El marido de mi hermana
capitulo 24
Con la voz entrecortada
— Alexia: eh, yo
No me dejo hablar, porque cuando yo trate de explicarle se me acercó y me callo con sus labios, los movía suavemente yo solo me deje llevar abrí paso a su lengua que jugaba con la mía, moviendo nuestros labios en total sincronización, lo bese con tanta pasión, pase mi lengua por cada rincón de su boca mi sueños se hace realidad, besa como los dioses, puso sus manos en mis caderas me cargo mientras lo rodee con mis piernas sin dejar de besarnos. Me puso en la mesa, me miraba , note que algo se levantaba se ponía muy firme, Se veía de gran tamaño, puso su mano en mi muslo, subiéndola lentamente mientras me besaba, muy sensual mordía mi labio inferior sentía como mi entre pierna se mojaba, mis pezo-nes empezaban a ponerse duros, bajo por mi barbilla haciendo un pequeño rose con sus dientes que hizo vibrar todo mi cuerpo, bajo por mi cuello lentamente hasta mis hombros, muero esto era un sueño, que rico, con su otra mano bajo la tira de mi piyama, dejando mis senos descubiertos, me miraba perversamente seguía subiendo su mano, hasta llegar a mi sexo, se mordió los labios, susurro en mi oído
— Alan: pero que mojada estas
Me halo con fuerza asía el comenzó a besar mis senos, pasaba su lengua por mis peso-nez medio rosándolos con sus dientes, eso era como recibir corrientes por mi cuerpo, arquee mi espalda y jadee, con la otra mano acariciaba su dureza por enzima de la pantaloneta, sentía mil emociones recorrer mi cuerpo, abrió mis piernas, puse mi mano en su pecho lo detuve, con la respiración agitada susurre
— Alexia: ¡Tengo miedo!
— Alan: ¡ tranquila hermosa! — me hablo con tanta dulzura
— Alexia: no entiendes, es mi primera vez— me miro algo incrédulo, levanto una ceja
— Alan: ¿ en cerio? —Tímidamente le dije
— Alexia: si, aunque lo dudes, yo quería algo especial, estaba esperando por ti— me atreví se lo dije — me miro mas perverso que nunca y sonrió, me tomo en sus brazos
— Alan: querías algo especial, te daré lo que quieres
Me subió cargada hasta el cuarto, me puso en la cama lentamente, me besaba de una manera única que me hacia perder la noción, cada beso era como una droga una adición, sentía la presión de su sexo duro sobre mi intimidad, quito mi vestido, bajo besando mi pecho hasta el abdomen, paso su lengua por mí ombligo yo solo jadeaba mas fuerte, lentamente quito mis bragas, me regalo una sonrisa, creo que estaba ruborizada, estaba muy mojada, pasaba su lengua por mi clit0%is, suavemente lo succionaba, mientras con su mano acariciaba mis s3n0s, sentía un desespero enorme que rico lo hacia, pasaba su lengua por mis labios v#ginal3s apretándolos suavemente mi respiración era agitada, movía su lengua de una manera que me enloquecía. entrelace mis dedos en su cabello, él aumentaba los movimientos con su lengua, podía sentir un desespero enorme, puso uno de sus dedos en la entrada de mi sexo haciendo pequeños movimientos, lentamente lo introducía estaba tan mojada que todo era mas fácil, lo movía muy despacio y un gemido se escapo de mi boca, mordía sus labios no me quitaba la mirada, puso su lengua succionando mi cl^t0ris mientras movía su dedo simulando una penetración, jadee mi desespero aumento igual que sus movimientos, sentí como un fluido espeso mojaba mis piernas llenaba su boca había tenido un orgasmo. Mis piernas temblaban, me aferre de las sabanas mi respiración estaba vuelta nada, subió beso mis labios, tenía sabor a mi orgasmo la verdad no sabia nada mal, se paro extendió su mano, yo la tome me puse de pie, me dio un pequeño beso jalando muy sensual mis labios, con esos ojos divinos su vos tan sexy y agitada me dijo
—Alan: lo quieres— mientras se tocaba lentamente
— Alexia: si, lo quiero
— Alan: es tuyo hermosa
Me temblaban las manos, las entrelazo con las suyas, llevo mis manos hasta su dureza, se quito la pantaloneta dejo libre esa fiera, tenia un gran tamaño, grande y grueso, hermoso, lo puse en mi boca pase mi lengua por todo el tronco hasta sus t3sticulos succionándolos un poco, su cuerpo se estremecía sentí como tensionaba su pelvis, poco a poco lo metía en mi boca, estaba mojado un liquido algo espeso pero tenia un sabor rico, lo engullía hasta la mitad de la garganta me sentía ahogada eso le gustaba tomo mi cabello lo soltó, luego en volvió su mano en el. Guiaba mis movimientos haciendo que aumentara que lo metiera aun mas profundo, me sentí ahogada el aire me faltaba, todo no me cabía en la boca, pero me encantaba mas al ver su cara de placer, me miraba tan malicioso
