El Mejor Regalo de Navidad

Capítulo 4 "El Paseo de Liam"

 

Hoy estoy muy contento voy a salir fuera del orfanato, ha sucedido un milagro, si un milagro, voy a salir del orfanato, me invitaron a divertirme, me siento extraño por esta invitación repentina. Voy a disfrutar mucho,  me acompañará la señorita Lorena y un señor llamado Noah.

Me sentí muy tranquilo, me imagino que así debe ser, si saliera con mi mamá y mi papá.   Lo primero que me dijeron fue: -Tenemos una gran sorpresa para ti Liam, te vamos a llevar a conocer lugares maravillosos y después que te diviertas te llevaremos a comer.

 -¿Qué te parece me preguntaron los dos al unísono?. 

–Lo único que puede decir fue…si, si, vámonos, deseando que me invitaran al museo americano de historia natural…eso sería genial.

-¿Dime Liam, te gusta la ciudad? ¿Qué te parece?, me preguntaba la señorita Lorena, pero en realidad yo no quería contestar nada, no quería hablar,  sólo quería mirar la belleza de la ciudad y sobre todos a los niños felices que se divertían con sus padres. 

 Al final después de mucha insistencia…le respondí…me encanta la ciudad.

El señor Noah, detuvo su coche  y nos dijo:  -Primera parada:  American Museum of Natural History.  Liam queda paralizado de la emoción, la alegría no le permite hablar por un momento…hasta que por fin, puede decir…, ¡Wow no puede ser, no puede ser.  Noah y Lorena se hacen los sorprendidos y le preguntan a Liam.

-¡¿Qué es lo que no puede ser Liam, -¿Por qué estás tan sorprendido?.  

-Visitar este museo fue uno de mis deseos que le pedí a Santa y ya veo que me está haciendo el milagro…ja,ja,ja., comenta muy feliz.

Cada uno me toma de la mano y cruzamos corriendo la calle, sonriendo todos como niños.

Fuimos a la sala de los dinosaurios donde me maravillaba cada vez que veía un dinosaurio diferente, uno más grande que otro.  Ellos me explicaban la historia de cada uno.  El recorrido me fascinó pero sobre todo sentirme en familia, eso me hacía feliz.  Sentí que el frio y la soledad ya no estaban conmigo. 

Nos tomamos muchas fotos  con estos seres prehistóricos, yo perdí la cuenta con cuantos dinosaurios me fotografiaron.

 –Yo escucha a la señorita Lorena  decir al señor Noah, -Wow me encantan estas fotos, quedaron increíbles e impactantes.  

Estoy tan emocionado que en agradecimiento abrazo  al señor Noah por una pierna y mirándolo le digo, –Gracias señor Noah por hacerme realidad este deseo, gracias por traerme a este hermoso y mágico lugar.

Noah se siente complacido, una gran alegría por haber hecho una buena acción lo embarga y mirando a su cómplice, les dice, -Pero eso no es todo, prepárense porque  ahora es cuando falta diversión. 

Y mirándome muy divertido me pregunta,

-¡¿Qué dices Liam. Seguimos o nos vamos!?. 

–Nada de eso…seguimos, respondí, con todas mis fuerzas.  Las personas que están a nuestro alrededor se sobresaltaron por mi grito pero después soltaron una carcajada…creo que querían formar parte de mi equipo.

-Señor Noah, en realidad, aquí usted parece ser el niño y, déjeme decirle otra cosa, en varios años que llevo en la institución …nunca había visto a Liam, ser tan feliz, decidido y participativo,

–Señorita Lorena, no sé dónde está ese niño triste y retraído, seguramente se quedó allá en el orfanato…porque éste que está con nosotros es otro, totalmente diferente.

Me despedí ese lugar prehistórico y salvaje pero, no me sentí triste porque ellos me dijeron que volveríamos en otra oportunidad y que ahora visitaríamos otro lugar maravilloso.

Mientras recorríamos la carretera, él me dijo: -Ahora vamos a respirar aire puro porque vamos al pulmón de Nueva York…aunque en esta época está lleno de nieve, te encantará Liam, me prometió él, muy feliz.

Me sentí diferente al estar en contacto con la naturaleza, eso de estar encerrado, me refiero al orfanato,  es terrible y uno se da cuenta cuando cuando está en un lugar con tanto espacio y mucho verdor, donde puede correr, jugar, pasear y hacer cualquier tipo de ejercicio o pasatiempo.

 –Liam este lugar tiene más de 24.000 árboles, me explica muy animado el señor Noah.

-Wow que grande y que hermoso es, fue lo único que pude decir. Nos detuvimos un rato, pude observar la fabulosa pista de nieve pero no había tiempo para patinar sería en otra oportunidad, había demasiada gente y el tiempo era corto.



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En el texto hay: soledad, superacion, esperanza y amor

Editado: 28.11.2019

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