Yasahiro se mantenía tranquilo, al ver que Hakkai había sacado a Takemicchi del peligro. Los Black Dragons se habían pasado a su parecer, pero Kenta había explicado las condiciones de la paz con esa pandilla y entonces, decidió no meterse. Aun así, pasó por el territorio, ya que después de ellos, estaba el lugar donde compraba pan y sentía que estaba traicionando a la señora, si compraba en otro lado. Sin mencionar, que su pan estaba delicioso.
—Bueno, ni modo —se dijo mientras sacaba un dulce para poder comerlo y así distraerse.
—¿Qué mierda? Oye, enano, esto es terr… —no pudo continuar porque había caído desmayado. Esa situación llamó la atención de Taiju, Koko e Inui.
—¿Qué sucede? —preguntó Inui, mientras el pequeño castaño pasaba entre los informados. Taiju, comandante de la décima generación de Black Dragons, reaccionó rápido y quiso golpearlo desde atrás, pero el castaño lo esquivó.
—Entonces, solo compraré pan, nada de cosas dulces —repitió el castaño para sí mismo, pues tenía la tendencia de comprar cosas de más, simplemente porque le llamaba la atención.
Taiju, quien tenía poca paciencia, quiso volver a intentar a golpearlo de nuevo, pero jamás logró acertarle un solamente golpe. El castaño decidió girarse y tomó el puño del más alto, centímetros antes de que este llegara a su rostro. Dejando a todos, completamente sorprendidos.
—Eres muy molesto, pero también eres gracioso —aclaró antes de soltar el puño, que tenía pequeñas marcas rojas, por la presión que tuvo que ejercer ante semejante fuerza—. London Bridge is Falling down, London Bridge is falling down, falling down, falling down. London Bridge is falling down. My fair lady. London Bridge is broken down, broken down, broken down —cantaba mientras se iba caminando abriendo su camino, completamente sorprendido, Koko e Inui se movieron de su camino.
Ambos chicos no disimularon su estado, puesto que ese castaño se había burlado indirectamente del asombro y temido comandante actual de los Black Dragons. Yasahiro, por suerte, se había acordado de la canción que su profesora de inglés le había enseñado, en una de sus clases, y también era la única que podía cantar bien. Así continuó con su camino, puesto que para él no importaba lo que había pasado, pues tenía hambre.
Para Isamu, la noticia de que el subcapitán de su división, Shiba Hakkai, se había retirado para acompañar a su hermano en los Black Dragons. Por eso, estaba en la casa de su mejor amigo para poder pensar en los que sucedía.
—¿Quieres un poco de té y pan? —preguntó Yasahiro, a su amigo, quien estaba recostado boca arriba en el sofá, tirando una pelota algo decaído.
—Gracias, Yasa —dijo mientras tomaba la pelota en sus manos, y se sentaba en su lugar, y tomaba la taza negra con la frase: “eres té del dulce”—. Realmente, está bueno el pan.
—Lo compré de donde siempre —aclaró sentándose a su lado—. Lo siento, Isamu. Sé que te agradaba mucho Hakkai, y te duele lo que sucede.
—Simplemente, se fue, ni siquiera se despidió de nuestra división, y me molesta mucho eso —comentó desganado, a pesar de su rostro inexpresivo.
—Lo siento mucho —dijo, mientras tomaba asiento a su lado, y abrazaba a su amigo, en un intento para reconfortarlo. Ambos, se quedaron completamente callados, hasta que al castaño se le ocurrió una idea—. Ya sé, podríamos preguntarle a Takemicchi sobre esa situación.
—¿Podrías hacerlo? —preguntó sorprendido por aquella opción.
—Claro, lo haré, así podremos entender mejor, y tú podrás estar más tranquilo —dijo emocionado, antes de tomar su propio té.
Pero, aunque eso había reconfortado a Isamu, ambos sabían que era una muy baja probabilidad de éxito; aun así, decidió tomarse el día para poder buscar a su capitán, porque no tenía su número como para poder llamarlo.
—Para proteger a mi familia, voy a … Usar la violencia —dijo una voz, llamando la atención de Yasahiro—. Voy a matar a Taiju. Así que no se preocupen más por mí.
«Qué feo» pensó Yasahiro, viendo toda la situación, desde lejos. Takemicchi no quería dejar que sus amigos sufra al hacer algo así, algo tan horrible que podría marcarlo de por vida, como lo era el asesinato.
—Seguro lo logrará —dijo Yasahiro asustando a Chifuyu y Takemicchi.
—¿Escuchaste todo? —preguntó Chifuyu alterado.
—Si, Taiju es alguien peligroso, llamativo y gracioso —aclaró con una sonrisa—. Debería pedir ayuda a los demás ¿No?
—No sé si quisieran escucharme —murmuró Takemicchi inseguro.
—Si no lo hacen, no lo sabemos, pero es lo único que puedes intentar —animó el castaño—. Debo irme, buenas noches.
—Espera, Yasahiro —dijo su subcomandante—. Puedes mantener en secreto todo lo que escuchaste.
—Está bien, lo prometo sin prometerlo —aclaro antes de irse, dejando confundidos a todos.
Cuando logró llamar a su amigo, tuvo que detener a Isamu, para que no vaya a matar a golpes a todos, por primera vez, los dos habían cambiado de papeles, puesto que Yasahiro intentaba calmar a Isamu, quien tenía toda la intención de ir a matar a Hakkai y a Taiju, con muchas ganas ir a prisión por ello. Y entonces, ambos se quedaron toda la noche hablando e intentando entender todas las cosas que habían pasado.
Editado: 06.12.2024