrado inglés, que de inglés no tiene nada.

Le ofrecieron todo, casa, empleo, hasta acciones en la empresa familiar; se fue posicionando como alguien habitual en la familia y eso me molesto, además vi en sus ojos el interés por Alice. Ella me parece una chica linda y si, tuvimos algo y ese algo fue el detonante para mi caída, mi error fue ella

Los veía cada día más cercanos, juraría que son pareja, así que por molestarlos empecé a coquetear con ella, quería saber que tanto sentía por mí y me di contra una barrera, yo no representaba nada para ella, así que deje de hacer eso, ya que mi madre y mi hermano se dieron cuenta.

Ahora tenía otro plan, yo no lo quería en "mi" empresa a Ian Town, pero tampoco podía echarlo ya que no tenía el mando, así que el mismo se hará echar y con él ... su gente. Desvié el correo interno, tanto lo que enviaba como lo que llegaba, eso lo hice con la ayuda de mis asistentes y le pagué muy bien al mensajero, se les borraban los correos que se les enviaban desde dirección general; pero empezó a sospechar y a atar cabos, hasta que una de mis asistentes se dejó ver de Alice y todo lo que tenía planeado hacer se perdió ya que la seguridad del conglomerado se vio implicada.

Es raro que el conglomerado haga reuniones los fines de semana, algo raro debe estar pasando; al llegar me recibe la seguridad de la entrada, no hay recepcionistas y ni nadie en los alrededores, el vigilante me indica que suba hasta la sala de juntas, tomó el ascensor y siento como si fuera a la guillotina, tengo una sensación extraña.

Llego al piso y esta igual que abajo, el silencio es abrumador; a lo lejos escucho voces y al acercarme a la sala de juntas, veo que provienen de ahí. Mi hermano y mi madre están sentados en la cabecera de la gran mesa, en el centro hay un proyector de videos, que apunta hacia una de las paredes blancas de la oficina

- Buenos días, ¿Para que me hicieron venir aquí? – mi madre se levanta y viene a mi encuentro –

- Buenos días – siento un golpe en la mejilla fuerte y dado el silencio escucha bastante fuerte, me hace señas que me quede callado – te sientas y veremos una película grotesca

Observó a Fabricio y no me da la cara, estoy algo desubicado y con un ardor en la mejilla, mi hermano acciona el proyector y empiezan a salir imágenes de las cámaras de seguridad, en casi todas salgo y todo tiene referencia al sabotaje, me tomo la cara y siento que me falta el aire, tengo la mirada de Fabricio en mi nuca. Sin más aparece un video pues un tanto íntimo y ya no puedo levantar la mirada, siento que mi madre camina por la oficina

- Quiero una explicación Franco ... y tuya tambien Fabricio – no digo nada y Fabricio se levanta de donde estuvo todo el tiempo en silencio –

- Madre ... empezaron a suceder sucesos referentes a la dependencia de Ian, como los correos no llegaban, la correspondencia se perdía, llegamos a perder muchos millones de euros en negocios que no se lograron finiquitar por pérdida de documentos y oh sorpresa cuando veo estos videos y me doy cuenta quien es el causante de todo esto – me sorprendo al escuchar los millones perdidos-

- Habla Franco ... – levantó la mirada, observó a mi madre y me quedo callado – estás colmando mi paciencia

- ¿Qué quieren que diga? En los videos esta todo – encaro a mi hermano –, ustedes le dieron todo, acciones, tu apartamento ... a mí me echaron como un perro de aquí, me quitaron todo, por cometer un error que he pagado con creces

- Eso no es justificación para lo que hiciste – me dice Fabricio y mi madre está en silencio -

- No me interesa el dinero, lo quiero fuera del conglomerado ya te lo dije una vez – me levanto de la silla y los señaló - ¡ustedes no lo conocen, no saben nada de él y aun si están deslumbrados!

- Estás despedido Franco – escuchó levemente la voz de mi madre volteo a verla y la encaró -

- No ... no lo puedes hacer madre, esta vez no lo voy a permitir ... ¡esto! – señalo todo en derredor – también es mío y tengo poder sobre el

- Nada es tuyo ... mientras yo viva, escúchame bien, Franco Damiani, ¡nada será de ustedes! y sabes tienes razón no te voy a despedir ... voy a hacer algo mejor

La sala quedó en un silencio tenso, estoy completamente seguro de que la embarre y el despido es justificado, pero no lo voy a decir en voz alta. De reojo veo que Fabricio saca unos documentos de una carpeta y se los pasa a mi madre

- No entiendo tu rabia con Ian, deberías tomarlo por ejemplo es un chico que le ha tocado duro en la vida y cada día se reinventa, demasiado inteligente para el gusto de algunos ... tomaré tu petición de sacarlo del conglomerado, pero tu tomaras mi petición ¿aceptas? – volteo hacia Fabricio y tiene una leve sonrisa en el rostro –

- Está bien – digo en susurro –

- Dilo fuerte y claro – vuelvo a voltear hacia Fabricio y está que se carcajea –

- ¡Acepto!

- Me alegra ... de ahora en adelante serás un vendedor de la joyería, con sueldo de vendedor y vida vendedor

- Madre ...

- Y con un plus – tira unos documentos en la mesa –

- ¿Qué es esto?

- Son unas demandas que ha interpuesto Ian town a tu nombre, tenemos injuria y calumnia, abuso de confianza, daños y perjuicios y falsedad en documento privado; estas demandas van a proceder si tú no colaboras