Definición:
5. dar la batalla
Enfrentarse con decisión a una situación (en la que normalmente se está en desventaja) para alcanzar un fin, luchar por ello.
Todos los días batallo con la gente de mi alrededor.
Ellos quieren llenar mi cabeza de cosas que están mal para mí,
y no es nada personal, ellos piensan a su manera y a mi me da igual;
pero no me respetan, desean que actúe y sea igual al resto.
Y me pregunto por qué quieren que todos seamos iguales
que apoyemos sus causas y que sigamos sus ideales,
si cada quien piensa como quiere y eso está bien.
No hay ley en la constitución que te obligue,
ni en la mismísima Biblia se encuentra,
entonces ¿por qué deberíamos aceptar
cerrar nuestras mentes para pensar lo mismo?
No quiero que alguien sea idéntico a mí.
Quiero que todos puedan elegir por su propia voluntad,
si no les gusta algo de lo que se les impone, lo puedan hablar.
Sin que alguien quiera violentarse contra el otro por lo que es.
Que seamos libres de decir lo que pensamos sin oprimir a nadie.
Ser más personas y menos humanos de naturaleza primitiva.
Entender que nuestros derechos se acaban donde comienzan los del otro,
y que hay un límite para todo, el cual no podemos traspasar como queramos.
Batallemos sanamente, tanto de palabras como de acciones,
tanto contra la gente como con nosotros mismos,
y si nos gusta lo que nos hacen, empecemos a cambiar;
primero nosotros y después los demás, si es que así lo desean.
Comencemos a amar para que amen.
A perdonar para que perdonen.
A buscar para que busquen.
A abrazar para que abracen.
A querer para que quieran.
A sonreir para que sonrían.
A cumplir para que cumplan.
A evolucionar para que evolucionen.
A mejorar para que el mundo sea un mejor hogar.
Batallemos contra el miedo y la angustia,
contra el enemigo que quiere tirarnos abajo cuando decaemos,
contra las sombras del pasado que nos persiguen,
contra las personas que quieren vencernos con la maldad,
contra lo que la sociedad quiere que seamos y creamos,
contra los dictadores que se levantan en estos tiempos.
Seamos esa generación que batalla y no se deja llevar por la corriente.
Que tiene sus propios valores y principios, pensamientos y sueños.
Seamos esa generación que es paciente, amable, inteligente y sabia;
que habla antes de gritar; que piensa antes de actuar;
que ama antes de odiar; que sirve antes de ser servido;
que escucha antes de culpar; que comprende antes de juzgar.
Batallemos, de esta manera, las batallas que nos esperan por delante.