"El monstruo de dos cabezas"

Única parte

Amanda le temía al monstruo de dos cabezas.

El monstruo hacía su aparición junto a los gritos desesperados de sus padres, ella se tapaba sus oídos con sus pequeñas manos o sólo intentaba ignorar aquella atemorizante presencia jugando con su oso de peluche.

A veceso aquél monstruo sólo aparecía cuando Amanda ya estaba dormida en su habitación, y era más sigiloso, pero, últimamente el monstruo era más violento, arrojaba cosas, había veces en las que escuchaba el sonido de los vidrios de algún vaso rompiéndose.

Al otro día sólo encontraba a su madre, con algunos moretones  barriendo la casa, y la mujer al verla sólo le sonreía y le decía "¿Cómo dormiste, mi amor?" 

Ella sólo le devolvía la sonrisa a su mamá, mientras se quitaba las lagañas de las comisuras de sus párpados.

"Tu padre se ha ido a trabajar" Su madre le contestaba y continuaba su labor de la limpieza.

Las dos cabezas del monstruo se odiaban, se rugían todas las noches, azotaban cosas, rompían retratos o se lanzaban objetos, todo esto mientras la pequeña Amanda lloraba atemorizada, abrazando el oso de peluche que le regaló su papá en su anterior cumpleaños y no dormía hasta que el monstruo se iba.

La primera vez que el monstruo apareció en su casa fue el día que su padre llegó enfermo a la casa, o eso suponía la niña al verlo tambalearse y vomitar en el suelo, la mandaron a su cuarto y escuchó las voces del ser.

Pero nunca sintió tanto miedo como el día que entró el monstruo llorando a su habitación, con un líquido rojo en sus largas y delgadas manos, se dió cuenta que el monstruo ahora sólo tenía una cabeza. Ella fingió dormir, mientras se escondía con su cobija rosa, según ella haciéndose "invisible". El monstruo acarició su cabeza escondida mientras la intentaba abrazar.

Llevaba tres días escuchando al monstruo de ,ahora, una sola cabeza llorar. Los mismos que llevaba comiendo -ignorando el horrible olor que tenía la casa- cereal que ella misma se tenía que servir. No quería que el monstruo le hiciera algo malo, como se lo hizo a sus padres, por lo que evitaba hacer ruido o gritar por los que prometieron cuidarla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.