Camino junto a Hope mientras vemos los distintos negocios de nuestro alrededor, colores, olores y decoraciones que llaman mi atención, personas que parecían tan felices que daban envidia, como si nunca hubieran experimentado el dolor o la confusión desde el momento en que nacieron, quizás porque son nativos de este mundo, no les resulte tan impactante las cosas que suceden y que a mí me asustan o dejan perpleja.
-Todo parece tan pacifico si hubieras estado aquí, en vez del Bosque, seguramente tu y yo no nos habríamos conocido, Aimi- me dice Hope mientras siento que el vuelve a tomar mi mano, pero esta vez es mas fuerte pero al mismo tiempo no ha perdido su toque delicado.
-No.....Cambiaría....Nada- le digo entre los silencios torpes mientras pronuncio lo mejor que puedo las palabras de este mundo.
A pesar de todo lo que me ha sucedido, no cambiaría por nada en el mundo el hecho de poder conocer a Hope, nos costo mucho poder comunicarnos entre ambos, pero ahora que hemos pasado tiempo juntos, el detalle que pueda interpretarme viendo mis gestos y ojos, el que me proteja ante cualquier peligro, incluso si solo estoy triste, él sabrá la manera para consolarme y volver a hacerme sentir feliz y tranquila...Lo que dije recién son mis mas sinceros sentimientos, no modificaría la fortuna de habernos conocido.
-Incluso si has pasado tanto dolor- él insiste en seguir con el tema.
Mi única forma de hacerle entender de que hablaba en serio es hacer que el apretón entre nuestras manos sea mas fuerte y firme, en ocasiones son los gestos los que mejor trabajo en demostrar lo que realmente sentimos en vez de nuestras palabras, no importa cuantas veces tenga que confirmarle al chico que no me arrepiento de haberlo conocido, incluso con las circunstancias de nuestro encuentro, siempre voy a reafirmar mis palabras, me siento muy afortunada de confiar en él con mi vida.
Nuestro caminar se hizo mas lento, a pesar de que me acerco un poco más a Hope para evitar que las personas me toquen, además sirve como una manera en que puedo ocultar un poco los escalofríos que estoy sintiendo ahora mismo, a pesar de que ya ha pasado un tiempo tras el secuestro y mi confianza a aumentado en lo que llevo de viaje, mi cuerpo de manera inconsciente comienza a temblar a ciertas horas del día, en recordatorio, a las torturas a las cuales fui sometida durante mi encierro junto al resto de mujeres y niños.
-Vamos Aimi, comamos algo ligero y después iremos a la plaza, seguramente encontraremos algo te animara- me dice Hope una vez que vez que se da cuenta de que estoy temblando.
Solo puedo asentir en respuesta mientras me lleva a lo que parece ser una cafetería, mesas puestas afuera con hermosos adornos florales, mujeres y hombres vestido con un uniforme de Sirviente, los clientes parecía que disfrutaban sus comidas las cuales a mí me parecían curiosas, ya que tenían formas de cosas que no había visto aun, como animales y criaturas mitológicas de este mundo.
Hope se acerco a una mesa y como un caballero, me ofreció una silla, acepte el gesto y me senté con una ligera sonrisa en mis labios, al parecer esas son las costumbres de Lucentail, o por lo menos son las de mi Amigo, una vez que vio que estaba sentada, el procedió a tomar el otro asiento como su lugar, no dudo mucho y llamo a uno de los trabajadores para que nos atendiera, como estaba hablando demasiado rápido, no pude entender lo que estaba diciendo, pero al parecer pidió cosas ligeras para ambos, algo para beber y comer, esta es una de las pocas cosas que he comido tradicionales desde que llegue, la mayor parte de los alimentos que he consumido, han sido recetas sencillas no muy diferentes a las de mi propio mundo.
Esperamos unos diez minutos hasta que llego lo que Hope pidió para ambos, una pequeña tetera con flores estaba con nosotros, desprendía un aroma envolvente y relajante, como si te animara a beber lo que contenía, la comida que nos sirvieron eran, para mi gran felicidad, dulces que hasta ahora no había visto que existieran en Lucentail.
-Dulces- pude decir mientras mi sonrisa es mucho mas notoria, al mirarme, Hope abrió su boca.
-Escuche que esta Cafetería es bastante buena y una de las mejores de este lugar, sus Tés y bocadillos son famosos, porque al parecer, tienen efectos curativos que ayudan a relajar tanto la mente como al cuerpo....Creí que esto te ayudaría a aliviar sus temblores y a olvidar, aunque sea solo un poco, tus miedos y malas experiencias- me dice mientras toca su cabeza.
-Gracias- le digo con total sinceridad, mientras sirvo el té para ambos.
Al probar el agua caliente, siento una explosión de sabor en mi boca, fruta dulce y rosas están en armonía bailando dentro de mis papilas gustativas, mis ojos se abren llenos de emoción, este té es tan delicioso, que realmente no me cansaría de tomarlo con frecuencia, puedo sentir como mi cuerpo deja de temblar para concentrarse únicamente en disfrutar de este brebaje.
-Se...Siente...Como....si fuera....Fuegos....Artificiales- hablo encantada.
-Me alegro de que te guste, Aimi- la sonrisa de Hope es muy gentil.
Ahora me toca probar los dulces, hay uno que me llamo en particular la atención, que era una especie de pudin pero de color morado con un poco de crema de color verde encima, tomo el recipiente donde esta y con la cuchara pruebo un poco.
El sabor de una especie de arándano y menta se unen a mi boca, los sabores familiares hacen que me relaje de tal forma en que siento que estoy de vuelta en mi hogar, que ahora mismo estoy en una salida con mis Amigos y disfrutando de una comida antes de ir a hacer algún trabajo grupal o simplemente por pasar el rato juntos.