El Libro de las Especies

57-Traiciones

Si había una persona a la que le había ido bien durante la era del cambio esa persona debía ser Ethel.

 

Al principio se asusto tanto como el que más, se había sentido aterrada y burlada, pero salió avante y ahora era feliz, estaba en paz con su aspecto, era una defensora de las causas sociales, tenía a su lado a un hombre culto, encantador, y con una hija a la que adoraba, la vida no podía ser mejor.

 

Ya saben para donde va esto.

 

Llego a su departamento antes de lo usual, con ganas de contarle a John todo lo sucedido con la casa viviente y que tuvieran un rato a solas, Brooke debía estar en la escuela, en vez de eso la encontró gimoteando en la sala, con vendas en la cara y los brazos.

 

-¡Brooke!, oh, Dios, ¿pero que te paso?

-Ethel-John salió de un cuarto.

-¡John!, ¿Qué ocurrió?

-Fue en la escuela-dijo, evitando mirarla-rompió su colgante por accidente y todos vieron lo que era, un niño le arrojo agua caliente…la llamo fenómeno.

-Qué barbaridad-las criaturas del pantano eran en extremo sensible al calor-calma, nena, me hare cargo, John, ¿sabes cómo…?

 

John cargaba dos maletas, no las había notado antes, pero ahora también se fijo en la mochila de Brooke junto al sofá, sus libros estaban sobre la mesa, cargaba otra cosa.

 

-¿John?

-Ethel, lo siento-soltó las maletas y se acerco a ella-has hecho tanto por nosotros, pero debo pensar en lo mejor para Brooke, no está a salvo entre las personas.

-¿Qué quieres decir?

-Dicen que Four Lakes es seguro para las criaturas-la tomo por los hombros-Ethel, ven con nosotros, por favor.

-¿Qué?, ¡No!, no puedo ir allá, ustedes no pueden ir allá.

-¿Por qué no?, nos aceptaran.

-¡Es muy peligroso!

-No le han hecho nada en cuatro meses, el gobierno entiende que tiene que haber lugares para nosotros.

-¿Lugares para nosotros?, ¿eso no es segregación?

-¿Qué?

 

Ese había sido un pésimo tiro al aire pero se estaba desesperando, según Malquiur, Four Lakes era una caldera a punto de estallar pero no podía decirles sin explicar todo lo demás y no podía explicar nada sin revelar el secreto del hechicero y el grimonio, un secreto que juro a su mejor amigo guardar.

 

-Quiero decir-se apresuro-no tomes una decisión precipitada, ¿Qué hay de mi trabajo?

-Estoy seguro de que podrás trabajar allá, diablos, quizás yo vuelve a trabajar-era cirujano y le habían prohibido ejercer por los pliegues entre sus dedos-y lo más importante, Brooke estará a salvo.

-¡Nadie allí está a salvo!-tomo sus manos y las apretó-John, te lo ruego, tienes que confiar en mí, no sabes cómo son las cosas.

-Por supuesto que no, nadie sabe como son las cosas desde que inicio el cambio, nadie sabe que lo produjo-ella evito su mirada-¿Ethel?...Ethel, tú…

-Por favor, no se vayan.

-¿Sabes algo?-sintió que temblaba-¡Tú sabes algo!

-¡John!

-¿Tiene que ver con tu amigo el detective?, ¿Qué es lo que sabes?, dime.

-No.

-¡Dímelo!-exigió-o sabes algo o solo intentas dejar todo como te gusta, sin importar lo que nos pase.

-No sé nada-dijo, retirando sus manos.

-…Creí que te conocía, vámonos, Brooke.

 

La niña tomo su mochila y siguió a su padre, al para junto a ella le dirigió una mirada triste y apenas se cerró la puerta, Ethel se derrumbo y rompió en llanto.

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Un par de días después hubo una reunión de emergencia en casa del mago, Efraím les aviso que el torneo en Aka ‘Magosh había sido fijado para dentro de una semana, lo que les obligaba a trazar y ejecutar un plan de acción inmediato.

 



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En el texto hay: especies sobrenaturales, detective, magia

Editado: 18.02.2019

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