CAPÍTULO 4

ALEX ---- *Torneo de fútbol*

Hace una semana de medievales y no hago más que encontrarme con Alvarito; en el bar de la madre de Nur, por la calle, en la piscina, aunque no me puedo quejar por las vistas que tenía, también ha venido al local algún día con Joan y los gemelos, ya que somos amigos, son como mis hermanos mayores, sobre todo después de perder a Aleix, mi verdadero hermano. Encima Nat está saliendo con Jordi y Nur con Sergi.

Lo peor de todo es que les tuve que decir a los chicos que no le dijeran quien soy, porque no quiero que lo sepa, por lo menos ahora. Aunque siendo sincera, me duele que no me haya reconocido. Encima  me va larga la cadena del collar, entonces no se me ve.

-Tierra llamando a Lexa- me dice Inés.

-Oh sí lo siento, estaba en mi nube- contesto y como ya están acostumbradas no dicen nada.

-Bueno como te decíamos- comienza a decir Nur- Podrías decirnos por qué coño no sales con el pivón de Álvaro.

-Primero no me ha pedido nada- empiezo a enumerar- y segundo no me gustan las personas chulas, ya lo deberías saber.

-Pero él no es un chulo, es más, es majísimo- comenta Nat- En toda la semana él no ha dicho o ha hecho nada actuando de esa forma.

-Dejadlo ya por favor- les contesto- Encima me molesta que no me haya reconocido y nos tenemos que ir que tengo partido en media hora y aún no sé en qué grupo estamos.

-Vale- responde las tres a la vez y eso hace que nos riamos.

Han organizado un torneo de fútbol siete de 24 horas y yo estoy súper emocionada. La verdad es que quería volver a jugar, aunque fuera un torneo de pueblo, porque como no tenemos equipo femenino y no puedo jugar con los chicos, hace muchísimo que no juego un partido, aunque me permiten entrenar con ellos.

En el equipo voy con seis chicos de mi edad con los cuales me llevo muy bien, algunos juegan al fútbol y otros no, pero como es un torneo solo queremos pasárnoslo bien. Se han apuntado incluso un equipo de padres en el cuál juega mi padre y mi madre. La verdad es que me dará mucha vergüenza jugar contra ellos si me toca.

Cuando llegamos al campo de fútbol las chicas se van a las gradas con el resto y yo voy con los chicos.

-Ey chicos- les saludo- ¿Preparados para ganar?

-No es por desilusionarte- empieza a decir David, un muy buen amigo- Pero el equipo de Joan y estos tienen a Álvaro López.

-No os preocupéis, no es tan bueno- contesto para calmarlos.

-Conque no soy tan bueno- dice esa voz ronca que hace que se me erice la piel.

Mierda, por qué tenía que aparecer justo en este momento.

-No- respondo firme mientras me giro.

-Pues hagamos una apuesta si estás tan segura- propone.

-A ver dime.

-Sí ganáis hago lo que quieras- empieza diciendo- Pero si ganamos nosotros me debes una cita.

No me salen las palabras de lo sorprendida que estoy. Abro y cierro la boca un par de veces sin saber qué decir. ¿¡Una cita!? Enserio me está pidiendo una cita y de esta forma. Puffff no me lo puedo creer.

-Te va a dar media noche cenicienta- dice- ¿Tarto?- pregunta alzando la mano.

-Trato- consigo decir mientras le apretó la mano, cuando lo toco me sube otra vez esa corriente eléctrica, así que retiro lo antes posible mi mano.

Cuando se va miro el tablón y gracias a Dios no estamos en el mismo grupo, así que espero que los elimine otro equipo.

Todo el pueblo lleva aquí todo el día, ya que es domingo. Nosotros ya estamos en la semifinal, la verdad es que no creí que la semifinal fuera contra el equipo de los padres, pero ya ves, voy a tener que jugar contra ellos.

Ya son las  18:30 y a las 18:45 tengo la el partido contra los padres.

-Hola- saludo a todas las chicas.

-Lo estás haciendo genial- me dice Lara, una de las chicas y todas asiente dándole la razón.

 -Anda parad todas, solo sois unas exageradas- les contesto sentándome junto a ellas- No me puedo quedar mucho, tengo la semifinal en un cuarto de hora.

-Vale- responde Emma.

Vemos la semifinal del equipo de Alvarito contra el de un pueblo de al lado. Han ganado los chicos y me alegro, por mucho que no quería que pasarán a la final me alegro que no llegue un equipo de fuera.

-¡Alex nos toca!- me grita David y yo asiento.

-Adiós chicas.

-Suerte Alexa- me dicen todas.

A veces da miedo la compenetración que tenemos las 15, pero es que estamos casi siempre juntas.

Llego al vestuario y me cambio lo más rápido que puedo. Me acabo de poner las botas y salgo.

-Suerte papá- le digo a mi padre pasando por su lado- Porque la necesitaréis.

-Ya lo veremos cielo- me contesta y me giña un ojo.

Quedan diez minutos y vamos empate 1-1 pero estamos teniendo casi toda la posesión nosotros.

-¡Alex sube!- me grita Víctor.

Subo a puerta y me desmarco para que puedan pasarme el balón. Me lo pasa Víctor y me voy de mi padre que es el defensa que me está marcando.

-¡Adiós papi!- le digo.

Ahora estoy sola contra mi madre que es la portera, su lado malo es el izquierdo así que apunto a su escuadra y marco.

-¡Sííí!- celebro.

Viene mi equipo y me abrazan todos, como solo quedaban dos minutos pitan ya el final porque eran lo que habían añadido. Nos acercamos al equipo de los padres y les damos la mano, bueno yo un abrazo porque conozco a todos.

-Cuando quieras te enseño papá- le digo y le abrazo.

-JAJAJAJA como se nota que eres mi hija- me contesta.

-Has estado muy bien Alex- me dice Tom quien viene para felicitarme. Tom es el marido de Sara.

-Gracias Tomi- contesto abrazándolo.

-Sabéis que jugáis contra mi hijo, ¿no?

-Sí, deséanos suerte.

-Suerte, pero sois muy buenos también- me contesta.

-Bueno me he de ir- les informo- Adiós.

Nos despedimos y me meto en el vestuario, me ducho y me pongo unas mallas cortas y una camiseta larga blanca con las chanclas, salgo y camino hacía las gradas. Pero antes decido parar en la barra para coger un agua ya que solo me quedan 20 minutos hasta jugar la final, la verdad es que he tardado mucho en ducharme.