El Liberado

Caminos de la vida y de la muerte

Confirmamos la pérdida de consciencia del Acosador al no salir de su trampa de concreto tras cinco minutos después de curar a los demás. Flinn me trae algo de la tienda más cercana para recuperar mi energía, curar heridas leves me cansa mucho, curar las heridas me deja debilitado, me trae cinco paquetes de galletas y un galón de jugo, dejando el cambio cerca de la caja registradora debajo de algo pesado para que no se rieguen por toda la ciudad, los vientos fuertes se están haciendo presentes en lo que avanza octubre. Jayden y Millie me tienen que cargar mientras Rick practica su corte con el cartel que nos tapa la entrada, estoy demasiado cansado para siquiera caminar.

El interior de la farmacia es igual a la otra farmacia, es una vil copia de la otra, con los productos en el mismo orden, con un mostrador blanco con el logotipo y goma de mascar verde al lado de las gasas tras el panel de vidrio templado. Los demás aprovechan mi tiempo de almorzar para ahora sí declarar muerto al Acosador y a Allen, hacen guardia en la puerta mientras me acabo toda la comida sin parar, ya me hacía falta, saben que curar a otros me debilita mucho, y considerando la situación actual me hace mucha comida para llenarme, mis heridas graves se curaron, curé a otros con heridas de distintos grados y mi estómago está prácticamente vacío por vomitar hace una o dos horas, eso agota demasiado a cualquiera.

— ¿Está delicioso? Quisiera comer si no fuera por los nervios, lo que le ha pasado a Allen es horrible, no puedo pensar en otra cosa que sea en lo que se convirtió, puede que en el fondo se arrepienta —me pregunta Rick cuando acabo mi tercer paquete de galletas, a todos nos ha dejado impactados en lo que es Allen ahora, un monstruo.

— Tal vez era así en el fondo y nadie sabía, la gente puede ocultar muchas cosas por muchos motivos —de inmediato me viene la culpa por hablar de eso sabiendo que Rick escondió todo su dolor y no lo descubrí de la forma más ética posible, lo expuse en pleno juicio—. ¿Y cómo te sientes?

— Ya sabes, mejor y con mucho trabajo, pero ahora lo hago por mis propios motivos, Harry me ha ayudado a dejar de culparme —su psicólogo y el mío son gemelos idénticos con cabello rubio rizado y un lunar debajo del ojo parecido a una lágrima, el mío se llama Terry, como son gemelos tenían que llevar nombre similar, supongo. Me da mucho gusto saber que Rick va mejorando, fue un duro golpe para él y para todos, verlo sonreír sabiendo que lo hace genuinamente es inspirador—. Harry sabe bien lo que hace, al final siempre me hace hacer mi propio juego con la canasta de la vida, así expreso todo con muñecos y pienso en mi futuro, me deja desahogarme sanamente. ¿Y cómo te va con Terry? Lo he visto llorar cuando sales de su sala.

— Supongo que me va bien, a veces me deja divagar y soltar mi imaginación para que no piense en el tema del superhéroe —me termino el paquete y me tomo otro vaso de jugo, ya no queda mucho de ese, debería dejar lo que resta cuando me termine las galletas—. Algunas veces suelto todos mis pensamientos más negativos y oscuros, lo que más nos hace llorar a ambos es que indudablemente mi vida se verá consumada por ser un superhéroe, o muero en el intento o jamás dejaré eso y me perseguirá por el reto de mis días. Si tuviera hijos tendría miedo a que no pudieran vivir una vida normal por mi culpa, son poco los hijos de famosos reconocidos por sus méritos propios que por sus padres.

— Esa es la parte mala de la fama y el heroísmo, te persigue sin cansancio. Y si tuvieras hijos ellos estarían orgullosos de ti, nadie podría arriesgar su vida a tal grado como tú, muchos huyen de sus responsabilidades cuando son demasiadas para ellos, pero aquí estás tú, enfrentándote al peligro sin rendirte, encontrando una motivación.

— Eso sí, quiero terminar esta guerra porque no quiero que sufran por alguien que es malo, alguien que no le importa nadie más que sí mismo. Mi único temor aparte de condenar a mis hijos a una vida relacionada conmigo es que sepan todo lo que hice, la parte mala de hecho.

— Si lo estás haciendo por una buena causa, porque no te queda más remedio, no tienes que condenarte —termina la hora de comer para mí, con tanta comida ya puedo levantarme sin ayuda, repuse la energía que me faltaba, Rick está en lo cierto, lo hecho porque lo creía correcto y no porque quería dañar a alguien, lo que me da miedo es que no lo acepten y me tengan miedo a mí—. Jamás había visto a nadie comer tanta comida en tan poco tiempo.

— Y esas son las ventajas de ser velocista, gracias a mi metabolismo rápido —uso como chiste ese dato de que los velocistas se desarrollan más rápido y pueden comer cuanto quieran sin engordar, se procesa más rápido de lo normal, Flash no es el único que puede hacerlo.

Volviendo al tema de la farmacia, confirmamos la muerte de Allen y del Acosador por separado al considerarse diferente el uno del otro, el mismo Acosador lo dijo, no se levantó en veinte minutos, ya se hubiera regenerado o movido ahí en los escombros. No tenemos que buscar demasiado, como estas farmacias son idénticas a las otras solo basta con abrir la puerta detrás del mostrador para descubrir unas escaleras, por la falta de electricidad en toda la zona nos vemos obligados a iluminar los escalones de concreto con manchas de humedad, y pensar que tenemos suerte por tener dos centrales eléctricas en la ciudad, o cerca de esta, una para llenar de luz la zona comercial y la fuente alternativa de la zona suburbana y la otra para el resto de la ciudad y antiguamente las Instalaciones B, así como la fuente principal de la zona suburbana.



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En el texto hay: armas biologicas, venganza, heroesyvillanos

Editado: 18.02.2023

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