El intercambio (edición)

Capítulo 24

Siento que el dolor de cabeza me está matando.

No pienso volver a tomar nunca más en mi vida.

Miro a mi lado y veo que Lukas me ha dejado una nota que dice que salió a comprar el desayuno y en que mi mesa de noche me deja las pastillas para la resaca que tengo.

Siento unas ganas de vomitar y me levanto corriendo al baño para sacar todo lo de la noche anterior. Yo nunca había vomitado después de salir de fiesta. Me cepillo los dientes y me doy un baño para que se me quite esta horrible sensación que tengo en el cuerpo.

—Buenos días —Lukas entra al baño cuando me estoy vistiendo.

—No tienen nada de buenos —lo abrazo —Me duele mucho la cabeza y acabo de vomitar.

—Te traje suero para que tomes y mi abuela va a hacer caldo de pollo. Dicen que eso te quita la resaca.

—Rose va a pensar mal de mí —hago puchero —¡Mi auto! Vamos por mi auto a casa de tus padres.

—Me tomé el tiempo de hacerlo —sonríe —Está abajo y sigue con el moño de cumpleaños.

—Te amo —me cuelgo en su cuello —Bajemos.

Bajamos al parqueadero y comienzo a saltar cuando veo mi hermoso auto. Aún no puedo creerlo, ya no voy a necesitar que me lleven a todas partes.

—Me encanta —comienzo a gritar —Hoy saldremos en él.

—¿Hoy?

—Si, amor. ¿Me acompañas a hacerme un tatuaje?

—¿Que cosa? —abre sus ojos —¿Un tatuaje?

—Lukas, tengo un tatuaje y tú lo sabes.

—¿Qué te vas a hacer?

—No te lo pienso decir —ruedo mis ojos —Subamos a desayunar.

—Muero de hambre —me dice.

Subimos en el ascensor y cuando llegamos al apartamento nos damos cuenta de que Marcus y Naomi siguen durmiendo porque su puerta aún está cerrada.

—¿Y ya estudiaste tu escena para el casting?

—La leí por encima —río —Ahora me voy a poner a estudiar.

—Yo mañana comienzo con las grabaciones del cortometraje. ¿Vas a estar en él?

Me quedo pensando un rato. No quiero quedarle mal en ningún momento, pero es que tengo un Casting importante y quiero dedicarme a eso.

—Sí, supongo.

—Amor, no pasa nada —muerde su labio —Sé que estás a la espera de un buen casting y sé que te lo vas a ganar.

—Yo también espero lo mismo.

Aunque la verdad es que a veces quiero renunciar y quedarme junto a mi novio. Quiero grabar muchos proyectos con él. Y lo más valioso de todo, formar una familia a su lado.

—Buenos días —Marcus sale de la habitación —Tu hermana estuvo vomitando toda la noche y no pude dormir.

—Yo vomité solo una vez —él hace cara de asco —No las dejáremos volver a consumir licor. Además, te ibas a pelear con unas chicas.

—Ellas me provocaron —me encojo de hombros.

—No te hicieron nada, Chris.

—Lo que digas.

—¿Van a hacer algo hoy?

—Chris se va a tatuar —responde Lukas.

—¿Qué te harás?

—Sorpresa. ¿Dónde puedo ir a tatuarme?

—Yo te llevo —Lukas me besa —Sé de un muy buen lugar.

Bajamos por el ascensor y nos montamos en mi auto. Lukas comienza a darme las indicaciones y llegamos a un edificio de ladrillo.

—El dueño se llama Enrique, es un idiota, pero es el mejor tatuador.

Una campana suena por encima de mi cabeza cuando me abre la puerta y ambos entramos en el establecimiento.

—Nunca te había visto —me dice el tipo que supongo que es Enrique.

—Nunca había venido —miro a mi novio.

—Me llamo Enrique —estira su mano.

—Un gusto, me llamo Chris.

—¿Te vas a tatuar o te vas a perforar?

—Tatuar —responde Lukas por mí envolviendo mi
cintura con los brazos.

—¿Es tu novia?

—Sí.

Me da un sonoro beso en la mejilla y sé con qué intención lo está haciendo. Me dijo que Enrique era un completo idiota. Supongo que se refiere a que quiere acostarse con cada chica que ve.

—Me alegra mucho por ti, Lukas —mi novio se relaja un poco —Lukas, ¿te harás algo?

—Creo que me estoy animando a hacer un tatuaje.

Me giro hacia el para que me diga que va a hacerse.

—¿En serio? ¿Qué te vas a tatuar?

—Algo en mi espalda, supongo.

—Qué lindo —le doy un corto beso.

—Tú aún no me dices que te vas a hacer.

—Es que puede sonar algo estúpido.

—Amor, dime —comienza a insistir.

Siento que voy a morir de la vergüenza al decirle lo que me voy a hacer.

—Es que... tú tienes tatuado un sol y pienso tatuarme una luna. Tú eres mi sol y yo tu luna.

Él no dice nada, solo me carga en sus brazos y comienza a llenarme de besos por toda la cara.

—Y yo me haré tu inicial.

—¿Qué? —abro mis ojos.

—No tiene nada de malo —sonríe —Más adelante me haré tu nombre. Aunque me lo puedo hacer hoy.

—Hazte la inicial. No quiero que te arrepientas en un futuro.

—Yo nunca me voy a arrepentir de estar contigo.

Enrique se queda viéndonos y nos pregunta quien es el primero en comenzar a tatuarse y le digo que yo. Nos acercamos a la computadora y comenzamos a buscar varios diseños de lunas para tatuajes.

—Esta me gusta —señalo una luna que tiene dos estrellas en el centro.

—¿Dónde te lo harás? —me pregunta Enrique.

—En mi nuca —me recojo el cabello.

—Te va a doler —me advierte.

Me cuesto en la camilla y Lukas se sienta en frente de mí para darme la mano. Enrique comienza a limpiar mi nuca y siento que enciende la pistola. Cierro mis ojos cuando siento la pistola tocar mi nuca. Mi novio comienza a acariciar mi mano y yo le sonrió para agradecerle. Veinte minutos después Enrique ha terminado mi tatuaje y me quedo viendo en el espejo al ver lo hermoso que es.

—Me encanta —sonrió.

—Yo te pago —Lukas saca su billetera.

—No, obvio que no —saco mi billetera.

—No le recibas nada, Enrique —le advierte.

Al final Lukas le paga mi tatuaje y le digo que si está seguro de hacerse mi inicial y me dice que sí.




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