Veo la figura de una persona pero completamente oscura como una sombra en 3d (lo que yo llamo sombras) pero esta a diferencia de las demás posee un montón de dientes filosos y salidos, con sangre en una horrible sonrisa y ojos amarillos, devorándose a otra sombra. Sólo que esta otra era normal sin boca ni nada sólo era una sombra, bastante delgada.
Intento cerrar la puerta rápido y hacer como si nada hubiera pasado aquí pero como el mundo me ama tanto termino rodeada por un montón de sombras.
- Genial, tenía que ser a mí - digo gruñendo y para empeorarlo solo traje una cuchara, ¿que estaba pensando? ¿Decirles que me coman con la cuchara o darles en la boca?
Siento una mirada punzante en mi espalda, al voltear, para mejorar mi hermoso día, la sombra anterior (esa fea que me da escalofríos) dejo aún lado a la sombra delgada y con apariencia bastante débil para acercarse a mí.
- Gracias universo, eres el mejor - digo sarcástica, odio a este pinche universo - Bueno al menos déjenme decir mis últimas palabras - digo intentando alargar mi tiempo de vida pero a estas sombras les valió un cumiche. De la nada todos se espuman, al parecer el universo no es tan malo conmigo - Te amo universo - digo viendo el techo notando que todo se vuelve más oscuro.
- Mejor muere pinche universo traicionero - digo para mí misma maldiciendo, bajo mi mirada del techo.
Observó como se acerca ese ser sombrío con cautela, una vez se pone en frente, siento como mis pies me tiemblan, pero me mantengo firme para no mostrar debilidad.
El monstro me esta inspeccionando, por alguna rara razón mi corazón esta latiendo muy rápido, más de lo usual, ¿será esta sensación el miedo? No Sophia, el miedo no es una opción para ti. Mis ojos pesan y todo se oscurece sin poder hacer nada. Me dejo sumir por la oscuridad
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2 horas después...
Lentamente abro los ojos percibiendo una fuerte luz blanca que apunta a mis ojos haciendo que me cueste poder mirar.
- Sophia - escucho la voz de mi madre y siento su mano sosteniendo la mía.
- ¿Usted también está muerta mamá? - digo tapándome el rostro de la luz con la otra mano y observo que me encuentro en el hospital.
- No zopenca, déjate de tonterías, aun no te vas a deshacer de esta vieja - dice sonriendo.
- ¿Porque estoy aquí? ¿Qué me pasó? – cuestionó.
- No sé, estaba consiguiendo una camioneta y de repente me llamaron del hospital diciéndome que te habías desmayado – dice sería, pero como yo diría estaba seriamente preocupada. Río leve al pensar en eso por lo que mi madre me ve como si estuviese loca.
- Ya veo que estás bien recuperadita - dice mi mamá mirándome mal.
- No lo creo, por lo que acaba de ver puede que cuando se desmayó tal vez se haya golpeado demasiado fuerte la cabeza y provocado algún tumor - dice el doctor revisando mi expediente.
- ¿Lo dice por lo loca y que parece drogada?, No se preocupe, eso es normal-dice mi mamá a lo que yo la miro ofendida mientras el doctor intenta no reír, aunque se le nota a leguas que quiere reírse de mí, que cruel.
Veo hacia mi ventana y casi tiró un grito cuando veo lo que se encuentra en esta, al lado mío se encuentra la sombra que ví en el habitación la vez anterior, se me eriza la piel de tan sólo recordarlo.
-¿Sophia?, ¿Te sientes bien?-cuestiona mi madre.
-Si, ¿por?-pregunto expresando bastante miedo en mis ojos, tengo que ser fuerte.
-Estas muy pálida hija-dice y en eso empiezo a escuchar como alguien está golpeando el vidrio y mis nervios suben al máximo.
-Me tengo que ir mamá..
Contestó quitándome los cables que tenía conectados.
-No - dicen al mismo tiempo el doctor y mi madre firmes, elevó una ceja viéndolos.
- ¿Perdón? – los cuestiono. Sus ojos se vuelven completamente negros como si tinta circulará por estos, no son personas y eso, sólo me lo confirma.
Veo a mí alrededor intentando visualizar una salida de ese lugar. Cierto que hubo un tiempo en que fui suicida pero ahora, i love my life, no quiero morir, aun soy muy joven.
Pude divisar un espacio entre esos dos farsantes y como buena súper viviente me fui corriendo pasando en medio de ellos saliendo a los pasillos. Empiezo a correr como alma que persigue el diablo literalmente, pero mientras corría, siento rasguños en todo mi cuerpo arder, mientras aparece una y otra y otra vez al frente mío ese monstruo...
Sigo corriendo, estos pasillos ya se me hacen interminables. Nunca se acababan y la verdad ya me estaba cansando y quedando sin aire, sin contar que siento estar al punto del colapso, no podía más, me estoy desangrado.
Después de unos minutos llegó al final de los pasillos y salgo del hospital al fin. Paro el primer taxi que veo.
Ya adentro del taxi, por fin siento que puedo empezar a respirar. Me acomodo y arreglo viéndome por el retrovisor, me relajo y veo a la ventana más tranquila, pero en cuento poso mi mirada en el reflejo del vidrio mis cabellos se me erizan al instante, ¡LA MALDITA SOMBRA ME ESTA SIGUIENDO!
- ¡¿Puede conducir más rápido?! – grito ganándome una mirada interrogante de parte del taxista, de seguro piensa que estoy loca, aunque tal vez lo estoy….
La sombra empieza a entrar desde la parte trasera del auto y veo como empiezan a entrar sus manos al auto.
- ¡¡NO PUEDE IR MÁS RÁPIDO PEN**** DE MIE****!! - grito exasperada, no pensaba ser el fantasmita del asiento de atrás de un taxi.
El taxista se desconcentra por mis gritos y observo cómo se desvía por accidente y chocamos con un poste, de inmediato siento el choque, mis ojos pesan y se cierran.
15 minutos después...
Despierto, de inmediato siento el sabor de la sangre y metal mezclados en mi boca. Todo da vueltas, intento levantarme pero no puedo debido a que una puerta del taxi está encima de mi pierna y no tengo mucha fuerza, veo fuera del taxi y noto que estoy cerca de mi casa. Intento quitarme de encima la puerta con todas mis fuerzas pero no puedo, veo mi pierna con lágrimas de desesperación saliendo de mis ojos.
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Editado: 02.09.2019