El Liberado

Bad Blood

El helicóptero nos deja en la zona misteriosa del desfiladero, un gran espacio sin árboles, plantas o animales, solo hay césped cierto de nieve. Hemos llegado temprano, todavía no hay nadie, solo estamos nosotros 6 y nadie más, los otros escuadrones están en los bosques y otro al otro lado del desfiladero. Nuestros trajes nos protegen del frío, Hannah lo modificó al cortarlo con un escote de corazón con esa tela magenta tejida directo al traje y mangas magentas con cuello largo y hombreras para cubrirla mejor; al igual que CJ, con dos trenzas largas hechas un moño, lleva el cabello recogido con dos pequeñas coletas y sus dos mechones a los lados de su rostro. Los demás llevamos el cabello hecho un desastre, aunque el mío se aligera por el casco; estamos hecho un desastre por el frío, el cansancio y el miedo constante a perder, los que están en el complejo solo esperan que ganemos sin otra posibilidad, ni un acuerdo mutuo, quieren que termine para siempre tal y como yo lo dije y se expandió.

Una misteriosa niebla surge de las orillas del desfiladero, coincidentemente también son 6 figuras con la de Sebastian resaltando entre estas con su copete de niño rico y otra del maldito tarado que posiblemente mate hoy o mañana. Primero sale el jefe a vencer, su traje negro con músculos exagerados que no tiene ni tendrá resalta sobre el de los demás por una especie de tela más fina y gris a los lados, del lado izquierdo parece haber un bulto como si tuviera hinchazón producto del virus Reborn. El traicionero tiene el mismo traje que la última vez, Sebastian debió haberse dado cuenta que sus trajes de antes eran tan horribles para reemplazarlos. Nosotros nos organizamos y nos acomodamos conmigo en el centro para luego acercarnos más posando lo mejor posible para imponer. Marchamos hacia ellos y ellos hacia nosotros, sin saber exactamente lo que haremos, ninguno está listo para atacar. Solo sabemos una cosa. Este día habrá un vencedor y un perdedor.

Nos detenemos a dos metros de ellos.

— Axel Montgomery, me alegra verte tras esa celebración que tuvo… algunos inconvenientes.

— Lo mismo digo, pero no estamos aquí para hablar sobre nosotros y los conflictos que nos han llevado a este punto.

— Entiendo, vas directo al grano y me gusta. Hablaremos solos como debemos hacerlo, no creo que alguien más lo entienda.

— Aleja a los tuyos primero, eres quién tiene más equipo y quiero que sea justo.

Él les hace una seña y estos se alejan, yo hago lo mismo con mis amigos y se retiran, ambos mandos estando atentos a cualquier movimiento. Sé de qué se podría tratar, de mis poderes y de Aarón.

— Ahora que estamos solos, Aarón, sé que estás ahí y si quieres que salga bien aparece ahora —esto sí me hace cuestionar lo que quiere hacer y lo nota—. Ambos acabamos con el otro y seguimos aquí, no es un secreto que está contigo.

Aarón aparece con la apariencia con la última vez que lo vi, de casi 40 años y con ese traje de batalla que vi. Todavía tiene esa pinta de ser un holograma, pero más realista y encajando en mi visión en vez de lucir fuera de lugar.

— Ahora que estamos los tres aquí y ahora, quiero ofrecerles una oferta.

— ¿Después de casi volar una ciudad? —suena ridículo que quiera la paz después de más de 100 años buscando esto.

— Tú volaste las instalaciones y tú —señala a Aarón—, volaste ambas instalaciones y tuve que repetir mi vida dos veces gracias a ti, ser un bebé con mente de adulto es la peor de las torturas.

— Sebastian será un desquiciado, pero jamás rompe una promesa —Aarón lo defiende usando la información que no tengo.

— ¿Ese trato en qué afectaría y beneficiaría al otro? —quiero saber que tanto me quiere joder.

— Estoy infectado con la variante beta del Reborn, cada vez me mata más —revela una cremallera en la zona de la tela gris, exponiendo varios apéndices verdes translucidos que salen de su costado y vuelven a entrar al otro extremo—. Aarón ha de querer reunirse con sus seres queridos y no es difícil adivinar los estragos que la guerra te ha causado, de por sí eres inestable, me sorprende verte con vida.

— Todos tenemos una necesidad, lo entiendo, la paz es una opción. ¿Y que ganamos?

— Fácil, yo me gano una cura, Aarón el descanso eterno y tú una vida por delante. Solo tenemos que hacer un pequeño sacrificio, me das medio litro de tu sangre para poder experimentar y hallar la forma de ganar tu inmunidad y yo reduzco todo el operativo hasta desaparecerlo por completo.

— ¿Y qué hay de la resistencia y Racyn City?

— Ese es el punto que quiero discutir a solas, estoy dispuesto a una tregua, pero no todos mis empleados piensan como yo. Pueden derrocarme y seguir con los ideales que les planté sin saber que llegaríamos a esto, la anarquía en RedCell significaría un caos total y un desastre mayor, mis órdenes pueden ser malinterpretadas y mis soldados pueden ser más genocidas y retorcidos que yo. No quiero cruzar límites que no son debidos.

— Mataste a mi novia y a Rick para volverme loco, ¿qué limite no has cruzado?

— Sé lo que hice, y créeme que lo hago antes de arrepentirme, si me uno contigo es porque jamás han estado tan cerca de ganar y tengo que hacer lo necesario para sobrevivir, tengo problemas, pero no soy un estúpido. Además, no maté a tu asistente, que yo sepa lo dejé vivo en México.



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En el texto hay: armas biologicas, venganza, heroesyvillanos

Editado: 18.02.2023

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