Después de las presentaciones, Lord Percival adoptó una expresión más seria.
"Caballeros, debo ser sincero con ustedes. Uno de los motivos por los que los he contratado es por un asunto personal." Hizo una pausa, visiblemente afectado. "Hace unas semanas, mi única hija, Megan, fue una de las víctimas de estos extraños secuestros."
Nick y Stiven contuvieron la sorpresa en sus rostros. Ahora entendían la urgencia y el interés personal del Lord en resolver este caso.
"Lo siento mucho, Lord Percival," dijo Stiven con sinceridad. "Haremos todo lo posible por encontrar a su hija y a las demás víctimas."
Lord Percival asintió con gravedad. "Se los agradezco. De hecho, quiero llevarlos personalmente a las instalaciones de la Organización de Casos Resueltos (O.C.R.), donde se cree que puede estar la pista que necesitan."
Nick y Stiven intercambiaron una mirada intrigada. "¿La O.C.R.? ¿Qué relación tiene con los secuestros?" preguntó Nick.
"Esa es una de las incógnitas que espero que puedan resolver," respondió el Lord. "La O.C.R. es una agencia gubernamental que se encarga de investigar casos sin resolver. Algunos rumores apuntan a que podrían tener información relevante sobre los desaparecidos."
Stiven asintió, tomando nota mental. "Entendido. Partiremos de inmediato."
En ese momento, la elegante azafata que los había recibido en el jet privado entró a la biblioteca.
"Señor, el automóvil está listo," anunció con una sonrisa.
Nick no pudo evitar lanzarle una mirada coqueta. "¿Acaso tú también nos acompañarás, preciosa?"
La azafata se sonrojó ligeramente ante el gesto de Nick. "No, lo siento. Debo quedarme aquí y atender al señor Reginald."
Stiven le dio un codazo disimulado a su amigo. "Bien, entonces andando. No hay tiempo que perder."
Los tres hombres se levantaron y salieron de la mansión, listos para iniciar su viaje hacia las instalaciones de la misteriosa O.C.R. Nick no pudo evitar echar una última mirada a la bella azafata, que lo observaba con una sonrisa tímida.
El trayecto en automóvil hasta las instalaciones de la O.C.R. fue en relativo silencio. Nick Kech y Stiven Blackwood estaban absortos en sus propios pensamientos, imaginando a qué tipo de organización se enfrentarían y qué pistas podrían encontrar sobre los secuestros.
Finalmente, el vehículo se detuvo frente a un imponente edificio de acero y vidrio. Lord Percival les indicó que lo siguieran al interior.
"Espero que el capitán a cargo de la investigación pueda proporcionarles más información," dijo el Lord mientras caminaban por los pasillos.
Llegaron a una sala de reuniones donde un grupo de hombres y mujeres uniformados los esperaba. Un hombre de mediana edad, con porte militar, se adelantó para recibirlos.
"Lord Percival, bienvenido. Soy el capitán Hawkins, a cargo de la investigación de los secuestros." Dirigió una mirada a Nick Kech y Stiven. "Ustedes deben ser los detectives privados de los que me habló."
"Así es, capitán," respondió Stiven, estrechando su mano. "Somos Nick Kech y yo, Stiven Blackwood. Esperamos poder colaborar en la resolución de este caso."
El capitán Hawkins asintió. "Me alegra que hayan aceptado unirse a nuestro equipo. Como podrán ver, hemos reclutado a varios investigadores expertos para trabajar en conjunto." Señaló al grupo detrás de él. "Tenemos a nuestro mejor analista forense, a un experto en tecnología y seguridad, y a un par de agentes experimentados en operaciones encubiertas."
Nick Kech y Stiven intercambiaron una mirada impresionada. Parecía que la O.C.R. estaba tomando el caso muy en serio.
"Capitán, ¿qué nos puede decir sobre los secuestros y la desaparición de mi hija, Megan?" preguntó Lord Percival, con preocupación en su voz.
El capitán Hawkins adoptó una expresión grave. "Lamentablemente, Lord Percival, su hija Megan es una de las víctimas más recientes. Hemos logrado recuperar a algunas personas, pero muchas siguen desaparecidas, incluyendo a su hija." Hizo una pausa, mirando a todos los presentes. "Nuestro objetivo es encontrar a Megan y a los demás secuestrados lo antes posible. Cuenten con todo nuestro esfuerzo y recursos."
Nick Kech y Stiven intercambiaron una mirada decidida. Sabían que se enfrentaban a un desafío sin precedentes, pero estaban dispuestos a hacer todo lo que estuviera a su alcance para resolver el misterio y rescatar a la hija del Lord y a los demás desaparecidos.
Después de la reunión con el capitán Hawkins, Nick Kech y Stiven Blackwood se acercaron al grupo de investigadores reclutados por la O.C.R.
Una mujer joven, de cabello castaño, se acercó a Stiven y le sonrió coquetamente. "Hola, soy Isabelle, la experta en tecnología y seguridad del equipo. Es un placer conocerte."
Stiven le devolvió la sonrisa, un tanto nervioso ante el evidente interés de la mujer. "Eh, sí, un gusto. Yo soy Stiven Blackwood, y este es mi compañero, Nick Kech."
Por otro lado, una agente de mirada penetrante se acercó a Nick. "Entonces tú debes ser el famoso detective privado. Yo soy Samantha, una de los agentes encubiertos." Cruzó los brazos y lo miró de arriba abajo.
Nick se aclaró la garganta, un tanto incómodo. "Sí, así es. Es un honor trabajar con ustedes en este caso."
Mientras Isabelle y Samantha mantuvieron su interés en los dos detectives, el resto del equipo se unió a la conversación.
"Cuéntenme un poco más sobre ustedes," dijo el analista forense, un hombre de aspecto serio. "¿Qué los llevó a involucrarse en este tipo de trabajo?"
Stiven tomó la palabra. "Bueno, Nick y yo nos conocemos desde la infancia. Nuestro vínculo se forjó cuando éramos jóvenes. Él es hijo adoptivo de un oficial de policía que, lamentablemente, fue asesinado cuando Nick era apenas un niño."
Nick asintió con gravedad. "Ese fue el momento en que decidí dedicarme a resolver crímenes y buscar justicia. Después de la pérdida de mi padre, me enfoqué en desarrollar habilidades de investigación y detección."