— Ramses, hemos buscado por semanas, no encontraremos ese cofre. Tal vez tu sueño no era... — Dijo Milena, estaba cansada, harta, deseaba tomar un baño caliente y poder dormir en su cama.
— por supuesto que fue una premonición — suspiró, volteó a ver a su hermana — ese cofre significa el fin de nuestro mundo — le señaló de modo dramático, parte de su personalidad un poco extravagante.
— dijiste que atacaba en el reino de Valeria ¿cómo podría afectarnos eso? — se detuvo, tomó asiento en la roca más cercana, el cabello rojo le cubrió el rostro — es problema de ellos —
— por alguna razón nosotros también estábamos ahí — observó el lugar tratando de ubicar el lugar exacto, tocó un árbol, miró en busca de una pista. Nada — y si nosotros estábamos ahí es por algo —
— Ramses... —
— deja de quejarte — estaba por reprenderla nuevamente cuando miró hacia el lugar que señalaba Milena.
Ambos corrieron hacia lo que parecía un cadáver. Era una mujer, el cabello negro le cubría el rostro, estaba bañada en sangre con múltiples heridas.
— aún respira — Ramses la tomó en brazos antes de que su hermana comenzara a quejarse. Algo le decía que su premonición la había llevado a esa chica.