Paso mi domingo estudiando, afuera está lloviendo y hace frío. El fin de evaluación ya está encima y no creo que pueda retener tantos datos.
Despierto el lunes por la mañana con un escalofrío recorriendo mi cuerpo, y la oscuridad filtrándose por las rendijas de la persiana, anunciando otro día gélido y lluvioso.
Lucho contra la tentación de quedarme en la cama, pero finalmente me obligo a levantarme, sintiendo el gélido suelo bajos mis pies.
Salgo de casa inventandome escusas para darme la vuelta y regresas a las cálidas mantas, y dejar atrás este maldito viento que me frena al caminar.
Me adentro en el instituto, caminando por los pasillos casi desiertos con mi respiración y mis pasos resonando en el aire.
La sensación de angustia y claustrofobia aumenta a paso a paso, sabiendo que cada zancada estoy más cerca de enfrentarme de nuevo a mi propio infierno. Hoy no solo tendría que aguantar a Lucas y sus secuaces, si no que también tendré que aguantar la cara de Noah y sus comentarios mordaces.
-Buenos días ¿Que tal con tu novio? - oigo decir a Noah a mi espalda, modo de saludo con irónica simpatía.
Mis ojos evitaban el contacto visual con los suyos y sin pararme ni voltearme, saludo con toda la calma de la que soy capaz de mantener.
- Genial, gracias por el interés
- ¡Guay! Si... Se te ve... Tan enamorada. Hasta casi puedo ver corazoncitos alrededor y todo. Enhorabuena - Contesta soltando una risa, y adelantándome por la derecha, entrando directamente en el aula.
Resoplo y me permito unos segundos antes de cruzar esa puerta. Con paso firme, cruzo el pasillo y suelto la mochila sobre su mesa, sin mirarle, se que solo lo hace para provocarme, pero no puedo evitar contestarle, a notar que se está riendo en mi cara.
- Y ¿que cojones te hace tanta gracia?
- Nada. No te pongas asi. Estás muy a la defensiva ¿No crees?
Resoplo de nuevo y me muerdo la lengua para no contestarle otra vez.
– No me reía, solo que...Me preguntaba si de verdad tendrías algún novio. Porque esta claro que Eli, no lo es. Los novios se besan y tu con Eli... – dice negando con la cabeza–; Y aquí piensan que tu y yo... Pero tampoco. No se... Tengo curiosidad de saber si de verdad hay alguien en tu vida y no sólo en tu imaginación.
- Eres insoportable ¿Lo sabias?
– Si, posiblemente lo sea. Pero la verdad es que no hay quien se lo trague, pero si te hace mucha ilusión... haré que me lo creo - responde sacando los libros.
Trato de ignorarle en ese momento, volteando la vista hacia la ventana, viendo cómo la fina lluvia resbala por el cristal de la ventana
– Eso si, respondeme a una duda. - dice llamando de nuevo mi atención. - ¿Me crees tan imbécil como para que me crea esa mierda? ¿O solo es un inútil intento de ponerme celoso?
Me rio con ironía – Pues si, la verdad es que si pienso que seas imbécil.
– Pues fíjate que no, se os ve a la legua, así que esa pantomima ha sido bastante ridícula.
- y ¿que te hace pensar que no lo somos? Que no nos hayas visto besarnos no significa nada. O acaso eres tan patético que me espías
- ¿Espiarte? No, tampoco es que me importe una mierda a quien te folles. Ah! no! que eras virgen. – se burla de mi.– Pero no hay que ser muy listo, tenías el pintalabios intacto.
- Ya... ¿Has oído hablar de los pintalabios permanentes?
-Si claro, pero ese no lo es. Yo mismo te lo quité con mis labios ¿Recuerdas? Además, él no se había afeitado y tú tienes la piel muy fina. Si tu fueras mi novia... Aunque estuviera afeitado... - dice a mordiéndose al labio inferior, poniéndome nerviosa. - estoy seguro que te dejaría marca, la piel irritada y los labios bien hinchados -dice con sonrisa triunfal.
- Pues entonces tengo suerte de no ser tú novia. Pero mira Noah, me da lo mismo lo que pienses. No tengo que darte explicaciones.
– Cierto, no tienes que darlas. Esas historias fantásticas ya aburren un poco.
– Ya... Pues yo lo único que veo es que estas... celoso. ¡Muy bien Sherlock Holmes, sigue con tus absurdas teorias! Pero dime ... Si no te importa una mierda, ¿
por qué llevas todo el fin de semana haciendo teorias?
- ¡WoW! Esa a sido buena.- dice aplaudiendo a mi ataque - Pero no le hagas ilusiones al pobre, eso no está bien. Me daría mucha pena que sufriera. ¿Le jodió mucho cuando se enteró de que tú y yo...? - su cara de preocupación resulta de lo más falsa.
– No soportas ver feliz a nadie ¿verdad?
– Sinceramente... No soporto ver a ese mierda, así que mucho menos puedo soportar verle feliz.
No volvemos a cruzar palabra en todo el día, y eso en cierto modo me alivia. Ahora lo tengo claro, no está celoso, nunca le he gustado e incluso dudo que le cayera bien. Todo ha sido intencionado, solo queria fastidiar a Eli, y ya de paso a Lucas. Él sabía muy bien quien era yo y que tarde o temprano, Eli se enteraría de ese beso.
Intento aguantar como puedo las clases que restan hasta el recreo, y poder salir y hablar un rato con Eli y no sentirme tan sola.Ya no sé si es dolor, rabia, frustración, decepción o solo el vacío que me ahoga.
«Hola!» escribo a Eli, en cuanto pongo un pie fuera del aula.
«hi»
«Noah sabe que lo nuestro es mentira»
«Ya, ya lo se»
« ¿Por qué? ¿Has hablado con él? »
«Si. Me tocó las narices a las tantas de la noche. Pero todo ok. No te preocupes.» «Tengo que dejarte»« Hablamos» contesta y deja de estar en línea.
Guardo el móvil, preguntándome que es lo que le habrá dicho este idiota. Pero no pienso preguntarle a él.
Las siguiente semanas de exámenes se hacen agobiantes, no consigo concentrarme. Me siento ansiosa, torpe, hasta empiezo a pensar que tengo problemas en la cabeza.
Veo a Elías casi a diario, pero no hemos vuelto ha hablar del tema, que evita a toda costa. Ni siquiera puedo decir el nombre de Noah, sin que se le cambie la cara.