-¿Qué tienen los trolls con los puentes?-pregunto Aredia.
-No saben construir y no soportan el encierro, desde su punto de vista esto es perfecto, tienen techo pero no paredes.
Estos en particular eran Trolls Verdes, no confundir con los de piedra, un par de moles de tres metros nacidas directo del fango, sus cuerpos de lodo estaban cubiertos por una capa de musgo y hasta parecían lindos ahora que arrullaban las bolas de lana impregnadas en esencia de ruda que Malquiur les había dado.
-Son territoriales pero razonables-le explico a los oficiales que se habían presentado en la escena-asique es mejor negociar en vez de echarlos.
-¿Cómo vamos a razonar con esas cosas?
-Para empezar no les llamen así, son muy susceptibles-les dio un cuadernillo-aquí tienen un pequeño diccionario para entenderse.
-Pueden pedirles que cuiden el puente-sugirió Aredia-que no dejen a los niños acercarse donde es peligroso y rescaten a cualquier auto o persona que caiga.
-No mencionen que es el precio por quedarse, para ellos está ya es su casa, pero lo harán por más de esto-les entrego la botella de esencia-les dejare la receta.
¡Crisis evitada!, y en tiempo record, ya que estaban en New York decidieron darse una vuelta y prestar sus servicios en otros menesteres, a las criaturas en líos legales le dejaron tarjetas de Ethel, a las autoridades folletos que habían preparado, conocieron la comunidad de gnomos en Central Park, dieron instrucciones en los muelles para espantar a los pterodáctilos, le dieron una pócima de mudez a una banshee problemática y rescataron un pichón de Duocoral, una suerte de loro con dos cabezas, antes de volver a casa.
Les aguardaban visitas, Clementine y el capitán Garret, Efraín se había ocupado de recibirlos.
-¿Tu no deberías ser el hechicero entonces?, eres el mayor.
-Técnicamente naci muerto, eso me descarto.
-Es increíble-Garret estaba encantado con el pajarillo.
-Una cabeza imita voces y la otra instrumentos-le explico Aredia-es como tener un cantante con acompañamiento.
-¿Qué los trae por aquí?, ¿hay problemas con las sirenas?
-Nada de eso-dijo el capitán-la reina les invita al baile de las medusas prismáticas.
-¿Las sirenas tienen bailes?
-Se trata de una tradición importante en la Atlántida-dijo Clementine, con poco interés-se da cada diez años y el hechicero siempre asiste.
-¡Wow, alto!, ¿iremos a la Atlántida?
-Este, Aredia…somos mamíferos, necesitamos aire, ¿te acuerdas?
-Pero el hechicero siempre va.
-A menos que mi padre tuviera un submarino…
-¿Por qué no le preguntan al dichoso libro?-pregunto la marine, mirándoles con extrañeza.
-¿El grimonio?, sobre eso…
-Pídanle al maestro que los cambie-dijo Deméter, pasando por allí-puede convertirlos temporalmente.
¡Era cierto!, la aportación del Wyrm al grimonio era cambiar la apariencia de las especies para adaptarlas al entorno, si Grimm recuperaba sus fuerzas quizás fuera capaz de tal proeza.
-Eso me ahorraría líos con Suministros de la Marina, también nos invitaron.
-Bueno, a Clementine solo tendría que quitarle la maldición.
-Maravilloso-dijo esta, con evidente sarcasmo.
-¿Están mal las cosas con Dawn?-pregunto Aredia.
-Oh, con Dawn estoy bien, pero solo es Dawn cuando estamos a solas, el resto del tiempo es “Su Majestad, Valkirie, Reina de los Siete Mares”
-Ha de ser incomodo.
-Y nos va a tocar incomodarnos-dijo Malquiur-¿Quieres ir, Efraín?
-Me aterra el océano, mejor me quedo a cuidar el fuerte.
-¡Ok!, iremos a una legendaria ciudad hundida, a un evento ancestral, con grandes posibilidades de provocar un incidente diplomático, suena divertido, ¿Cuándo es?
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Se fueron un par de días después, prometiendo volver antes de que acabara la semana, Efrain los acompaño hasta los muelles donde tomaron un gran buque que les llevaría a su destino, luego se regreso andando, reflexionando consigo mismo y aun preguntándose cual podría ser su aporte exacto en el gremio del grimonio.
Editado: 18.02.2019