Capítulo 14

Oriana

No puedo creer que ayer estuve a punto de decirle a Nathalie que Neithan es guapo, no estoy diciendo que no lo sea, pero se que si le decía entonces iba a estar molestándome con ese tema durante no sé cuánto tiempo.

Después de que se fuera agarré helado de Ron con pasas y vi un maratón películas en Netflix, no tenía ganas de hacer nada y la resaca que tenía tampoco me dejaba. En fin, no había terminado de ver la segunda película cuando ya me había quedado dormida.

Hoy me había despertado bastante temprano —algo raro en mí— y empecé a alistarme para el instituto, me tendría que poner al día con lo que hicieron ayer y ya eso me daba flojera. Elegí un jean rasgado en las rodillas, un top gris manga larga y unos botines con poco tacón y los desaparecí, no me iba a confiar de Nathalie, es capaz de volver a desaparecer la ropa ella misma solo para molestarme. Entré a la ducha y me dí un merecido baño de 45 minutos, de algo me serviría levantarme temprano.

Bajé y me encontré con mi familia reunida, tal vez tardé más de lo esperado bañándome porque mamá me fulminó con la mirada.

—Por fin bajas Oriana Lizeth —me dijo apenas me vió— Vas a llegar tarde al instituto y no te dará chance de desayunar.

—Buenos días familia —dije ignorando lo que mamá dijo para molestarla— ¿Cómo están? Yo muy bien gracias por preguntar.

Papá y Nath soltaron una risita entre dientes  a lo que mamá los fulminó a ambos con la mirada. Ellos siempre hacen lo mismo que acabo de hacer con tal de hacerla enojar, mamá es la única madura de la familia y siempre trata de que todo esté en orden; por el contrario, papá, Nathalie y yo somos muy bromistas y desordenados, cosa que la saca de quicio.

Salí de mis pensamientos y los saludé debidamente a todos, fui a desayunar lo más rápido que pude y terminé justo cuando Michael llegó a buscarnos.

—Apúrate Oriana —dijo Nathalie— Que el camino al instituto va a ser muy entretenido, al menos para mi —dijo a lo que fruncí el ceño y le pregunté por qué— Ay no te hagas la tonta, no se me ha olvidado lo que casi dijiste ayer.

Okey, el viaje para ella va a ser entretenido, pero para mi será vergonzoso. No pensé que lo había olvidado, pero si que al menos lo dejaría pasar; al parecer no conozco tan bien a mi hermana, era obvio que me iba a preguntar a penas pudiera, y qué mejor que dejarme en ridículo frente a Michael, la persona que me conoce desde pequeña y es como mi hermano mayor.

Nos despedidos de nuestros padres y salimos, Michael estaba recostado en su auto esperándonos; esto parece una escena de película, el viento le favorece bastante porque mueve su cabello hacia un lado y no hacia su cara. Vi a Nathalie de reojo y decidí hacer un comentario que la sacaría de su trance.

—Creo que será mejor que entres de nuevo a buscar un balde —dije a lo que volteó y me miró confundida— Digo, así no se inunda la calle con tus babas.

Solté una risita y empecé a caminar a donde él estaba, acción que copió ella segundos después. Saludé a Michael y entré al auto, eso sí, las preguntas de Nath no se hicieron esperar.

—Entonces —dijo y me miró por el retrovisor— ¿De quién estabas hablando ayer? O debería decir ¿quién es el chico guapo del que hablabas ayer?

—A ver, a ver —dijo Michael serio— ¿De qué están hablando?

—Bueno amor —le respondió ella— Oriana ayer me dijo cuando llegaste que tú no eres tan guapo como alguien que ella conoce, pero no me dijo su nombre.

—Bueno Ori, creo que es mejor que lo digas ya —me dijo Michael— Así puedo bajar y darle una charla bastante larga sobre cómo debe tratarte, también porque esta loca no va a dejar de preguntar.

Solté una risa tímida y Nathalie nos miró ofendida y llevó una mano a si pecho dramáticamente.

—Oigan yo no soy loca —dijo con una mueca viéndonos a ambos— Un poco chismosa si, pero no loca.

—Claro que si Nath —decidí intervenir para seguir por este tema, no me conviene seguir hablando de mis asuntos— O quieres que te recuerde las veces que te pillé hablando sola.

—Ay por Dios —me dijo— Estaba pensando en voz alta, cualquier persona hace eso.

—Si —dije incrédula— Entonces estabas pensando que montabas un unicornio —dije a lo que Michael soltó una carcajada— Déjame decirte que ya estás bastante grandecita para pensar en esas cosas.

—Ahora volviendo al tema principal —dijo Michael cortando la guerra de miradas que empezó después de mi comentario— ¿Puedes decir quién es el chico guapo del que hablabas?

Gruñí ganándome la atención de ambos, casi nunca hago eso pero hoy salió de mi boca sin mi consentimiento. Decidí decirles para que dejaran de molestar, pero estoy segura de que me voy a arrepentir.

—Está bien —dije sorprendiéndolos— Michael ya lo conoce, tú no Nath, no te lo he presentado —dije a lo que él me miró curioso, Nath indignada dijo por lo bajo "En fin, la preferencia, soy su hermana y no me dijo nada"— Es Neithan, pero no le vayan a decir nada todavía —dije a lo que él rodó los ojos— Hoy saldré con él y no quiero que lo espanten.

—Okey primero me siento decepcionada, no puedo creer que no me lo hayas presentado —dijo Nath triste— Y segundo, ni que tuviera la cara tan fea como para espantarlo.

Los tres soltamos una carcajada por el último comentario, ella siempre hace comentarios así ganándose risas de todos.

—Claro que no eres fea amor —dijo Michael con una sonrisa— Lo dice por lo que podemos decir.

—Exacto —dije a lo que me prestaron atención— Me pueden dejar en ridículo frente a él y no quiero ser el payaso de nadie —justo en ese momento llegamos al instituto— Ahora si me disculpan, voy a llegar tarde si sigo hablando con ustedes. Adiós.

—Que te vaya bien y te quiero virgen hasta el matrimonio —gritó Michael después de que saliera del auto causando que me sonrojara porque todos oyeron— ¡Adiós!

Caminé hasta donde estaban mis amigos todavía sonrojada, ellos me miraban tratando de no reírse, no es muy normal en mi sonrojarme y ahora seguro parezco un tomate, además es posible que hayan escuchado lo que Michael dijo. Por suerte Neithan aún no ha llegado, al menos eso quiero creer.