"Disfruten leyendo este extra, particularmente me encantó"
Lean
Franco Damiani
Los últimos tres años de mi vida han sido un montaña rusa; tenía claro que yo no quería ser el reflejo de mi padre, tenía recuerdos vagos de como mi padre maltrataba a mi madre, de forma física, con golpes certeros que ella trata de disimular con maquillaje, de forma mental, denigrándola haciéndole creer que como mujer no tenía valía y de la forma material, al robarle parte de su patrimonio, yo siempre lo odie por tratarla así, por tal razón nunca me fui de su lado, y yo acabe siendo su reflejo
Maltrate y denigre a muchas chicas con mi ego de playboy, millonario, creía que merecía todo, pero llego Alice a mi vida y me puso al descubierto ... la denigre, maltrate, pero a diferencia de las otras, ella se defendió y escogió a otro que si la supo amar. En ese momento perdí todo
Yo sabía que me merecía perder todo, perdí mi trabajo y la estabilidad que estaba manejando, mi hermano junto con mi madre me dio el trabajo de vendedor de la joyería, el sueldo era de vendedor, mi madre vendió la casa donde vivíamos, compro otra y ahí no me acepto, ya que mi comportamiento no era sano para unos niños, que en ese momento se volvieron la prioridad de la familia, mis hermanos menores.
Encontré un apartamento acorde a mis ingresos, ultra pequeño, sin muebles, sin nada, lo peor del caso es que los ahorros que tenía, me tocó pagarle a Ian por daños ocasionados por mi proceder, así que me encontraba sin un euro en mis bolsillos, pase todo ese día pensativo, pero llegó a la joyería la señora Annette, la madre de Alice, al verme en ese estado me llevó hasta la cafetería y me regaló un potecito de postre, conversamos por largo rato y termine contándole mis males, no sabría si decir si fue cosa del destino, pero ahora vivía cerca de Alice, en un barrio humilde, esa noche dormí en unas colchonetas gracias a sus padres.
Ame a esa señora, ya que hasta comida me proporcionó por unos 15 días, y las colchonetas se devolví al mes que pude comprarme una cama decente, sabía que necesitaba ayuda, ya que me odiaba cada vez que me ponía a pensar en mi pasado.
En ese momento entro a mi vida alguien que jamás pensé que llegaría, el doctor Donato Mancini, tuvo un hijo que tenía un historial similar al mío en cuestiones de violencia de género, la diferencia es que ese chico no tuvo un final bueno, ya que la chica a la que maltrato, humilló y de más, se defendió, lo hizo de tal forma que lo envió dos metros bajo tierra. Al escuchar su historia y al escucharlo a él tan afligido y hasta cierto punto que se culpaba, me hizo recapacitar y entender que necesitaba ayuda urgente.
Con la ayuda de mi madre y el doctor, que al paso de los días se volvió pareja de mi mamá entre a terapias con psicólogos y psiquiatras, eso sí, no deje de lado mi trabajo por mas que mi madre se doblegó y trato de cambiarme de puesto, pero decidí quedarme en el puesto de vendedor y escalar en el conglomerado desde cero, quería que vieran mi progreso y mi cambio.
Dure un año en terapias, además mi relación con el doctor Donato se afianzó hasta el punto de que tenía secciones privadas con él y eso pasaba cuando sentía que las terapias no eran suficientes. Los meses fueron pasando y fui escalando de vendedor pase a jefe de vendedores, Mary al ver mi progreso me traslado a contabilidad, mientras hacía eso fui creando un plan de expansión del conglomerado, cuando lo tuve listo se lo presente primeramente a Donato, quería su visto bueno y así fue, él me impulsó a mostrárselo a Fabricio. Ver su sonrisa de admiración y orgullo me llenaba de paz ya que yo no tuve eso con mi padre, nunca fuimos su prioridad, nunca conversábamos y muchos menos había muestras de cariño, Donato se comportaba como un padre con todas las de la ley.
Fabricio se comportaba reacio con Donato, pero al ver mi trato y al contarle como era en realidad su forma de ser, cedió y la relación se volvió más amena. Al mostrarle mi plan de expansión lo dudo, pero le gusto, lo debatieron en la junta administrativa y tras conversar con mi jefa directa, Mary, le dieron el aval par ejecutarlo
Empecé viajando por toda Italia, luego toda Europa, los nuevos mercados fueron abriéndose paso a era nueva del conglomerado Damiani; donde el capital humano era lo primordial, contábamos con los mejores armadores y diseñadores de joyería del momento, claro esas dos áreas están bajo el mando de los mejores, Julia e Ian
Al cabo de 2 años teníamos joyerías en todas las ciudades importantes de Europa, pero yo quería más, así que volví a el plan de expansión inicial y vislumbre ... América. Esa parte del mundo condensaba el mayor desafío ya que era otra cultura, costumbres y los idiomas que debía manejar eran 3, inglés, español y portugués
El primer destino fue, el gigante de los estados unidos, recibí la ayuda de Ian ya que él era de allá. Con él aprendí la forma de relacionarme más eficaz y al cabo de 6 meses ya teníamos 3 tiendas de joyería bien posicionadas en tres estados claves. De ahí me fui a México no me fue bien, deseche la idea y volví a Milán por 2 meses, conversé con Julia sobre Latinoamérica, porque eran tan difícil incursionar allá, ella me dio ideas de inversión y de cómo tratar a los latinos.
Volví a México más exactamente al DF y puse en práctica todo y esta vez fue un éxito, allí colocamos 2 tiendas de joyería, una joyería fina y exclusiva y otra de bisutería, las dos tiendas van hacia dos tipos de mercados distintos y en ambos fue éxito seguro.
Destino 2 de Latinoamérica fue Brasil, aplique el mismo tratamiento que en México y también fue exitoso, por petición de Julia y haciéndole honor a la mejor diseñadora de joyas de toda Europa, el próximo destino fue Colombia. Aplique el mismo tratamiento, pero yo iba con otro fin, buscar nuevos talentos.