Capítulo-4

Mía—escucho una voz masculina decir.no porque se me olvido cerrar la puerta con seguro significa que cualquiera puede abrirla no tienen el derecho,y ¿cómo dijo... Mía? Aggggg odio me digan Mía ese no es mi nombre,desde pequeña los maestros y amigos de mis padre me confundían con ese nombre, es odioso sé que se parece pero... siento como palmean mi hombro derecho muevo mi cabeza para esa dirección encontrándome con Maya muy preocupada.

Maya—lo conoces?—en eso doy cuenta que por estar muy metida en mis pensamientos se me a olvidado que alguien a abierto la puerta de el auto.miro a mi izquierda encontrándome con un traje negro formal de esos que usa papá para ir a trabajar.levanto la mirada encontrándome con un Hombre muy guapo.

Su piel es color blanca,tiene el cabello color café claro,no sé de cortes de cabello pero el de él tiene una línea a el lado izquierdo dejando caer al lado derecho cabello en capas pero no muy largo,en las puntas tiene unos pequeños rizos,a el lado izquierdo de la línea tiene un poco de cabello pero más corto que el de el lado derecho,y luego en el resto de cabello es muy pero muy corto,sus cejas son gruesas,sus ojos son color miel,pestañas largas, nariz un poco larga pero delgada,labios rosados y gruesos.

Maya—Nia,Niaaa,Nia—miro a mi derecha Maya tiene cara de preocupación y enojo.

—¿Qué?—rueda los ojos frustrada y suspira.

Maya—¿Qué no sabes que hay un desconocido en la puerta de el auto,y que nos puede hacer daño?

—no la lastimaria...—dice el desconocido.Maya lo interrumpe.

Maya—oye esto es entre mi amiga y yo así que no te metas—la miro sorprendida ya que desde que la conozco nunca a interrumpido a nadie y mucho menos contestarle mal.—ademas tu ¿Qué quieres? no tengo todo el día,mi trasero no va a aguantar ni una hora más estar aquí sentada.—si que estoy sorprendida.miro a dónde está el desconocido, nada más verle tengo mucho miedo ya que tiene su ceño fruncido,sus ojos color negro se ve que realmente está enojado,ni papá me había dejado con tanto miedo y eso que es una persona muy seria.

—yo tampoco tengo todo el día...—dice el con una voz muy ronca.Maya lo interrumpe.

Maya—entonces habla ya.

—lo haría si dejaras de hablar cuando yo lo hago.—dice el.

Maya—entonces habla ya ¿Qué quieres?.

—lo que me pertenece—dice firme.yo lo volteó a ver confundida.

—¿Que?—decimos maya y yo.

—lo que me pertenece—dice más fuerte.

Maya—ya te escuchamos pero ¿Qué te pertenece?.

—ella—dice el firme.

—¿Quién ella?—pregunto yo.estoy muy confundida.

—tu...—dice el viéndome.—eres Mía.

—Que?—pregunto.

—dije que ERES MÍA.

—yo no soy tuya—digo firme y sería,aunque tengo un poco de miedo ya que sus ojos siguen estando negros además de que es un hombre, sé que las mujeres somos fuertes pero no me veo ganándole a uno y eso que tengo mucha autoestima.

—si lo eres—dice más molesto que antes, aunque tengo miedo no se lo mostraré.

—que no—digo con fastidio.

—que si.

—que no 

—que si

—que no

—que si

—que no

—que si

—que no

—que si

—que no

—¡Ya callence!—dice una voz masculina,miro de donde proviene encontrándome con un hombre moreno,cabello rizado amarrado con una coleta alta,ojos café oscuro,pestañas gruesas , nariz ancha,labios delgados.—el viaje a sido largo yo solo quiero descansar así que porque mejor no solo dejan su pelea de parejas para más tar...—lo interrumpo.

—no somos pareja—digo enojada.

—si lo somos—hay ya va de nuevo—y nos vamos ahora—no se en que momento llegue al asiento tracero de un auto ya que todo fue muy rápido,o mas bien el ¿Cómo lo pudo hacer tan rápido? ¿Qué hago?.abro la puerta de el otro lado,salgo lo más rápido que puedo,entro a mi auto,ya dentro cierro la puerta y arranco a toda velocidad.

Maya—ahora ¿Qué haremos?—la volteó a ver y tiene los ojos cristalizados.devuelvo mi vista al frente.

—no lo sé.—en verdad no sé qué hacer ni que decirle en este momento tengo miedo,quiero llorar,quiero escapar pero solo conduzco,aparte de que si me derrumbó ahora... En realidad no sé que pueda pasar... O más bien pasarme, pasarnos a las dos.

—toda vía nos persiguen.

—lo sé.

—lo dices cómo si nada.—la miro mal y devuelvo mi vista alfrente.—sabes parece como si tu vida no estaría en peligro... —habla después de unos minutos—la nuestra esta en peligro... ¡Nía!—grita mi nombre.la volteó a ver.

—¿Qué?—devuelvo mi vista al frente.

—¿Como que?... Sabes no te entiendo,se supone que somos amigas pero no te entiendo siempre te enojas por pequeñeces pero ahora actúas como si nada—me quedó callada— no le hubieras pegado a Sofía...—habla después de 3 minutos.

—lo hice por tí—y es verdad sólo la quise defender.

—claro que no,yo no te dije que la golpearas—esto me duele ya que ella me esta culpando por lo de Sofía y en verdad sé que estuvo mal pero tampoco fue mi culpa... En realidad si la fue ya que yo la lastime... Pero sentía cólera.

—solo te quise defender.

—¿Golpeándola? A si no se defiende si no con palabras ya que eres humana no un animal—quiero llorar ya que ella prácticamente me dijo animal.—sabes si no lo hubieras hecho no estaríamos en este problema.

—pues perdón—no sé qué decir en verdad estoy arrepentida de haberlo hecho pero ya no puedo hacer nada o ...solo quiero estar en casa sentarme en un rincón de mi cuarto y llorar.

—con un perdón no arreglas nada.

—lo se.

—no,no lo sabés.—puedo ver la cabaña de mis padres ¿Como la reconozco? Fácil ya que de pequeña vine acá unas cuantas veces además de que esa cabaña tiene girasoles donde mamá y yo los plantamos.

—esa es la cabaña.

—no importa ya que nada más bajar de el auto ellos nos atraparán—tiene razón.

—yo los distraere mientras tú corres, entras a la cabaña y te pones a salvó.

—no funcionará ya que ellos nos rodearán.