CAPITULO 4

- Jeremy ¿A donde crees que vas? Vuelve aquí.
Argus se enfadó, a Jeremy parecía no importarle su hijo. No es que si Argus tuviese uno a él le importase, pero le daba rabia que Jeremy finga indiferencia hacia su hijo. Se preparó para correr y lanzarse contra Jeremy, esta vez no tardaría en destrozarle completamente la espalda. 
Tomó vuelo y se impulsó a correr tras de Jeremy, pero se detuvo a tiempo.
Jeremy sin siquiese voltear a verlo le disparó con el arma que traía. Argus río, sintiéndose superior.
-Fallaste, eres una basura sin puntería.
No hubo respuesta por parte de Jeremy, este solo seguía su camino hacia afuera. 
Entonces Argus lo entendió pero fué demasiaso tarde. Jeremy no le había apuntado a él. Volteó a ver donde había caído la bala. Pero apenas lo hizo una de las columnas que estaba unos metros detras de él explotó.

La explosión de ésta causó una explosión consecutiva en las otras.
Jeremy había plantado bombas en cada una de las columnas que soportaban la estructura.

Argus salió disparado hacia un lado. Se estrelló contra el piso y tardó un poco en recobrar la compostura. 
Debía salir de ahí de inmediato, o el edificio se le derrumbaría encima.

Buscó deseperadamente la salida con sus ojos, y se decepcionó a sí mismo al ver a Jeremy desde fuera disparando contra la entrada. Esta se derrumbó al instante dejando la salida completamente sellada .

-MALDITO SEAS!!!- Gritó Argus

Argus trató de buscar otra salida pero no la había. 
El techo se venía abajo. Argus finalmente se resignó, no a morir, mas bien a la idea de que no había salida. Pero eso no significaba que estaba muerto, al menos para él. Corrió hacia las escaleras para subir a la azotea, desde ahí podría saltar o al menos tener mas posibilidades de sobrevivir.  
Cuando ya estaba llegando su idea se vió truncada. 
Un enorme pedazo de concreto le cayó encima. 
Argus gritó del dolor.

Logró saltar a tiempo, pero no lo suficiente para evitar que su pierna fuese destrozada por el concreto.

Bajó la mirada para observar la escena. Su pierna estaba siendo aplastada por debajo de la rodilla.
Podía observar su hueso completamente expuesto y empapado de sangre. Solo una pequeña parte del hueso y unos cuantos ligamentos evitaban que la pierna se partiese en dos. Argus intentó en vano destrozar aquella parte del techo que le impedía escapar.

Las paredes seguían cayendo, el polvo aumentaba. Argus comprendió entonces que ese sería su lugar de muerte. Giró la cabeza hacia arriba y esperó resignado a que el pedazo de techo que estaba cayendo lo aplastase y terminara con su dolor.


 

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Jeremy observaba desde lejos como la fábrica que antes le sirvió de hospedaje se derrumbaba, causanddo una gran nube de polvo y una explosión cuyo ruido se escucharía a muchos kilometros a la redonda.

Sabía que lo estaban buscando, no podía quedarse ahí. Aunque le dió algo de nostalgia por Argus, el había sido quien lo perseguía durante 3 años. Al principio era un problema para Jeremy, pero en el último año escapar de Argus se había convertido en un pasatiempo para él. A quién mandarían ahora. Jeremy no lo sabía, pero al menos tenía unas dos semanas libres, como mucho, para escapar lo mas lejos posible.

Era hora de marcharse, pero antes recogería sus dagas. Él jamás las perdería, dió la vuelta y se adentró en el bosque dejando metros atrás a un pequeño niño que lo miraba con asombro y un tanto de miedo.