La mañana para Hope y para mí paso rápido, desayunamos, desarmamos el campamento y seguimos nuestro viaje, el chico paso gran parte del tiempo hablandome de muchas cosas, para que fuera aprendiendo lo más rápido posible, por lo que pude entender, es para que no me sienta una completa extraña en algunas cosas, como historia, magia y en la más importante, las tradiciones.
Lucentail tiene mucha historia y costumbres algo extrañas,pero no puedo decir mucho, en mi mundo natal, todos los países tienen fiestas y costumbres distintas, ninguna es igual, por eso saber de qué algunas de las tradiciones de Lucentail se comparten en todo el te mundo me resulta algo curioso, Hope se dió cuenta de mi curiosidad cuando vio mis ojos, como no hablo mucho, Hope a aprendido a leerme mirándome directamente a los ojos, es más fácil para él saber lo que quiero o lo que voy a preguntar a través de mis gestos y expresiones.
Estuve bastante metida en nuestra charla, por lo que el tiempo pasó volando, realmente ni me cuenta cuando llegamos a la aldea, me hice conciente cuando Hope me dijo que mirara a mi alrededor.
Hay un lago al centro, los árboles rodeándolo dan una sensación de paz, las casas no muy grandes pero se ven sacadas de un cuento de hadas, los niños están riendo, hombres están trabajando, las mujeres están conversando entre ellas, todo parece tan irreal, pero es muy hermoso a la vez.
-¡Gente de Afuera! ¡Todos saquen los pétalos y eso!- grito alguien, logrando asustarme por lo repentino de todo.
Un gran caos comenzó a manifestarse, Hope ni siquiera dudó y se puso delante de mí, dispuesto a protegerme, los niños se están riendo más alegremente, los hombres y mujeres miraban con suave picardía el inconconciente gesto de Hope, pero el chico solo los miró con desconfianza.
Suaves pétalos comenzaron a caer del cielo, combinado con ¿Nieve? Esto blanco y esponjoso es ¿Una nube? O ¿Es nieve? Los pétalos y eso que cae, están rodeándonos.
-¿Qué....es....esto?- pregunto algo confundida a Hope, mientras veo que el notoriamente se relaja.
-Lo siento Aimi, Rejua tiene dos tradiciones algo extrañas, pero esta es una de ellas- me dice el chico, mientras tranquilamente toma una de las cosas blancas y esponjosas entre sus manos y me muestra.
-Esto se llama, Pensamiento del Cielo, es una Flor que crece en todo Lucentail, dice la leyenda que la Diosa la creo para que los Mortales podamos darle nuestro pensamientos a ella, por eso la lanzan, para que toquen a las personas y luego puedan ir al cielo- me explica Hope, mientras me coloca el Pensamiento del Cielo en mis manos.
La flor comenzó a tomar un bonito color rosado suave, tomando mis manos, Hope comenzó a murmurar algo, el Pensamiento del Cielo se elevó y se unió al resto de flores esparcidas en el aire, cada una de distintos colores, creando un inusual espectáculo, por lo menos para mí, era ver un arcoiris sin que allá lluvia o una catarata.
-Que hermoso- pude decir, milagrosamente, sin tartamudear, mientras quitaba mis manos de las de Hope.
-La Tradición de Rejua es lanzar pétalos y Pensamientos del Cielo a la gente que no sea de la Aldea, así ellos saben si son buenas o malas personas, ya que el Pensamiento del Cielo, siempre adquirirá el color de la persona que lo toco....Tu color es rosado suave, una voluntad amable y dispuesta a ayudar a los demás- me dice mientras que otra flor lo tocaba y adquiría un color rojo combinado con un poco de azul.
-Que extraño, normalmente el Pensamiento del Cielo, cuando me toca, adquiere un color rojo intenso, ahora está combinado con azul ¿Por qué será?- murmuro Hope.
-Hope....es....Amable....Estoy.... Segura....Que....Es...Por....Eso- le digo, tardandome en hablar, pero el chico solo pudo sonreír.
-¡La Señorita es muy bonita Mamá! ¡Tiene un cabello muy inusual! ¡Rosado y café!- grita una niña, mientras se nos acerca de manera alegre.
¿Rosado y café? Mi cabello es castaño, pero ¿Por qué dice que lo tengo rosado? Mirando a la niña, ella tomó mi mano y me acerco al lago para mirar mi reflejo.
Mi cara ovalada, labios en forma de corazón, las pestañas largas pero al mismo tiempo rizadas, mis inusuales ojos, el derecho pardo y el izquierdo fucsia, los puedo ver reflejados, pero mi cabello es otra cosa.
De las raíces hasta llegar al comienzo de mis cejas, un suave color rosado es notorio, el resto es castaño, ¿!Como pasó esto!? ¿Por qué mi pelo castaño ahora se está tornando rosado? ¡No lo entiendo!.
Dejó de mirarme y mis ojos se dirigen a Hope, como diciéndole porque no me dijo que ahora tenía una parte de mi cabello rosado, el chico solo mueve sus hombros, dándome de respuesta que él creía que ya lo sabía.
¿¡Como iba a saber que tengo el cabello rosado!? ¡No pertenezco a Lucentail! ¡Es obvio que no sepa lo que me está pasando! ¡Este tonto que no me avisa!.
-¡Su cabello es muy hermoso! ¡El color de la amabilidad y la tierra juntos!- me dice con entusiasmo la pequeña, ahora que ya había dejado de ver a Hope.
-¿Como se llama la Señorita?- me pregunta curiosa la niña, ahora tomándome las manos