El Mundo De Cassiel

MI QUERIDA BLANCA

Como otro día normal, llegamos a casa en medio de la lluvia, riendo ella salta y se saca el impermeable, enseguida corre a la cocina, le digo que vaya despacio pero jamás me hace caso, sonreí ella era mi vida, luego de hacer una merienda desayuno, panqueques y chocolate caliente en tazas amarillas, su color favorito. Salimos directo a la bañera, el baño dura casi media hora, la apure a salir mientras juega con sus patitos de hule. Estábamos listas para dormir, pero me pide ir al ático y revisar que puede llevar a regalar para ayuda social así que subimos, con cuidado prendo el interruptor y ella va directo a una maleta en el piso y comienza a sacar todo, nos entretenemos un rato hasta que escucho como rompen la puerta principal de la casa, ella se asusta así que sin pensarlo dos veces la tomo y la siento para darle instrucciones.


-Corazón escúchame muy bien, no hay tiempo de repetir nada, voy a salir y ver qué pasa pero tú te quedarás aquí escondida te pondrás los auriculares con el volumen al máximo y miraras solamente la pantalla del celular, cuando este reloj marque media hora, treinta minutos de haberme ido vas a marcador y llamas al 911, les dices todo, que no he regresado, en ningún momento puedes salir, si alguien sube que no sea yo y te encuentra no te dejes atrapar, grita, muerde y patalea, ahora ponte los auriculares, cuenta el tiempo.

Dije todo esto de manera tan rápida, agarre la maleta y la cubro con ella. Bajo de manera cuidadosa y voy directo a mi habitación, ellos ya se encuentran en la cocina del primer piso, busco debajo de mi cama, ahí está un pequeño cuchillo que mantengo en aquel lugar, intento poner todas mis ideas claras, es difícil pero tengo que estar serena para actuar, mi hermana era lo más importante para mí, no permitiré que se la lleven sin luchar, ella es mi única familia, la razón por la cual quieren llevársela la conozco bien, su extraña belleza, la vuelve excéntrica, muchos buscan corromper su alma infantil. Cabello blanco, piel Blanca, completamente albina. Desde que nuestro padre fue asesinado por protegernos me hice cargo de ella cada año cambiamos de cuidad, desde que nació nuestras vidas han sido difíciles, nos ha  tocado mudarnos demasiadas veces, en ocasiones  llegaban extraños con mucho dinero para comprar a mi hermana, papá no sucumbió ante ellos así que tan seguro de cuál sería su final nos cambió los nombres pasaportes falsos y salimos del país, no volvimos a saber de él así que di por sentando que habría muerto.


Sentí sus pasos en el segundo piso, entraron a mi habitación y me vieron enseguida, no tenía planeado esconderme.
-Pero si es la hermana mayor. Dijo el tipo con un tatuaje en el rostro. ¿Dónde está la niña albina?-Pregunta mientras me levanta del cuello, no respondo por falta de oxígeno y por el golpe que recibo contra la pared, me quejo de manera sutil, al ver que no consigue respuesta y que mi rostros toma un color morado me suelta, gran error.

Me fijo en el otro tipo que está concentrado revisando el baño de la habitación este era el momento, tomo una bocanada de aire y voy directo a la garganta del tipo del tatuaje, el cuchillo se clava entre la clavícula y el cuello, su  intento de grito queda apaciguado, al sacar el arma cae al piso sujetando la herida, no pienso perder tiempo, vuelvo a clavar la que ahora se vuelve el arma homicida, la clavo tantas veces que él tipo queda completamente quieto, en eso siento como me agarran del cabello pero no me permitiré fallar a estas alturas, me suelto del agarre y siento como parte de mi cuero cabelludo se desgarra, doy media vuela y salto sobre el de la misma manera, lo apuñalo hasta decir que me encuentro completamente llena de sangre. Al ver que no se mueven. Me siento en el piso agarro mis piernas y me quedo en aquella posición hasta que la policía llega. Empiezan a preguntar ¿qué había pasado? habían muchas unidades en la casa, preguntaron ¿dónde estaba la niña que había hecho la llamada? les dije que en el ático, fueron a buscarla pero ella tal como le dije gritaba, mordía y forcejeaba, no lograban bajarla así que le hablé.

-Corazón deja que los señores te bajen. Digo pero ella se niega.

-No, no los quiero a ellos si ya se fueron los malos te quiero a ti. Grita desde arriba yo sólo sonreí y volví a hablar.

-Corazón por favor haz caso a los señores. Ella Volvió a negarse.

 Ella no bajaría así que debía que hacer algo, decidí bañarme, cambiarme, arreglar un poco mi cabello, bajar a la cocina, hacer panqueques y chocolate caliente, hice todo aquello mientras todos los policías y detectives me miraban, actúe como si nada hubiera pasado, ella era mi familia y no dejaría que su inocencia se acabara viéndome totalmente llena de sangre. Jamás lograrían alejarme de mi hermana, de mi familia de mi única razón para seguir viva.

Subí al sótano y al verme llegar con la comida sonrió y se acercó a mí, comimos con tranquilidad los policías estaban trabajando en los dos pisos así que se escuchaban muchos pasos de vez en cuando regresaba un policía a vernos por si nos hubiéramos escapado, algo que ya tenía planeado hacer. Terminamos de comer y mi ángel habló.



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En el texto hay: fantasia, magia, elmundodecassiel

Editado: 16.02.2018

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