El Juego Blanco

Capítulo 5 - El Juego Blanco.

- Fue un honor para mí haber cursado en esta academia, haber hecho amigos, haber aprendido más sobre lo que significa vivir, tener libertad, agradezco la oportunidad que me dieron, aun a sabiendas de donde provengo, creo que he logrado demostrar, que, años de enfermedad solo fueron una pequeña piedra en el camino y hasta ahora estoy cumpliendo mis metas, felicitaciones a todos y nuevamente gracias.

Con esas palabras cerré los discursos de despedida de los estudiantes destacados de la L.U.T.R.A (Laboratorio Universitario de Tecnología Robótica Avanzada); ya han transcurrido cinco años desde que fui intervenido por Hush, y también de haber vivido tan traumática experiencia, con esfuerzo logre adaptarme a la sociedad y muy rápidamente me aceptaron, nadie me recrimino por lo que había vivido, al contrario, me consideraban alguien luchador por darle frente a tanta desdicha, para mí, el saber eso era un alivio, pero no negare que aun rondan en mis pensamientos las palabras escritas con sangre en la pared, a pesar de tanto tiempo no me he podido explicar a qué se refería con “Juego Blanco”, siempre le daba vueltas al asunto haciendo como si nada hubiera pasado, a excepción de uno de mis amigos, ni mis padres, ni el resto de mis amigos saben a detalle a todo lo que he sobrevivido, así como no saben otras cosas que he hecho.

Al haberse pasado el Shock del centro de investigación, logre contactar con agentes gubernamentales, lo gracioso, es que no fue necesario esforzarme demasiado por buscarlos, solo fingí un berrinche y ya estaban en casa para detenerme; se trataba de un equipo especial, entrenado en combate y armamento no letal, por supuesto tenía que ser secreto, si se llegase a saber rompería con la creencia de que la violencia no es necesaria, y algo me dice que el enmascarado, sabia sobre este equipo.

Luego de explicarles exhaustivamente una y otra vez que solo quería llamar su atención por un asunto importante, les mencione la amenaza que representaba el enmascarado, y su plan de “El Juego Blanco”, esperaba ansioso que pusieran manos a la obra, por desgracia para mí fue todo lo contrario, atribuyeron lo que dije como resultado del shock e imaginación por haber sufrido por tantos años la enfermedad. Si bien es cierto yo también llegue a dudar de mi juicio, pero estaba convencido de lo que había visto y oído, ellos pidieron alguna prueba que demostrara la veracidad de mis palabras, y la hubiera tenido, si tan solo no hubiera cedido al impulso de golpear la pantalla y con los chispazos crear un pequeño incendio que quemo el disco de almacenamiento, llevándose consigo la única prueba tangible de mi temor.

No había salida, ellos empezaban a dudar si de verdad me había curado, y era razonable, balbuceaba palabras que para ellos no tenían sentido alguno, eso me desconsoló bastante, pero, no quería rendirme, no podía permitirme, permitirle al enmascarado hacer lo que quisiera solo porque quisiera, así que utilice mi última carta, les solicite unirme al equipo especial, o mejor llamado, Agencia Anti-Caos, un nombre bastante peculiar, y al mismo tiempo pasaba desapercibido por sobre la ignorancia de su existencia, para mi agrado accedieron.

No fue para mí un secreto que la verdadera razón por la que decidieron aceptarme tenía que ver con el hecho de que, si me tenían en su casa era más fácil monitorearme y contenerme, trate de no pensar demasiado en ello ya que me causaba indignación; mientras era entrenado, logre demostrar aptitudes superiores a las de los demás agentes, mi mente era más abierta al aprendizaje y mi sed de información no se saciaba fácilmente, luego de tres años de entrar en la agencia, fui reconocido como agente honorario y las sospechas sobre mi se hicieron a un lado.

Siempre y cuando no hablara de “teorías locas conspirativas” todo marchaba bien a la vista de los demás, a tal grado que mi paranoia fue disminuyendo, en ocasiones casi llegando al punto de creer que los agentes tenían razón, era probable que todo fuera causa de mi imaginación. Fue muy estúpido el bajar tanto la guardia.

- ¡Bienvenidos al Juego Blanco!, damas y caballeros, yo, el “Rey Blanco” seré su anfitrión, disfrutaremos, o, mejor dicho, disfrutare haciendo este experimento con ustedes como mis conejillos de india, pero aportaran algo a la sociedad, aun si mueren su legado será libertad y verdad, ¿no es eso grandioso y benévolo? – está de más decir quien apareció en escena.

Mis amigos, Daniel, Sam, James, Andrew, Gaby, Tabita, Edward, Candy, Scarlett y Bonnie, todos escuchamos esa voz resonar dolorosamente en nuestros oídos cuando de forma abrupta e inmediata fuimos transportados a este lugar desconocido para nosotros, el pánico los consumió rápidamente, algunos de ellos gritaba, otros lloraba, y otros simplemente quedaron en silencio viendo a la distancia, de seguro intentando comprender todo lo que estaba sucediendo, solo yo, que ya me había preparado para todo lo que el enmascarado intentara conmigo, mantuve una actitud calmada, pero al mismo tiempo no contaba con que mis amigos se vieran inmiscuidos en tal pleito.



#5017 en Ciencia ficción
#13241 en Thriller
#7467 en Misterio

En el texto hay: tragedia, aventura, suspenso

Editado: 23.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.