TODO en la sala proclamaba a gritos que yo no pintaba nada alli. Las escaleras se caian a pedazos, los ruidosos asistentes estaban muy juntos, codo con codo, en un ambiente que era mezcla de sudor, sangre y moho. Sus voces se confundian mientras gritaban numeros y nombres una y otra vez, y se movian los brazos en el aire, intercambiando dinero y gestos para comunicarse en medio del estruendo. Me abri paso entre la multitud, siguiendo de cerca a mi mejor amiga.
-!Guarda el dinero en la cartera abby!- me dijo America
Su radiante sonrisa relucia incluso en la tenue luz
-!Quedate cerca! !Esto se pondra peor cuando empiece todo!- grito Shepley a traves del ruido
America le agarro la mano y luego la mia mientra Shepley nos guiaba entre ese mar de gente.
El repentino balido de un megafono corto el aire cargado de humo. El ruido me sobresalto y me hizo dar un respingo, buscar de donde procedia ese toque. Habia un hombre sentado en la silla de madera, con un fajo de dinero en una mano y el megafono en la otra. Se llevo el plastico a los labios.
-!Bienvenidos al baño de sangre! Amigos mios, si andabais buscando un curso basico de economia.....! os habeis equivocado de sitio! Pero si buscais el circulo,! estas en la meca! Me llamo Adam . Yo pongo las reglas y yo doy el alto. Las apuestas se acaban cuando los rivales saltan al ruedo. Nada de tocar a los luchadores, nada de ayudas, no vale cambiar la apuesta, ni invadir el ring. Si la cagais y no seguis las reglas !os vais derechitos a la puta calle sin dinero! !Eso tambien va por vosotras jovencitas! Asi que, chicos !no usais a vuestras zorritas para hacer trampas!
Shepley sacudio la cabeza.
!Por dios Adam!- grito en medio del estruendo al maestro de ceremonias, en claro desacuerdo con las palabras que habia utilizado aquel.
El corazon me palpitaba en el pecho. Con una rebeca de cachemira color rosa y unos pendientes de perlas, me sentia como una maestra de repipi en las playas de Normandia. Le prometia a America que podia enfrentarme a todo lo que se nos viniera encima, pero en plena zona de impacto senti la necesidad de agarrarme a su flacucho brazo con las dos manos. Ella no me pondria en peligro, pero el hecho de estar en un sotano con unos 50 tios universitarios y borrachos, decididos a derramar sangre y ganar pasta,no me hacia confiar mucho en nuestras posiblidades de salir con vida.
Desde que America habia conocida a Shepley en la sesion de orientacion del primer curso, solia acompañarlo a las peleas clandestinas que tenian lugar en los diversos sotanos de la Universidad de Eastem. Cada evento se llevaba a cabo en un lugar diferente y se mantenia en secreto hasta una hora antes de la pelea.
Como me movia en un entorno bastante tranquilo, me sorprendio saber de un mundo clandestino en Eastem, pero Shepley lo conocia incluso antes de haberse matriculado. Travis, compañero de habitacion y primo de Shepley participo en su primera pelea hace 7 meses. Se decia que el, ya como estudiante de primer año habia sido el rival mas letal que Adam habia visto en los tres años desde que habia creado el circulo. Al empezar el segundo curso, Travis era invencible, de modo que las ganancias le permitian pagar sin problemas con su primo el alquiler y las facturas.
Adam se llevo nuevamente el megafono a los labios, el ajetreo y los gritos aumentaron a un ritmo febril.
-!Esta noche tenemos a un nuevo adversario! El luchador y estrella del equipo universitario de Eastem !MAREK YOUNG!
Las ovaciones continuaron y la multitud se separo como el mar rojo cuando Marek entro en la sala. Se formo un espacio circular, la turba silbo, abucheo y se burlo del rival. El daba brincos, sacudia el cuello de un lado a otro, tenia el rostro serio y concentrado. La multitud se calmo con un sordo rugido, y luego me lleve las manos a los oidos cunado la musica retumbo por los grandes altavoces al otro extremo de la sala.
-!Nuestro siguiente adversario no necesita presentacion, pero como me da un miedo que ta cagas, ahi va de todos modos! !Templad chicos y quitaos las bragas señoritas! Con vosotro: !TRAVIS PERRO LOCO MADDOX!
El volumen se disparo cuando Travis aparecio por una puerta al otro lado de la sala. Hizo su entrada con el pecho desnudo, tranquilo y espontaneo. Camino sin prisas hacia el centro del perimetro, como si llegara al trabajo un dia cualquiera. Sus musculos fibrosos se estiraron abajo la piel tatuada mientras chocaba los puños contra los nudillos de Marek. Travis se inclino hacia Marek y le susurro algo al oido, el luchador mantuvo con gran dificultad su expresion severa. Ambos contendientes estaban de pie uno en frente del otro, mirandose directamente a los ojos . Marek tenia una mirada asesina mientras que Travis parecia ligeramente divertido.
Los dos hombres retrocedieron un poco, Adam hizo sonar la sirena del megafono. Marek adopto una postura defensiva y travis lo ataco. Al perder la linea de vision, me puse de puntillas, balanceandome de un lado a otro para observar mejor.
Subi poco a poco, dezlinzandome entre la turba que gritaba. Recibi codazos en los costados y golpes de hombros que chocaban contra mi, y me hacian rebotar de aqui para alla como una bola de pinball. Empezaba a ver las cabezas de Marek y Travis, asi que segui abriendome paso hacia delante.
Cuando por fin alcance la primera fila, Marek cogio a Travis con sus fuertes brazos e intento tirarlo al suelo. Cuando Marek se inclino hacia atras con el movimiento,Travis estello la rodilla contra la cara de su rival. Sin darle tiempo a recuperarse del golpe, Travis lo ataco, sus puños alcanzaron la cara ensangrentada de Marek una y otra vez. Cindo dedos se hundieron en mi brazo y me heche asia atras.
-¿Que demonios estas haciendo Abby?- Pregunto Shepley
-!No veo nada desde ahi atras!- GRITE
Me volvi justo a tiempo para ver a Marek lanzar un puñetaso. Travis se giro y por un momento pense que solo habia evitado el golpe, pero dio una vuelta completa, hasta clavar su codo derecho en el centro de la nariz de Marek. La sangre me rocio la cara y salpico la parte superior de mi chaqueta. Marek cayo al suelo de cemento con un ruido sordo y en un instante la sala se quedo en completo silencio.