— Alan: tranquila bebé, es tuya, tómala
Empecé aumentar mis movimientos en sincronización con los de mi lengua y mis manos, él solo jadeo, su respiración era agitada, escucharlo gemir era excitante, aumente mas y mas levante la mirada la puse fija en sus ojos, su nivel de excitación era máxima, me lo decía su cara, me halo del cabello suavemente indicando que me pusiera de pie. Me beso tan apasionado, en nuestra boca había una guerra de lenguas, bajo una de sus manos acariciando mi intimidad suavemente, esos roses me hacían mojar aun mas, con la otra mano acariciaba mis senos jugando con ellos, me guiaba hasta la cama, sin dejar de besarme, me recostó, me regalo una mirada perversa, bajo besando mis piernas hasta la punta de mis dedos, luego las abrió llevando las hasta su pecho. Respiraba pausado al ver esa cara de excitación que el tenia, con su voz entrecortada sollozando
—Alan: si te duele me dices
no podía ni hablar, solo asistí con la cabeza, tomo su erección empezó a rosar mi sexo, sentía como se contraía al sentir ese rose, lo puso en la entrada empezó a moverse muy lentamente, sentí como entraba poco a poco en mi, jadeaba con mas frecuencia. Me aferre de las sabanas con fuerza hizo un movimiento ligero, sentí como entro todo rompiendo algo, sentí un ligero dolor, se detuvo como esperando que me pasara, solté un pequeño grito, acariciando mis senos, pase saliva , salió de mi, su p3n3 estaba manchado de sangre, me sonrió mordió sus labios , acaricio mis mejillas, supo que no le mentí cuando dije que era virgen. Lo volvió a poner entrando en mi suavemente, sentía un ligero dolor con cada movimiento, pero al aumentar sus envestidas empezaba a sentir placer , aumentó los movimientos sentía un desespero dentro de mí, ahora solo sentía placer, arqueaba mi espalda con cada envestida, mis gemidos retumbaban por toda la habitación, ese hombre se movía como los dioses, luego me volteo, me puso en cuatro, me tomo de las caderas entraba en mi con mas confianza y fuerza, como estaba tan mojada no me dolía, me aferre de las sabanas cuando sentí que mi sexo se contrajo, tuve un orgasmo espectacular que me dejo sin alientos, tendida en la cama. Me llenaba de besos toda la espalda, luego me cargo juntando nariz con nariz. Me besaba con pasión, entro nuevamente con unas envestidas salvajes, ahogada mis gemidos con sus besos, me vine en grandes cantidades perdí la cuenta de las veces que lo hice. Hicimos el amor por toda la habitación de todas las formas posible, él me enseñaba posición diferente, sentirlo dentro de mi era lo máximo, mejor de lo que imagine tantas veces, estábamos bañados en sudor apenas y respirábamos, mis gemidos lo desesperaba aun mas, en un momento se alejo bruscamente de mi, con la voz entrecortada le dije
— Alexia: ¿ qué pasa? —Su respiración era muy Agitada
—Alan: no aguanto mas, por poco termino dentro de ti, y tu no te cuidas —Ya no sentía pena, ni miedo, me levante lo mire perversamente mientras mordía mis labios, puse mi mano en su pecho y lo empuje a la cama, el me miraba atento
— Alexia: No espere que fueses el primero para quedar así, no, no — tome su miembro con mi mano lo puse en la entrada de sexo, ahora yo tendré el control, Sonreí — para eso esta la pastilla del día después, tú solo relájate
Empecé a subir y bajar lentamente, puso sus manos en mis caderas, me encanta esta posición porque puedo ver la expresión de su rostro, aumente la frecuencia de los movimientos el jadeaba, y trataba de ahogar sus gemidos mordiendo sus labios, escucharlo gemir, me excitaba aun mas, me movía muy sensual de todas las maneras posibles, solo sentí que soltó un gruñido de lo mas profundo de su pecho, con una mano empuño las sabanas.
Continuara…..
Autora : patricia López
Medellín Colombia
Editado: 27.10.2020